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Sin dudas el juego de la franquicia Halo del que hablaré a continuación, y del que tratará el post en general, es uno más queridos por la comunidad, o al menos de los que más nostalgia causa. Aunque al día de hoy todavía surgen esporádicas conversaciones sobre su importancia en el lore de la saga, y algún casual toca temas sobre pros y contras de su jugabilidad o algo así (que para ser un videojuego del 2009 no está nada mal), me sorprende que este no recibiera la atención, o mejor dicho el reconocimiento, que creo merece. Ahora que pude jugarlo (y completar el modo historia, claro) por primera vez, me doy cuenta de que ocupa un lugar de relevancia en el universo de Halo más allá que el de un simple spin-off, e incluso supera a su antecesor Halo 3 en ciertos puntos. Me refiero, claro está, a Halo 3: ODST.

Debo confesar que en el pasado nunca me sentí atraído a probar Halo 3: ODST, aun cuando salió al mercado el mismo año que descubrí Halo CE y se convirtió en una de mis sagas favoritas. De hecho, este es el único Halo que forma parte de la Master Chief Collection que nunca antes jugué. Así que me dije «¿Por qué no?» lo instalé y corroboré lo que antes había leído en grupos y escuchado en algunos canales de YouTube: es un juego infravalorado; principalmente con respecto a la historia (que es de lo que hablaré más adelante), pero también en cuanto a jugabilidad porque introduce formas de desarrollar la campaña que nunca se habían visto previamente (y jamás volvieron a verse); un HUD fresco con la introducción del "Sistema Inteligente Visual", armas puntuales y escenarios que te hacen sentir al Covenant como una verdadera amenaza, algo que sinceramente creo que Bungie Studios no había logrado con anterioridad.

Eso último fue algo que pasé por alto en mi anterior post sobre Halo 3: ODST y lo menciono porque vale la pena. En anteriores Halo está claro que el Covenant es el enemigo, sin embargo da la sensación, por momentos, de que el enemigo del cual se habla en las cinemáticas no es el mismo contra el que jugamos; el Covenant del gameplay generalmente no se siente tan peligroso como se le plasma fuera de este. Parte del peso de ello recae en que realmente no vemos los estragos de la Guerra Humano/Covenant hasta que, encarnando al Novato, caminamos por las calles Nueva Mombasa y presenciamos esas consecuencias de la guerra: un escenario frío y oscuro, cadáveres humanos y alienígenas regados por doquier, grafitis aleatorios en las calles que hacen homenaje a la resistencia de la humanidad con mensajes como "Recuerda a Reach" o "Cristaliza esto."

Esos detalles, sumados a la ambientación, te hacen jugar este Halo con un sentido de alerta todo el tiempo. Está de más decirlo: en Halo 3: ODST tomamos la piel de Soldados de Choque de Descenso Orbital (ODST por sus siglas en inglés), ergo humanos que no miden dos metros, no tienen superarmaduras con escudos de energía, ni una IA de última generación; y aunque tuviesemos el mejor armamento posible no somos el Jefe Maestro, sino un ODST. Definitivamente pienso que darle esta perspectiva al universo de Halo fue un gran acierto.

Y hablando de armamento, si no me falla la memoria, las únicas armas nuevas que introdujo fueron la M7S, un subfusil con mira muy útil y que se convirtió en mi favorita (después de la pistola de plasma, claro) y la M6S, una variante más de la Magnum clásica de Halo. En este puntual caso creo que se quedaron cortos. Lo mejor habría sido crear nuevas, variantes tanto Covenant como humana, o no hacer ninguna, al fin y al cabo la historia del juego transcurre entre los eventos de Halo 2 y Halo 3; pero esto es solo una opinión escueta. Visualmente las armas y vehículos de siempre lucen bien, son prácticamente los mismos diseños de Halo 3 con algo de blur, ahí no destaca mucho en comparación a la entrega final de la primera trilogía; en la historia, por el contrario, sí que sobresale.

El aura de misterio que arropa la mayor parte de la campaña de Halo 3: ODST le da un plus de seriedad. Desde la primera cinemática sabes que hay gato encerrado. Nueva Mombasa es un rompecabezas que tienes que ir armando pieza a pieza hasta que todo cuadre. Esto pasa con el Novato, que es quien debe resolver el enigma, y con los demás miembros del escuadrón de ODST, que también son un recurso importante en el avance de la historia, que de por sí se cuenta de forma única. En definitiva el mayor punto a favor de Bungie fue, por fin, dar la libertad al jugador de andar por un mapa medianamente libre, para que este vaya descubriendo la razón del por qué es tan crucial la misión, y desarrolle la campaña de forma no lineal. No es un juego de mundo abierto como tal, pero tampoco es el típico FPS pasillero; Halo 3: ODST es un juego de disparos con ciertas libertades creativas que se notan, un sentido de profundidad en el lore de este universo que probablemente ningún otro Halo posterior replicó y un aura detectivesca que, por si no quedó claro, en lo particular me encantó.

Estoy seguro de que todo fanático de Halo habrá jugado este título varias veces, como estoy a punto de hacerlo y es que no puedo creer cómo un shooter tan bueno pasó tan por debajo de la mesa. No se le dio a la historia, a sus personajes, ni a las mecánicas de juego, la continuidad que merecían y hoy ha quedado entre el fandom como un spin-off más, relegado tras la sombra de Halo Reach y otros títulos principales. En mi caso, pasó a ocupar el primer lugar de Halo's infravalorados y lo considero merecedor de cuatro estrellas y media (en base a cinco) de esta nueva escala que usaré a partir de ahora, y espero sea de tu agrado, lector.