Jorge y su familia, estaban sentados por la noche, en la sala de su departamento viendo una serie de televisión, cuando de repente se escuchó un fuerte golpe en el toldo del departamento, lo que asustó a todos los presentes. Posteriormente, al asomarse al balcón, vieron en el piso de la entrada del edificio, pedazos de piedra y mucha arena, lo que indicaba que se había caído una piedra, desde un lugar más alto, lo cual era preocupante, porque Jorge vivía en el piso 17 en un edificio de 20 pisos.

Al día siguiente, Jorge, bajó y miró desde la planta baja del edificio hacia los pisos de arriba y la azotea, y pudo ver cómo se estaba despegando el friso de la azotea, y también vio, cómo unas guacamayas, que se paraban al borde de la azotea, salieron volando casi de inmediato, y mientras hacían pedazos de friso cayeron desde una altura de más de 20 pisos. Jorge, al ver esta situación, informó a los miembros de la Junta del Condominio lo sucedido, para que se tomaran las medidas necesarias para la reparación.

Pocas semanas después de lo sucedido con la caída de la piedra, Jorge no podía dormir porque una gota de agua de un desagüe del aire acondicionado cayó sobre el toldo que está en el techo de su habitación. Esta situación había sucedido varias veces, y Jorge había hablado con el vecino del piso 19 para corregir la falla del aire, sin embargo, en año y medio, el vecino nunca había solucionado la falla del aire acondicionado. Y lo que hizo fue usarlo, hasta las 11 de la noche y luego apagarlo, sin embargo cuando olvidaron apagar el aire, Jorge, no pudo dormir, porque el tormento de la gota de agua cayó justo en la ventana de su habitación al lado de su cama.

—Hola Jorge, Dios te bendiga, ¿cómo te despertaste? - Dijo su madre.

—Hola bendición. Estoy muy cansada, porque una vez más la hija de Luis dejó el aire encendido. —

—¡Qué fastidio, está bien, habla con Luis de nuevo! - Respondió su madre.

—Ya le escribí a Luis, y él está en USA, me dijo que le va a escribir un WhatsApp a su hija, para decirle que se acuerde del uso del aire acondicionado. Pero es realmente un fastidio. —

—Lo mejor es mantener buenas relaciones con los vecinos y evitar problemas. — Dijo la madre de Jorge.

La vida continuó normal durante un par de días, hasta que las gotas de agua comenzaron a caer nuevamente y Jorge pasó dos días hasta altas horas de la noche, debido al ruido. Jorge le escribió y le pasó mensajes a Luis, y finalmente le dio el teléfono a su hija, y ella se comunicó directamente con Jorge, informándole que había encendido el aire, ya que estaba buena.

Jorge, de una manera muy educada —le dijo-Si tienes calor, es un problema personal, y debes solucionar ese problema, pero sin molestar a los demás, y cada vez que dejas el aire encendido, molestas a dos pisos, a dos familias, que tienen que pasar una noche muy mala, para que tengas comodidad. Y ha pasado más de año y medio en esta situación, así que lo que deberían hacer es enviar el aire acondicionado a reparar, para que puedas usarlo, sin molestar a los demás vecinos. —

Después de esta conversación, la gota de agua solo volvió a caer una vez. Pero una semana después, otro gran trozo de piedra cayó sobre el techo. Cuando Jorge vio esto, volvió a llamar a los encargados del condominio, pero esta vez subió con ellos a realizar una inspección.

Al ver la situación del friso de la azotea, de manera directa, todos los presentes en la inspección, se asustaron al ver el nivel de deterioro del friso, y decidieron, hacer dos cosas, primero, retirar los grandes trozos de friso que estaban a punto de caerse, y lo segundo fue avisar a los vecinos del edificio por parte del grupo condominio, que se iban a realizar estas obras, con la intención de evitar accidentes, mientras, se solicitaban los presupuestos para la reparación.

Al día siguiente, Jorge avisó a los vecinos del piso 18 y avisó a Luis en USA, y a su hija, vía WhatsApp, para alertarlos de la situación, y además, les pidió que colocaran un trozo de madera o algo sobre la ventana, que les sirviera de protección, para proteger el aire acondicionado. Jorge quedó impresionado con la respuesta que Luis le envió por WhatsApp, donde dijo: "Muchísimas gracias por avisarle a Jorge. También quería preguntarle, ya que sabe de construcción, si podría solucionar el problema del aire acondicionado, ya que mi hija quiere usarlo y las personas con las que me he puesto en contacto me están cobrando demasiado para solucionar el problema. Yo te pago, el trabajo, ¿me avisas si lo vas a hacer?"Jorge no contestó nada, porque le pareció un abuso, que después de año y medio, su vecino, le pidiera que arreglara el aire acondicionado, ya que otras personas le estaban cobrando demasiado.

Efectivamente, dos personas del condominio y yo comenzamos a quitar el friso roto del techo, mientras hacíamos el trabajo, cayó un trozo de friso sobre el toldo del departamento de Jorge, y él escribió, diciendo que subía a ayudar.

Cuando Jorge llegó, nos contó que la mamá de Luis estaba en las escaleras, gritando y quejándose, por el ruido y el miedo que le daba la caída de escombros.

Mientras él nos decía, logramos quitar las piezas más grandes que estaban a punto de caerse. Al final, se avisó a los vecinos, que ya era posible entrar por la puerta principal del edificio, y se les informó, que hasta que no se reparara por completo el friso del techo, podrían seguir cayendo algunas piezas. Pero las piezas más grandes y peligrosas ya habían sido retiradas.

Cuando bajábamos las escaleras hacia nuestras casas, Jorge me pidió que lo acompañara al piso 19 para mostrarle a la mamá de Luis lo que estaba pasando y explicarle la situación, ya que la vio muy angustiada, cuando subía a la azotea.

Efectivamente, bajamos a la casa de Luis, Jorge tocó a la puerta, pero la mamá de Luis nos trató a los dos como si fuéramos perros, nos gritó antes de abrir la puerta y cuando intentamos explicar lo que estaba pasando maltrató a Jorge. Y terminamos retirándonos, y dejando a la dama con su ataque de ira o nervios.