Había muchos grupos de personas sentadas en las mesas. La luz tenue ocultaba algunos rostros y algunas intenciones. La música suave permitía que las personas charlaran en un murmullo tranquilamente. Era un bar de esos que solo pocas personas conocen, en el que los clientes siempre son los mismos.

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Era tarde en la noche, cuando una mujer ataviada con un antifaz y perfectamente maquillada hizo su entrada. Todos voltearon a verla, pero la luz no permitió que la detallaran por completo. Ella se sentó en la barra y miró a su alrededor buscando un posible cliente. Desde que había dejado su antiguo trabajo, esa era la forma que tenía de ganarse la vida. Abrió su cartera y tenía para un solo martini, así que pidió la bebida y seductoramente se la llevó a la boca.

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Le daba a su bebida pequeños sorbos, cuando alguien se acercó y le dijo de manera imprevista:
_Yo te conozco -dijo un joven con picardía. La mujer se volteó y su corazón acelerado dio un vuelco. "No creo", dijo y terminó el martinis apurada.
_Tengo la impresión que sí, afirmó más seguro.
_Tal vez me has visto en tus sueños, respondió la mujer de manera cortante.

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A pesar del comportamiento grosero de la mujer, el hombre le invitó otro trago y le hizo varias preguntas. Finalmente la mujer decidió irse y el hombre insistió:
-Estoy seguro de conocerte.
La mujer salió del bar rápidamente, antes que el hombre se diera cuenta que ella no era una mujer realmente: era Fernando, un antiguo compañero de trabajo.

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_{Image created in Midjourney with A.I.}

Meeting at the bar

There were many groups of people seated at the tables. The dim light hid some faces and some intentions. The soft music allowed people to chat in a quiet murmur. It was one of those bars that only a few people know, where the customers are always the same.

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It was late at night, when a woman dressed in a mask and perfectly made up made her entrance. Everyone turned to see her, but the light did not allow them to fully detail her. She sat at the bar and looked around for a possible customer. Since she had quit her old job, that was the way she made a living. She opened her purse and had enough for a single martini, so she ordered the drink and seductively popped it into her mouth.

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He was giving his drink small sips, when someone approached him and said unexpectedly:
I know you, said a young man mischievously. The woman turned and her racing heart skipped a beat. "I don't think so," she said and finished her martini in a hurry.
I have a feeling you do, she asserted more confidently.
Maybe you've seen me in your dreams, the woman replied curtly.

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Despite the woman's rude behavior, the man bought her another drink and asked her several questions. Finally the woman decided to leave and the man insisted:
-I'm sure I know you.
The woman left the bar quickly, before the man realized that she was not really a woman: it was Fernando, a former co-worker.

HASTA UNA PRÓXIMA HISTORIA, AMIGOS