Muchas veces, usamos diferentes nombres para definir una misma cosa. Le podemos decir solidaria a una persona empática, decirle ecuánime a una persona paciente, o inteligente a alguien determinado. Todas las cualidades y las capacidades tienen un punto de encuentro o similitud, las virtudes son un conjunto de características derivadas de una sola gran unidad; un orden universal más a allá de nuestra simple percepción.

Hay personas en el mundo que tienen la creencia de que el universo y todas las cosas que existen son nacidas del caos y el azar, en dichos procesos de desorden, según, se puede dar a luz a la vida tal y como la conocemos; inteligencia, conciencia, diversidad. No soy de los que confían en el azar, no creo que hayamos nacido de un hecho sin ningún tipo de causa u organización, no estoy diciendo que todo sea un precepto rígido, pero si creo que el universo tiene sabiduría y nos adjudica la tarea de comprendernos y realizarnos a nosotros mismos a través del descubrimiento de nuestras capacidades.

El medio ambiente es perfecto, aunque muchas veces no lo podamos ver así, los sucesos y las personas nos ayudan a autorrealizarnos y llegar paso a paso a la mejoría. Todo depende desde que perspectiva se vean las cosas, si observamos y aceptamos las circunstancias como un medio de aprendizaje y conveniencia, estaremos atrayendo la gracia y la prosperidad a nuestras vidas; si proyectamos desgracias, vendrán las desgracias, si proyectamos Bienaventuranzas, vendrá la fortuna.

Ahora bien, hay muchas cualidades en nosotros que nos bendicen, buenas actitudes ante la vida que son recompensadas con algunos buenos días llenos de paz y felicidad. Creo que, al aprender a lidiar con nuestras emociones y virtudes, podemos estudiarlas desde la mecánica de la lógica hasta cierto punto, pero ya llega un momento en donde la sinceridad, la intuición y el amor nacen de forma espontánea, sin necesidad de pensarlo mucho. Nuestras buenas acciones deben tratar des ser creadas desde la claridad, sin esperar nada bueno o malo como resultado de tu postura; esto algo que aprendemos a hacer con el tiempo en algunos aspectos de nuestra vida.

Debemos ser sinceros con nosotros y los demás, si estamos en aprietos y desbordamos nuestras emociones en un momentito eta bien, si sentimos y pensamos algo es mejor decirlo, la autenticidad nos ayuda a ejecutar las cualidades desde el nacimiento del corazón y el buen deseo.

La sinceridad es un sendero que nos lleva a tener a la vida en un concepto de armonía y maestría, eso da paso a un desarrollo de capacidades nunca antes visto. Poder tener esta perspectiva es un don que saca a flote lo mejor de nosotros, ayudándonos así, a poder asumir la compasión, la paciencia y la inspiración necesarias para poder trascender muchos problemas a nivel humano. La paciencia es la fortaleza en su estado más puro y elevado, es la capacidad de soportar y prevalecer sin sufrir o tragar veneno, pero no sé trata de estoicismo en este caso, sino de una posición de amor. La paciencia y la compasión son una combinación indestructible, porque mientras una se encarga de ayudarnos a esperar en calma, la otra nos ayuda a perdonar y comprender lo que sucede sin ningún tipo de aflicción. Si agregamos inspiración a la fórmula de paciencia y compasión, entonces seríamos básicamente invencibles en el ámbito de muchos planos, la inspiración permitiría poder ver la luz en cada situación y motivar a su usuario a crear cada vez más gracia y felicidad para otros, serías un ser contagioso con tu maravillosa frecuencia emocional.

Siempre se me ha hecho Interesante poder analizar y clasificar de forma más explicativa todos esos aspectos humanos subjetivos, es algo maravilloso poder comprender todas esas cosas y ver las conexiones que ellas tienen con nosotros y lo que nos sucede, es una red simplemente espectacular de coincidencias y confabulaciones para distintos fines en distintos estados de conciencia.