A Holy Field full of Works of Arts, Saints and Deceased in the heart of a collapsed city | Photo gallery / Un Campo Santo lleno de Obras de Artes, de Santos y Difuntos en en corazón de una ciudad colapsada | Galería de fotos

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I think that returning to the General South Cemetery -Campo Santo in the heart of the city of Caracas-, surrounded by neighborhoods of high population density with serious problems of basic services was not easy at all. I started this fieldwork with the purpose of observing and recording the sculptural heritage that remains there, is it a return to that "living death" or is it an exercise in nostalgia. ?
The realization of this project is a ritual act in three directions.

• The first is associated with the amazing reunion with the imaginary of death that Caracas society had in the 19th and early 20th centuries: the meaning of the images of the tombs, their pathetic and pious expressions, the religious tradition that gives them meaning , the implicit mark in the social the status that this family had before the Caracas society, the sculptural works were cataloged by their dimensions and materials, also by the hand of the artist who made them, and mostly they were Italian and French sculptors. .
  The dignity of the dead and the prestige of wealthy families passed through the pantheon that they could build in that holy field.
• The second refers us to the history of art in Venezuela: its authors and styles, the neoclassical delusions of President Guzmán Blanco (1877-1888), the search for identity and structure through beautiful and correct forms, and the cosmopolitan character of a city under reconstruction. Finally, the third is in photography: the eye and the thought that record not a story but a map of sensitivity, detail and understanding of space. Photography brings together the possibility of looking from the present and connecting with those conditions that in the past gave meaning to the sculptures. It is a look at the present, which never tries to deceive us, capable of revealing the presence of a culture unknown today and the signs of the time that has passed. There is no nostalgia; we are before a gaze seduced by art and time.
  My photographs in Joyas Vivas refer us more to a ritual of life than to a memory of death. The images in my project try to fulfill the task of bringing together, in an aesthetic space, the present and the absent. They will continue to do so regardless of the neglect to which they may be subjected. These tombs have been the resting place of the deceased and, at the same time, have elegantly received visitors. They are the space of the deceased and, also, of the family and of the entire culture that unites them in life and in death.

Creo que volver al Cementerio General del Sur -Campo Santo en pleno corazón de la ciudad de Caracas-, rodeados por barrios de alta densidad poblacional con graves problemas de servicios básicos no fue nada fácil. Este trabajo de campo lo comencé con la finalidad de observar y registrar el patrimonio escultórico que allí queda, es un retorno a esa "muerte en vida" o es un ejercicio de nostalgia. ?
La realización de este proyecto es un acto ritual en tres direcciones.

• El primero está asociado al asombroso reencuentro con el imaginario de la muerte que tuvo la sociedad caraqueña en el siglo XIX y principios del XX: el significado de las imágenes de las tumbas, sus expresiones patéticas y piadosas, la tradición religiosa que les da sentido, lo implícito marca en lo social el estatus que esa familia tenía ante la sociedad caraqueña, las obras escultoricas eran catalogadas por sus dimensiones y materiales, también por la mano del artista que las realizaba, y en su mayoria eran escultores Italianos y Fraceses...
  La dignidad de los muertos y el prestigio de las familias adineradas pasaba por el panteón que podían construír en ese campo santo.
• El segundo nos remite a la historia del arte en Venezuela: sus autores y estilos, los delirios neoclásicos de presidente Guzmán Blanco (1877- 1888) , la búsqueda de identidad y estructura a través de las formas bellas y correctas, y el carácter cosmopolita de una ciudad en reconstrucción. Finalmente, el tercero está en la fotografía: el ojo y el pensamiento que registran no una historia sino un mapa de sensibilidad, detalle y comprensión del espacio. La fotografía reúne la posibilidad de mirar desde el presente y conectar con aquellas condiciones que en el pasado dieron sentido a las esculturas. Es una mirada al presente, que nunca intenta engañarnos, capaz de revelar la presencia de una cultura hoy desconocida y los signos del tiempo que ha pasado. No hay nostalgia; estamos ante una mirada seducida por el arte y el tiempo.
  Mis fotografías en Joyas Vivas nos remiten más a un ritual de vida que a un recuerdo de la muerte. Las imágenes de mi proyecto intentan cumplir la tarea de reunir, en un espacio estético, el presente y el ausente. Continuarán haciéndolo independientemente del abandono al que puedan ser sometidos. Estas tumbas han sido el lugar de descanso de los difuntos y, al mismo tiempo, han recibido con elegancia a los visitantes. Son el espacio del difunto y, también, de la familia y de toda la cultura que los une en la vida y en la muerte.

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