_{Escrito escuchando: I love you de Billie Eilish. Cuando los pétalos de las rosas caen de manera inminente, solamente nos queda tomarles y continuar para amar de verdad.}

Ella parecía que sería la única que no me podría entender, parece que mirarle desde lejos sería la única opción, es que relucía como una diosa en la distancia, ¡me gusta lo prohibido! Ella era lo prohibido, su color de cabello rojo, sus anteojos y su edad superior a la mía, es que ella es diez años mayor que yo. ¿Importa todo eso? No lo creo, es que de ella he aprendido que nada es imposible.

–Mi edad es de 20 años.

¿Cómo le conocí? Bueno, en una simple clase de trabajo y me convertí en su admirador secreto, un niño como yo que es demasiado pragmático y solo le gusta hacer negocios. Me llamó la atención lo extrovertida que era, ¿vamos a Cancún? Eso puede que sea uno de los esbozos más jugosos y gustosos de mi alma. Le podría devorar con la mirada, pero más lejos de esto le podría decir inminentemente: –¿Cómo estás?

Ayer, antier, la semana pasada, el mes anterior y el año que antecede sencillamente era una cáscara vacía que no podía decirle a alguien como me sentía. La gente dice que inspiro en partituras una personalidad evaluativa antes de demostrar mi verdadero ser, es como una capa que protege mis emociones. Las personas puras y con sentimientos limpios se comportan de esta manera. Un día antes de verle por primera vez me puse a reflexionar, me puse a pensar si esto era una realidad o más lejos de eso era algo que simplemente debía no entablar.

Todo iniciaría a las 8:00 pm, pero mi trabajo como social media manager y redactor me atrasaría una vez más, ¿qué debo vestir? Simplemente, tomé el suéter más cercano de mi colección y me lo coloqué, ¡esperaba que no hubiese calor! Bueno, el calor lo pueden generar los nervios, los nervios al decirle mi nombre y tomar sus manos.

No quiero ninguna botella de ron, es que sencillamente soy un adicto al whisky o al mojito cubano, ¿qué es más apetecible para decirle a ella sobre mi atracción? No lo sé indiscutiblemente. Bueno, me queda mirar tranquilamente en toda la agonía de verle por primera vez. En mi teléfono celular solamente llegaban los mensajes con la unánime conjugación: debes trabajar.

Realmente mis últimos años de vida he estado rodeado de tanto pragmatismo, es inaudito que no pueda invitar a alguien a salir o siquiera decirle mi nombre. Bueno, en realidad es algo cotidiano, pero que no sucedía con alguien que me gustase, que me atrajera o mejor dicho que sorprendiera mis expectativas, como alguien que se proyecta únicamente por un destino de estabilidad, ¿¡me bañé en la política!? La respuesta a eso es un: no unánime.

Estoy divagando, es que en ocasiones pienso que me falta ambición, pero es por eso que he terminado contradiciéndome a mí mismo y en este punto estoy tan lejos de ella para decirle que quiero invitarla a tomar una botella de esas de las que nombre con antelación, sí, de esas que me gustan, ¿whisky o mojito?

Ella desde lejos con un rotundo equipo ofrecía una oferta de uno de los productos que requiere la empresa a la que le presto mis servicios, pero que importa todo eso. Lo que realmente me interesaba era como invitarla a tomar conmigo y los minutos se acercaban para ello.

La oradora terminó. Me acerqué a ella y le dije: –Hola, soy Camilo, es un placer estar aquí hoy y conocerte Emma.

_{Edgar Moran || Unsplash}

Ella comenzó a sonreír y respondió: con que eras tú el chico que sostuvo en el chat grupal que me invitaría a salir una vez estuviese aquí en esta conferencia.

Me tocó responder de manera enfática: –Sí, soy yo, ¿estás dispuesta a tomar un trago conmigo? Claro dejaremos los temas de trabajo.

Ella no pronunciaba absolutamente nada, pero camino tranquila, rozando una de sus manos en mi hombro y emitiendo cerca de mi oído lo siguiente: –Está bien.

Cuando dijo aquello me sonrojé, giré mi cabeza y nuestros ojos se entrelazaron por un momento, es que sentí una conexión, ¡menos mal todo estaba oscuro cuando ocurrió! Pero su mirada reflejaba un fuego que quería probar. Exótica, atractiva, inteligente y sexy.

No tengo malas intenciones, simplemente quiero decirle que me siento atraído por ella desde el inicio. Lo que ocurra después será cosa del destino, ¿quién puede obviar el destino? Nadie a mi modo de ver.

Los minutos pasaban, ella seguía caminando con la poca luz que iluminaba el salón mientras le miraba desde lejos. Todo término, la gente comenzaba a marcharse y ella se acercó sosteniendo: –¿A dónde iremos ahora? Podemos devorarlo todo en esta ocasión.

Parecía otra persona, es que se sentía como si fuera alguien que quería consumirlo todo en ese momento.

Mi respuesta fue: –Vamos a tomar.

Mi carro era un convertible eso fue una de las cosas que compré con uno de mis primeros trabajos, es el mar del reflejo de la libertad económica. A ella no le sorprendía, estaba muy tranquila mientras manejaba.

Llegamos al lugar, pero alado estaba uno de los hoteles de la ciudad, pensé que ella me miraría como un depravado, no obstante, sus risas estaban por todo el auto.

–¿Solo vamos a tomar? ¿Cierto? –Preguntó entre carcajadas–.

Yo me puse nervioso de manera unánime, pero lejos de eso no podía creer los posicionamientos que estaba entablando. Es que, de manera indiscutible, estaba apenado por el malentendido, pero ella haló las tiras de mi suéter y me atrajo cerca de sus labios pintados con un color rojo sensual que consumía en la propia cercanía de nuestras miradas.

–¿Quién de los dos tomaría la iniciativa? Ambos, después de todo, queríamos dejarnos llevar.

Me sentí totalmente atraído y por primera vez en mucho tiempo me dejaba llevar por mis deseos. El whisky seria ella, es que ella sería la dosis de alcohol que mi cuerpo requería, esa que desde hace mucho tiempo necesitaba.

Nuestro beso sencillamente paralizó el tiempo y el vapor de lo que cada uno de nosotros necesitaba se haría finito, pero no imposible de palpar en nuestro sendero.

Le pregunté antes de bajar del auto: –¿Qué quieres tomar? Su respuesta se haría presente mientras miraba la luna y las estrellas del cielo:

La posibilidad de amar de verdad.

_{Ambitious Creative Co. - Rick Barrett || Unsplash}

_{Written listening to: I love you by Billie Eilish. When the petals of the roses fall imminently, we can only take them and continue to truly love.}

She seemed that she would be the only one who could not understand me, it seems that looking at her from afar would be the only option, she gleamed like a goddess in the distance, I like the forbidden! She was the forbidden, her red hair color, her glasses and her age superior to mine, she is ten years older than me. Does it matter all that? I don't think so, it's just that from her I've learned that nothing is impossible.

"My age is 20 years."

How did I meet you? Well, in a simple work class and I became her secret admirer, a kid like me who is too pragmatic and just likes to do business. I was struck by how outgoing she was, are we going to Cancun? That might be one of the juiciest and most tasteful sketches of my soul. I could devour her with my eyes, but further from this I could imminently say to her: "how are you?"

Yesterday, the day before yesterday, last week, last month and the year before that I was simply an empty shell who couldn't tell someone how I felt. People say that I inspire in scores an evaluative personality before I show my true self, it's like a cloak that protects my emotions. Pure people with clean feelings behave this way. One day before I saw him for the first time I started to reflect, I started to think if this was a reality or further away from that it was something I should just not engage in.

Everything would start at 8:00 pm, but my job as social media manager and copywriter would delay me once again, what should I wear? I simply grabbed the nearest sweater from my collection and put it on, I hoped there would be no heat! Well, heat can be generated by nerves, the nerves of telling her my name and holding her hands.

I don't want any bottle of rum, I'm simply addicted to whiskey or Cuban mojito, which is more appetizing to tell her about my attraction? I don't know indisputably. Well, I am left to quietly watch in all the agony of seeing him for the first time. On my cell phone only messages came in with the unanimous conjugation: you must work.

Really my last few years of life I have been surrounded by so much pragmatism, it is unheard of that I can't ask someone out or even tell them my name. Well, actually it's an everyday thing, but that it didn't happen with someone I liked, that attracted me or better said that surprised my expectations, as someone who is projected solely for a destiny of stability, did I bathe in politics!!!? The answer to that is a: unanimous no.

I'm rambling, it's just that sometimes I think I lack ambition, but that's why I've ended up contradicting myself and at this point I'm so far away from her to tell her that I want to invite her for a bottle of those I name in advance, yes, of those I like, whiskey or mojito?

She from afar with a resounding team offered an offer of one of the products required by the company to which I provide my services, but what does it all matter. What really interested me was how to invite her to have a drink with me and the minutes were getting closer for that.

The speaker finished. I approached her and said: "Hello, I'm Camilo, it's a pleasure to be here today and to meet you Emma."

_{Edgar Moran || Unsplash}

She started to smile and replied: "that you were the guy who said in the group chat that he would ask me out once I was here at this conference."

It was my turn to answer emphatically: "Yes, it's me, are you willing to have a drink with me? Sure, we'll leave the work stuff."

She uttered absolutely nothing, but walked quietly, brushing one of her hands on my shoulder and uttering near my ear the following: "Okay."

When she said that I blushed, turned my head and our eyes intertwined for a moment, I felt a connection, thank goodness everything was dark when it happened! But her gaze reflected a fire that I wanted to taste. Exotic, attractive, intelligent and sexy.

I have no bad intentions, I simply want to tell her that I am attracted to her from the beginning. What happens next will be a matter of destiny, who can ignore destiny? Nobody in my opinion.

The minutes passed, she continued walking with the little light that illuminated the room while she looked at him from afar. Everything ended, people were beginning to leave and she approached him holding: "Where will we go now? We can devour everything this time."

She looked like someone else, it just felt like she was someone who wanted to consume everything at that moment.

My answer was: "We're going to drink."

My car was a convertible that was one of the things I bought with one of my first jobs, it is the sea of reflection of economic freedom. She wasn't surprised, she was very calm while driving.

We arrived at the place, but next to it was one of the hotels in town, I thought she would look at me like I was depraved, however, her laughter was all over the car.

"We're just going to drink, aren't we? She asked between guffaws."

I became unanimously nervous, but far from it I couldn't believe the positions he was engaging in. I was undeniably sorry for the misunderstanding, but she tugged at the straps of my sweater and pulled me close to her sensual red lips that consumed the very closeness of our gazes.

"Who of us would take the initiative?" We both, after all, wanted to let ourselves go.

I was totally attracted and for the first time in a long time I let myself be carried away by my desires. The whiskey would be her, she would be the dose of alcohol that my body required, the one it had needed for a long time.

Our kiss simply stopped time and the vapor of what each of us needed would become finite, but not impossible to feel in our path.

I asked him before getting out of the car: "What would you like to drink?" His answer would be present as he looked up at the moon and stars in the sky:

The possibility of truly loving.

Utilicé la primera imagen de Nick Rickert ‎en Unsplash para diseñar el separador (La fuente está debidamente identificada).