Ya lo peor había pasado; sin embargo, no podían aminorar la marcha porque no sabían qué tan cerca estaba el enemigo, por lo que siguieron caminando. Todos, en una fila, uno detrás de otro, siguiendo a Mavila, quien, a pesar de ir herida, lideraba al grupo de hombres, mujeres y niños.

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Huían no solo de la esclavitud, también de las epidemias, del abuso, del miedo, del hambre. Una hambruna feroz había caído sobre aquella zona y eran ellos los más perjudicados:

_Primero nosotros, luego los animales y si queda algo, es para ellos. Habían dicho los amos de aquellas tierras áridas y secas, comiendo los pocos frutos y tirando las conchas a los marranos y a las vacas.

Mavila, quien siempre había sido una guerrera desde niña, había ideado un plan para huir y salvar a los pocos que aún quedaban con vida:

_Si hacen lo que digo, pronto saldremos de aquí. Si llegamos al mar, allí hay barcos que nos podrán llevar a otros países, a otros continentes. -y nadie dudó en escuchar su plan.

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Solo ellos sabían el poder que tenían las plantas, así que Mavila no vaciló en utilizarlas a su favor. Por eso el día de la huida, tomó algunas plantas, las amasó y se las echó al guiso que hacía para todos los dueños. Su gente estaba preparada para salir a la mínima señal de ella. Cuando Mavila vio que las plantas surtieron efecto, llamó a su gente, tomaron las armas y comenzaron el gran viaje hacia la libertad.

No contó con que algunos hombres se habían quedado haciendo guardia, por lo que hubo un enfrentamiento. Los guardias murieron, pero también Mavila salió herida. Sin embargo, así huyeron: los dueños pronto despertarían y ellos debían poner distancia si querían seguir viviendo.

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No solo traspasaron selvas tupidas y oscuras, también nadaron y cruzaron ríos caudalosos. Se las arreglaron para permanecer despiertos toda la noche y proteger a los niños, quienes iban trepados en los hombros, los brazos y la espalda de los adultos. Cuando el sol comenzó a aparecer, todos pudieron ver la gran sabana azul frente a sus ojos: habían llegado al mar. Lloraron de felicidad, pues creían que tendrían una nueva vida. Sin saber que era el comienzo de una nueva pesadilla, una nueva travesía....

_{Esta es mi participación en el concurso Cuéntame una historia, iniciativa de la comunidad de @freewriters.club. Si quieres participar, aquí te dejo el post de la convocatoria}.

HASTA UNA PRÓXIMA HISTORIA, AMIGOS