Scubby, a very special country dog [En-Es]

Pets are a very special part of our hearts. We come to love these genial beings, who cannot speak or act like humans, but in the unconditionality of their love, far surpass many of man's movements.

Particularly, I love dogs as pets. In addition to how beautiful they are to look at, their unconditional love and affection, are a beautiful incentive for the hustle and bustle of everyday life and its events. My pet, you all know him, his name is Trueno José, an adorable mestizo who is the owner of a special part of my heart.

Today I am not here to show you Trueno José, my little dog, but the country pet whose owner is my mom. I say country because he lives on the farm where my mother lives. His name is Scubby, a mestizo who was born on January 20th of this year, and who is my mother's faithful companion in her moments at the farm.

He is very playful, my mom tells me and accompanies her when she sits in the late afternoons next to her rocking chair, breathing the fresh country air. He is very affectionate and intelligent, but very disobedient, so my mom says. I imagine it's because he's still a puppy and has a lot of energy. However, my mom adores him and takes great care of him in terms of his meals and everything else inherent to his health.

Pets are that part of the heart that we never knew existed until we know how unconditional someone can be despite any feeling or action. Let's take care of our pets and give them long life to honor the feeling of love for nature. Thank you for joining me to read this publication. See you in the next installment.

Las mascotas son una parte muy especial de nuestro corazón. Llegamos a querer a esos seres geniales, que no pueden hablar ni accionar como los seres humanos, pero que en la incondicionalidad de su amor, superan con creces muchos de los movimientos del hombre.

Particularmente, soy amante de los perros como mascotas. Además de lo bellos que llegan a ser a la vista, su amor incondicional y su cariño, son un aliciente hermoso para el ajetreo de la vida diaria y sus eventos. Mi mascota, ya todos la conocen, se llama Trueno José, un mestizo adorable que es dueño de una parte especial de mi corazón.

Hoy no vine a mostrarle a Trueno José, mi perrito, si no, a la mascota campestre cuya dueña es mi mamá. Digo campestre porque vive en la finca donde está residenciada mi madrecita. Se llama Scubby, un mestizo que nació el 20 de enero de este mismo año, y que es el fiel compañero de mi madre en sus momentos en la finca.

Es muy juguetón, me dice mi mamá, y la acompaña cuando ella se sienta a final de las tardes junto a su mecedora, a respirar el aire fresco del campo. Es muy cariñoso e inteligente, pero muy desobediente, así dice mi mamá. Imagino que es porque aún es un cachorro y tiene mucha energía. Sin embargo, mi mamá lo adora y lo cuida mucho en cuanto a sus comidas y lo demás inherente a su salud.

Las mascotas son esa parte del corazón que no sabíamos que existía, hasta que conocemos lo incondicional que puede ser alguien muy a pesar de cualquier sentimiento o acción. Cuidemos a nuestros animalitos y démosle larga vida para así honrar el sentimiento de amor por la naturaleza. Gracias por acompañarme a leer esta publicación. Nos vemos en la próxima entrega.