Concurso Comunitario Ladies of Hive #118/ [ESP-ENG]

Amigas de la comunidad Damas de la Colmena un afectuoso saludo fraterno. He sido gentilmente invitada por mi querida amiga @sacra96, a participar en la edición, del Concurso Comunitario Ladies of Hive #118. En la iniciativa de esta semana, se nos hacen dos preguntas.

La primera es,

A mí, me gustaría vivir en el país donde todos los venezolanos podamos sentir ese calor humano que quedó en mi memoria grabado al partir, no así la de mis hijos, pero sí, el que yo viví. Para jamás olvidar que una vez tuvimos valores y calidad de vida, un país que no nos niegue el derecho a ganarnos el pan de cada día para el sustento propio y el de nuestros familiares que quedaron presa de un indeseable secuestro. Ese donde la gente se levanta sonriendo y te ofrece un "guayoyito" caliente antes de ir a cumplir con tu labor. Que cuando saluden, sientas una respuesta con cortesía y camaradería. Que al recordar ese sabor a guarapo de papelón, con limón, y la arepa caliente con mantequilla y queso, se nos abarrote el alma de pura nostalgia. Imagino que ese nuevo lugar, lo forjaremos todos los migrantes y tal vez, con nuestro empeño, amor y resiliencia, convirtamos cualquier país en el nuestro. Desearía vivir en ese país, para no extrañar tanto, ni tantas veces, al que me vio nacer

Y la segunda,

En este instante, me veo a mí misma, haciendo lo que corresponde para poder superar grandes momentos de ausencia, necesidades y salud precaria. Aunque parezca mentira, los asuntos del alma, siempre van a afectar al cuerpo físico. A mí me ocurre aún. De superar todo cuanto me aqueja, estoy segura de que el mejor lugar donde estaría en cinco años, será aquel que elegí en la primera pregunta, es decir, un país donde no extrañe tanto al que me vio nacer, en compañía de quienes se están ocupando de que mi alma mejore, para que mi cuerpo se encuentre sano. Aquellos a quienes un día traje al mundo con amor, ilusión y esperanzas. Hoy, estoy en Buenos Aires, pero en cinco años pudiera no estarlo. Por lo tanto, aspiro seguir hasta el final, los caminos que me signe la vida . Dejo a Dios y al Universo, la última palabra.

Ladies of the Ladies of the Hive community, a warm fraternal greeting. I have been kindly invited by my dear friend @sacra96 , to participate in the edition, Ladies of Hive Community Contest #118 . In this week's initiative, we are asked two questions.

The first one is,

,

I would like to live in a country where all Venezuelans can feel that human warmth that was engraved in my memory when I left, not so my children's, but yes, the one I lived in. To never forget that we once had values and quality of life, a country that does not deny us the right to earn our daily bread for our own sustenance and that of our relatives who fell prey to an undesirable kidnapping. A country where people wake up smiling and offer you a hot "guayoyo" before going to do their job. That when they greet you, you feel a response with courtesy and camaraderie. That when you remember the taste of guarapo de papelón, with lemon, and the hot arepa with butter and cheese, your soul fills with pure nostalgia. I imagine that this new place will be forged by all migrants and perhaps, with our determination, love and resilience, we will turn any country into our own. I would like to live in that country, so as not to miss so much, or so many times, the country where I was born.

And the second,

At this moment, I see myself, doing what is necessary to overcome great moments of absence, needs and precarious health.
Believe it or not, matters of the soul will always affect the physical body.
It still happens to me. If I overcome everything that ails me, I am sure that the best place where I will be in five years will be the one I chose in the first question, that is, a country where I do not miss so much the one where I was born, in the company of those who are taking care that my soul gets better, so that my body is healthy. Those whom one day I brought into the world with love, illusion and hopes. Today, I am in Buenos Aires, but in five years I might not be. Therefore, I aspire to follow to the end, the paths that life will show me. I leave the last word to God and the Universe.