_{Escrito escuchando la canción: Cerquita. Los sentimientos humanos también son inmaduros, es que no existe nada en este mundo que nos permita imaginar que amar es una imposibilidad real.}

¿Rosa o azul? Esos pueden que sean los colores para describir nuestra relación, ¿prohibida? ¡Quién sabe! Únicamente, puedo aseverar que Elisa fue y es mi oscura perdición.

–¿Cuarto año de bachillerato? Nuestra edad era solamente de 17 años.

La dulzura se hacía sentir, y era como un reflejo claro, como también puro de nuestras emociones, que para cualquier adulto podría ser simplemente básicas y fugases. Me pregunto: –¿Qué es duradero entre tanta porquería?

–Lo intenté y lo volvería a intentar si es necesario.

Ella era mía, sí, es que se hizo mía cuando la conocí en aquella alocada excursión en un lugar donde la neblina imperaba, la grama era abundante y las cabañas rebosaban. La definición correcta para describirla es: –Sexy.

–¿Cómo le digo que no me aguanto las ganas?

–¡Qué anormal escenario!

–¿Esperanza?

Un latido proseguido de deseos comenzó. Lo dije al inicio de esta pequeña redacción, ella fue y es mi perdición.

–¿Cómo me acerqué a ella?

Parecerá extraño; pero hubo un punto de encuentro entre los dos, y donde ella me preguntó: –Cuál era mi nombre.

–Nelson, ese es mi nombre.

Así fue que todo se tejió en este expreso o impreciso tiempo, ¿niños? No, más bien dos personas con un reflejo de algo sensato y puro. Su sonrisa fue tan hermosa en aquel pequeño punto de intercambio de palabras. –Atrévete–, me dije esto a mí mismo una y otra vez.

–¿Quién me necesita?

–¿Me puedes dar tu número? Más bien, ¿podemos intercambiar nuestros números de teléfono?

Ella bajó su mirada mientras una pequeña sonrisa se plasmó en su cara nuevamente. ¿Rosa o azul? Al parecer esto era el comienzo de todo, ¿cuál todo? Un mensaje proseguido de otro cada noche.

–¿Cómo estás?

–¿Qué hiciste hoy?

–¿Nos podemos ver?

Cada palabra expresada llegó al punto más cercano de nuestra alma. Abordamos la ranura de esta inocente atracción. En esa noche extraña, lo preciso, lo imprevisto, lo inesperado y anhelado se tejió.

–¿Podemos ir a una cita?

La respuesta de ella fue: –Sí.

–¿Cerca? Cada vez los dos estábamos muy cerca.

El día esperado ocurrió, estaba nervioso, pero lo más importante es que lo estaba intentando. Por fin ahora estoy cerca de ella, puedo estar con ella y ya no debo solo concentrarme los mensajes de texto que nos enviábamos cada noche. ¿A dónde vamos ahora? A quemarnos con una relación amorosa de dos jóvenes que se necesitan.

Es que esto fue como un juego en donde los criterios no importaban, ese día le dije que me gustaba, el cine fue algo que se mezcló con su sonrisa y me hizo ver que mis ganas ya no se subsumían en una esperanza incierta.

Las ganas de besar su boca de manera irresistible mermó. Mermó, porque en ese tiempo mis pensamientos solo eran ella.

–¡Dicen que esto es amor! ¿Qué es el amor?

_{Klara Kulikova || Unsplash}

La noche llegó y ese día comenzó la historia que definiría nuestro futuro, pero que a la vez nos entrelazaría en un contexto inevitable y verdadero. ¿Se puede evadir el destino? Pienso que esto es inevitable, después de todo cada ser humano posee una persona destinada a estar contigo.

–¿En quién pensaba? ¿En quién pienso?

–En ella, en ella, que era mi maldición.

Los mensajes de texto en la noche comenzaban una vez estaba en mi cama, y siempre ocurría una llamada para decir: –Te amo.

Lo vuelvo a preguntar: –¿Qué es amar?

–Al parecer es un punto que nadie puede contestar.

En ella, en ella y simplemente en ella, era la única que pensaba, ¿por qué? La cuestión es que Elisa era la única mujer que deseaba ver. Pasamos de días, a semanas y las semanas rápidamente se convirtieron en meses. ¿Cómo puedo aguantar las ganas? Nadie puede aguantar las ganas de besar y subsumirse en los brazos de la persona que desea, que quiere y por la que siente una atracción.

–Eso llegó.

–¿Nelson que ocurrió?

–El sexo, eso fue lo que pasó.

Cada uno de nosotros curó el corazón del otro, es que en simplicidad lo vertimos en las emociones más puras que dos jóvenes pueden sentir. Su piel, sus labios, su alma y nuestra inocencia se entrelazaron.

–Elisa fue mía y yo fui de ella.

La inocencia que cada uno poseía la entregamos el uno al otro y así sonreíamos todos los días. Los mensajes seguían llegando, las tardes de cine seguían ocurriendo y nuestros labios se seguían juntando hasta llegar al punto de no soportar nuestras ganas y terminar en la cama.

–¿Adolescentes?

–Por ella me jugué la vida.

¿Rosa o Azul? Al parecer, nada es perfecto, y la verdad nos tocó a los dos. Ella llegó a una de nuestras citas con una prueba de embarazo, ¿culpable? Ninguno de los dos, cada uno quería sentir su calor. ¿Cuál calor? Esto era mí momento, nuestro momento.

–Jóvenes inmaduros.

–Una nota con miles de gritos se escuchó.

La prueba de embarazo no era el problema, el problema realmente era quienes eran los padres de ella. ¡Él se enteró! ¿Quién se enteró de nuestra relación? Su padre, y lo inevitable, sucedió.

–Un golpe.

–Un moretón.

–Una amenaza.

Esa hermosa mirada, esos hermosos labios y esa hermosa chica no podía ser mía. ¿Por qué no podía ser mía? Mi bebé, nuestro bebé pagaría las consecuencias si me volvía a acercar a ella. Los males comenzaron a ocurrir poco a poco, a mi padre lo votaron de su trabajo y una nota de posible expulsión del colegio fue enviada.

–Perdición.

–¿Qué nos ocurrió?

El exilio, inició en esta situación en donde cada uno de los dos se necesita, eso pensé, pero la realidad es que el tiempo transcurrió mientras que mi familia lo perdió todo y ella, ella desapareció hasta el día de hoy. Una fotografía llegó a mi teléfono, ¿saben quién la envió? Ella, pero la nota de esto que me destrozó es:

El fruto de este amor fue de color Rosa
mientras las lágrimas al ver a mi
bebé se encarnaron en mí ser.

_{Riccardo Mion || Unsplash}

_{Written listening to the song: Cerquita. Human feelings are also immature, there is nothing in this world that allows us to imagine that loving is a real impossibility.}

Pink or blue? Those may be the colors to describe our relationship, forbidden? Who knows! Only, I can assert that Elisa was and is my dark undoing.

"Fourth year of high school? We were only 17 years old."

The sweetness was felt, and it was like a clear reflection, as well as pure of our emotions, which for any adult could be simply basic and fleeting. I ask myself: "What is lasting among so much crap?"

"I tried and I would try again if I had to."

She was mine, yes, she became mine when I met her on that wild excursion in a place where the fog was thick, the grass was abundant and the cabins overflowed. The correct definition to describe her is: "Sexy."

"How do I tell her that I can't stand the urge?"

"What an abnormal scenario!"

"Hope?"

A continuous beat of desires began. I said it at the beginning of this little essay, she was and is my downfall.

"How did I approach her?"

It will seem strange; but there was a meeting point between the two, and where she asked me: "What was my name."

"Nelson, that's my name."

So it was that everything was woven in this express or vague time, children? No, more like two people with a reflection of something sensible and pure. Her smile was so beautiful in that small point of exchange of words."Dare," I said this to myself over and over again.

"Who needs me?"

"Can I have your number? Rather, can we exchange our phone numbers?"

She lowered her gaze as a small smile broke out on her face again. Pink or blue? Apparently this was the beginning of everything, which everything? One message followed by another every night.

"How are you?"

"What did you do today?"

"Can we see each other?"

Each word expressed reached the closest point of our soul. We boarded the groove of this innocent attraction. In that strange night, the precise, the unforeseen, the unexpected and longed-for was woven.

"Can we go on a date?"

Her answer was: "Yes."

"Close? Each time we were both very close."

The expected day happened, I was nervous, but the most important thing is that I was trying. Finally now I'm close to her, I can be with her and I don't have to concentrate only on the text messages we sent each other every night. Where are we going now? To burn out on a loving relationship of two young people who need each other.

It's that this was like a game where the criteria didn't matter, that day I told her I liked her, the cinema was something that mixed with her smile and made me see that my desires were no longer subsumed in an uncertain hope.

The desire to kiss her mouth in an irresistible way diminished. It diminished, because at that time my thoughts were only about her.

"They say this is love! What is love?"

_{Klara Kulikova || Unsplash}

The night came and that day began the story that would define our future, but that at the same time would intertwine us in an inevitable and true context. Is it possible to avoid destiny? I think it is inevitable, after all every human being has a person destined to be with you.

"Who was I thinking of? Who am I thinking of?"

"On her, on her, who was my curse."

The text messages at night started once I was in my bed, and there was always a call to say: "I love you."

I ask again: "What is to love?"

"It seems to be a point that no one can answer."

On her, on her and simply on her, she was the only one I thought about, why? The point is that Elisa was the only woman I wanted to see. We went from days, to weeks and the weeks quickly turned into months. How can I stand the urge? No one can hold the urge to kiss and subsume themselves in the arms of the person they desire, want and feel an attraction for.

"That came."

"Nelson, what happened?"

"Sex, that's what happened."

Each of us healed the other's heart, is that in simplicity we poured it into the purest emotions two young people can feel. Their skin, their lips, their soul and our innocence intertwined.

"Elisa was mine and I was hers."

The innocence we each possessed we gave to each other and so we smiled every day. The messages kept coming, the movie evenings kept happening and our lips kept meeting until we reached the point where we couldn't stand our urges and ended up in bed.

"Teenagers?"

"I risked my life for her."

Pink or Blue? Apparently, nothing is perfect, and the truth touched us both. She came to one of our appointments with a pregnancy test, guilty? Neither of us, we each wanted to feel her heat. Which heat? This was my moment, our moment.

"Immature young men."

"A note with a thousand cries was heard."

The pregnancy test wasn't the problem, the problem really was who her parents were. He found out! Who found out about our relationship? Her father, and the inevitable happened.

"A blow."

"A bruise."

"A threat."

That beautiful look, those beautiful lips and that beautiful girl couldn't be mine. Why couldn't she be mine? My baby, our baby would pay the consequences if I went near her again. Evils began to happen little by little, my father was voted out of his job and a note of possible expulsion from school was sent.

"Damnation."

"What happened to us?"

Exile, started in this situation where each one of us needs each other, I thought so, but the reality is that time passed while my family lost everything and she, she disappeared until today. A picture came to my phone, do you know who sent it? Her, but the note on this that tore me apart is:

Utilicé la imagen de Klara Kulikova para diseñar el separador (La fuente está debidamente identificada).