Reflexiones filosóficas de un pensador nocturno: 04/03/2024

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Hoy estuve reflexionando acerca de muchas cosas, pero principalmente vino a mi mente el tema de la sabiduría que vamos adquiriendo con el paso de los años. Estas cosas ocuparon mi mente debido a que he estado pensando en la naturaleza del éxito financiero en la vida y porqué no lo he logrado aún, por más que creo haberme esforzado, a más no poder, por alcanzarlo.


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Lo que he entendido respecto a mí y el éxito financiero

Es cierto que la sabiduría es algo que abarca todas las facetas de la vida, pero concretamente en el ámbito económico, mi sabiduría ha sido lograr entender, a base de mucha observación, que si no he alcanzado el nivel de éxito financiero que he deseado, ha sido por mi entera culpa. Y siendo más específicos y concretos, no lo he alcanzado porque no he sido lo suficientemente constante para seguir adelante con tantas opciones valiosas que he tenido a la mano para lograrlo a lo largo de todos estos años.

Con el paso de los años, he entendido que lograr el éxito financiero no es una carrera de velocidad, sino una de obstáculos, y que la meta final no es la riqueza, sino el viaje que nos enriquece. Claro, esto lo sé ahora, luego de que han pasado tantos años, pero son cosas que querría haber sabido cuando era mucho más joven.

Y es que puedo decir, sin temor a equivocarme, que cada opción que pudo haberme vuelto próspero en mi vida, me las arreglé para estropearla con mi falta de perseverancia, y ello me ha llevado a que todavía hoy en día no disfruto de libertad financiera que deseo, a pesar de que ya debería estar gozando de ella desde hace mucho tiempo.

Tenemos que tener cuidado con nuestras percepciones

Cuando pienso en las razones de fondo que me hicieron ser tan poco constante en mis metas, pienso que no existe ninguna, o sea, no hay excusas válidas para ello. Simplemente fui inconstante y esa es la razón, pero si tuviese que dar alguna excusa, diría que mi inconstancia vino fruto de la comodidad y el pesimismo. La comodidad, por no querer salir de mi zona de comfort en muchos aspectos de mis ocupaciones, y el pesimismo que tuve como fruto de sentir que no estaba avanzando hacia ningún lado (o lo suficientemente rápido) en el camino de mis metas.

Entonces, cada error, cada fracaso, lo sobredimensionaba, y me sentía estancado. Me encontraba siempre buscando, como viajero errante, la próxima oportunidad de éxito. Esto demostró ser un grave error, porque ello me impidio perseverar en lo que he debido perseverar y el resultado ha sido la dilación de mi éxito financiero. Es por ello que ahora sé que debemos tener cuidado con nuestras percepciones, porque ellas influyen en nuestras emociones, que a su vez definen directamente nuestro nivel de motivación personal, lo que en resumidas cuentas afecta la manera en que actuamos y nuestro éxito final en el camino hacia nuestras metas.

Porque si soy completamente sincero, yo siento que me he esforzado bastante por alcanzar el éxito financiero en mi vida, pero los resultados que he logrado contradicen directamente lo que pienso. En todo caso, el hecho de sentirme así, en tantos momentos en mi vida, es lo que me ha hecho estar desanimado y no persistir lo suficientemente en todo lo que he debido perseverar. De allí que las percepciones que tenemos sobre nuestras metas, sobre nosotros mismos y sobre nuestros avances hacia lo que queremos alcanzar son cruciales si lo analizamos bien.


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A base de golpes la vida nos va enseñando

Toda esta experiencia que ahora tengo me hace ser alguien más sabio en la vida. Por lo que ahora sé que tengo que perseverar sin cansancio, pero a la vez, sin prisa, para alcanzar el éxito. Y saber esto es verdaderamente algo invaluable, al menos para mí. Ahora... ¿Qué tan sabio soy hoy en día respecto a todo esto? Diría que más sabio de lo que fui en cualquier otro momento anterior de mi vida. Pero también pienso que es completamente normal (o debería serlo), porque a medida que pasan los años debemos ir aprendiendo a no cometer los mismos errores que cometimos por impaciencia, por impericia, o por cualquier otro motivo en el pasado.

No obstante, también es cierto que muchas personas pueden cumplir todos los años del mundo y no cambiar, ni aprender ni evolucionar en nada en sus comportamientos y formas de actuar. Pero dichos casos son bastante tristes, la verdad, porque suelen ser individuos irreflexivos que pueden tropezar diez mil veces con la misma piedra y no aprender a evitarla.

Como sea, volviendo a lo que les comentaba anteriormente, yo me he vuelto más sabio con el curso de los años, y ello me ha hecho darme cuenta de mis fallos en tantos aspectos de mi vida que me siento abrumado a veces. Y diría que si pudiese volver al pasado y aconsejarme a mí mismo, obviamente no los volvería a comerter, pero creo que ese caso, por hipotético que sea, tampoco me serviría de mucho.

En primer lugar, porque no podemos volver en el tiempo (eso lo sabemos) así que de nada serviría andarse lamentando uno por algo así. Y en segundo lugar, porque aún si hubiese posibilidad de hacerlo, el hecho de viajar hasta el pasado, y aconsejarme para no cometer los errores que he cometido en mi vida, generaría un hecho contradictorio, porque se crearía la paradoja de que mi "yo" resultante de tales acciones, no sería el "yo" que está escribiendo este post hoy, sino que sería una persona completamente distinta, que no tendría la sabiduría que da la experiencia de vida; y eso no sé si sería algo completamente prudente o recomendable.

Lo que queda suficientemente claro, al menos para mí, es que la vida nos va enseñando todas sus grandes lecciones a base de golpes. Y como boxeadores, debemos aprender a manejarlos, a anticiparlos y a hacernos más sabios con cada revés o dificultad que sufrimos en el cuadrilátero.


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¿Siendo más sabios seremos infalibles?

O sea, al volvernos más sabios en la vida, ¿Significa que no cometeremos equivocaciones en nuestro camino? No, nada de eso, pero sí significa que no repetiremos las mismas equivocaciones una y otra vez como autómatas o como retrasados. Por supuesto que en torno al éxito financiero y sobre todo, en torno a la vida siempre quedan lecciones por aprender y experiencias por adquirir, pero lo importante es aprender durante todo el camino.

¿Fallaremos algunas veces? Por supuesto, pero lo importante es no quedarnos en el suelo abatidos, sino levantarnos y seguir luchando por nuestras metas. Porque ello definirá nuestro carácter, nuestro ánimo y nuestro éxito en todo lo que anhelamos.

Y hay que entender que, como siempre digo, todo lo que vale la pena en la vida, lleva tiempo, así que de nada sirve impacientarnos en sobremedida. Como ya dijimos anteriormente, el éxito financiero es una carrera de obstáculos, no de velocidad.

¿Qué opinas sobre el tema tratado? Por favor comenta.


Gif creado por @piensocrates

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