Doradito

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Hola querida comunidad @cervantes, es primera vez que hago una publicacion en esta comunidad. Mi historia es de ficcion, espero sea de su agrado.

En un pueblo muy cercano a donde el mar se une con el rio. En la turbulencia de sus aguas,donde éstas se confunden las dulces con las saladas. En ese escenario, Yucaina realiza un salto alto, lanzándose desde una roca muy alta, cayendo en ese torbellino de aguas cruzadas. Los vecinos que viven en esa comunidad la admiran, porque solo ella lo hace. Esta joven, vive en una casa muy humilde con sus Padres: Raquel, Alcides y su hermano Azael. Ellos se dedican a la agricultura.

Un día llegó al embarcadero del rio, una canoa, cargada de diversos peces. Conducida a canaletes, por un joven. Todos los habitantes de esa comunidad y otras cercanas, corrieron a realizar sus trueques: cambiar yucas por pescados. Yucaina, llego con su hermano a efectuar esta forma de comercio.

Cuando El Joven la vio le guiñó un ojo, muy emocionado le dijo: ¡sabes una cosa, estás buenísima, como me la receto, el Doctor.! Ella sonrió, sus pómulos enrojecieron como la piel de la manzana madura. El joven le dijo: “dentro de esos peces va un regalo para ti”.La joven agregó: “no te creo”, con una sonrisa en sus labios rojos como el coral, se despidió.

En Cuanto llegó a casa, su padre le dijo: “hija arregla todos esos pescados” Inmediatamente lo hizo, observó que dentro de esos había un pescadito, muy pequeño de color rojo. Ella exclamó “¡esta vivo!;” buscó un frasco pequeño de vidrio, agregó agua del rio introduciéndolo dentro de él.

Al amanecer Yucaina, se levantó de su lecho, lo primero que hizo fue correr para el sito donde estaba el pescadito, se dio cuenta, que aún estaba vivo. Con mucho afecto Le dijo: “te llamare Doradito, alimentare y cuidaré de ti, como un niño”.

Transcurrieron varios meses, el pescado creció tanto, que tuvo que llevarlo al rio, a una poza muy oculta, donde ella se baña. Con él, en sus brazos, entabló una larga conversación: “te voy a depositar aquí, tengo la convicción que los peces grandes, no te comerán. Diariamente vendré a visitarte y a traerte comida. Siempre que venga te llamare de esta manera. Doradito, Doradito, mi amor, traigo lo que te ofrecí. Cuando escuches estas palabras, sales con seguridad de tu escondite”.

El pez ante tanta bondad, en agradecimiento, movió sus aletitas, ella lo beso, lo coloco dentro del agua, agitó sus manos y se marchó.

Pasaron los años, su hermano, notó que ella frecuenta el rio, varias veces al día, Azael, le pregunta “ ¿Por qué vas tanto al rio?" La Joven responde: “Te voy a contar un secreto que llevo, desde hace cuatro años.” El joven espabiló sus grandes ojos marrones similar al color del pelaje del oso pardo. Muy emocionado, acotó: !cuéntame!, ¡cuéntame!. Su hermana le dice: “jura por la memoria de mi abuela, que no me delatarás”. El coloca sus dos dedos índices en señal de Cruz, los besa y dice: ¡juro no decir nada! De inmediato la joven le conto todo lo que concierne a Doradito. Luego lo llevó a la poza donde está el pez. Yucaina, refutó: “espero que mantengas tu juramento”. Él contestó: ¡claro, así será¡. En armonía los dos regresaron a casa
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El año siguiente, el pueblo fue invadido por una plaga, que acabó con todos los cultivos y animales. No llovió durante ese tiempo, el río disminuyö, su caudal de agua a punto de secarse. Todo era un caos.

El papá de Azael, le dice “estamos a punto de perecer por el hambre, que estamos pasando, tu mamá tiene dolor de estómago. Si no le damos algo de comer, morirá.” Azael, entra en pánico, las manos le sudan, comienza a temblar de pies a cabeza. Su padre entra en estado de desesperación, le grita “¡¿Qué te pasa?!,! no me digas que tú y tu madre me van a abandonar.!”

El chico comienza a llorar y entre sollozos le cuenta a su padre el secreto de Doradito. Él le dice: “Sabes con exactitud en que parte del rio está el pez.”. El joven, responde ¡Sí!. Alcides dice: “Hay que ir a buscarlo, será nuestra salvación.”

El Joven con su padre se dirige al rio. Al Llegar al sitio, Azael lo llama: “Doradito, Doradito, mi amor, traigo lo que te ofrecí”. En segundos apareció el Pez, tuvieron que sujetarlo entre los dos, se resistía¸ por fin lograron sacarlo del rio, se lo llevaron a su casa, lo arreglaron, cocinaron y se lo comieron entre los cuatro. Que estaban ávidos de comida.

Al amanecer, Yucaina va camino al rio, al llegar, muy emocionada comenzó a llamar a su pez “¡ Doradito, .Doradito, mi amor, traigo lo que te ofrecí!” no atendió a su primer llamado, ni al segundo. Salió apresuradamente hacia su casa. Al llegar, un poco enfadada, le preguntó a su padre ¿Que pescado fue el que comimos ayer? Su padre le contesto” fue Doradito, las circunstancias nos obligaron hacerlo, de no ser así, tu madre hubiese muerto.” En ese instante, ella Sintió que la tierra se hundia a sus pies y se la tragaba. Se molestó con su padre, durante varios días.

El hambre continúa haciendo estragos en su estómago, el de su familia, los demás habitantes de su comunidad, y otras colectividades colindantes. Ella nuevamente retorna al rio, llora y le platica: “¡amigo! Siempre he estado, aquí, te suplico que les proporciones unos pescados, que tus aguas invadan los surcos de los terrenos que están desérticos, debido a la plaga y la sequía, para que vuelvan a nacer y reverdecer las plantas de yuca, con la finalidad de satisfacer las necesidades alimenticias de nuestra comunidad y las aledañas”.Luego, Yucaina se marchó, disipándose en la oscuridad de la noche, guiada por las luces de los cocuyos.

Murió la tarde, y con ella surge la noche. La familia de Yucaina está preocupada porque no regresó. Llovió torrencialmente durante toda la noche, hasta el amanecer.

En cuanto cesó la lluvia, Su familia y otros vecinos, salieron a buscarla. Fueron preguntando en las primeras casas, que encontraron. Una señora les informó: “Ayer, muy temprano, la vi que iba camino al rio.”

”Todos salieron corriendo hacia ese camino, tuvieron que ingeniársela, para poder pasar el rio, éste creció extremadamente, con una corriente, que los arrastró; muchos tuvieron miedo de seguir avanzando y retrocedieron. Alcides, su hijo y un grupo minoritario, prosiguieron la búsqueda, desafiaron, la corriente de ese afluente, sus esfuerzos fueron inútiles. Exploraron ese gigante desde su nacimiento hasta su final, y no la hallaron.

Su padre, no se conforma, en un acto de desesperación, la llama "¡Yucaina,¡ ¡Yucaina!, ¡mi vida!, ¿donde estas!", sus palabras se proyectan a través del Eco, sin obtener respuesta, El comienza a llorar, se dirige al rio, verbalmente lo desafía y pelea con el: “!dame razón de mi hija, acaso te la llevaste a tus profundidades!, “¡No seas canalla!, ¡Por favor devuélvemela!.” Alcides al no obtener solución, se siente deshecho, se resiste a abandonar la búsqueda.

Decide con su hijo, y el grupo que lo acompaña a explorar en las 20 mil hectáreas de terreno, donde se cultivan las plantas de yuca. Al llegar a ese sitio. Todos quedan asombrados, al ver toda esa gran extensión de tierra llena de esas plantas reverdecidas, con las yucas aptas para comer. Aunado a esto desaparecen las plagas.

Alcides no sabe que le dirá a su esposa al regresar a casa. Raquel al verlo llegar sin su hija, se queda petrificada, un escalofrió invade su cuerpo y empieza a temblar, se acerca lentamente a su esposo y le pregunta “¡¿Dónde está
mi hija?!” Alcides responde: “No la hallamos, buscamos en el rio, cuesta arriba y cuesta abajo, nuestros esfuerzos fueron en vano.” Ella, llora desconsolada. Su esposo la alienta, y le dice: “nuestra hija no ha desaparecido, está en el aire, en el rio y en las plantas.” Ella acota: “me conformare, viviré para recordarla."

La gente del pueblo, comenta: Yucaina fue una joven predestinada para transformarse en estas plantas, porque su nombre deriva de la Yuca. Alimento rico en carbohidratos y proteínas para la salud. Su Madre, hermano y padre, están orgullosos de ella, aunque no esté físicamente presente, se trasluce su esencia en esos cultivos.”

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Los dibujo son de mi autoría, fue editado en PicsArt.



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