Relato: La magia de la lectura

En algún lugar existió linda joven, que sin ver al mundo, viajó por todo él; les contaré cómo lo hizo: en Francia, existió una familia feliz, Antoine y Charlotte se casaron muy enamorados, vivían una vida soñada. Un día emocionada Charlotte, le cuenta a su esposo la maravillosa noticia que serían padres, lo que los puso muy felices por la llegada de su primogénito.

Llegó el anhelado momento del nacimiento de Emily, Pero se complicó el parto y Charlotte murió dando a luz. Antoine destrozado por aquel triste hecho, toma a su pequeña en brazos y se hizo totalmente cargo de su crianza y formación. El llanto por la pérdida de su amada, era incontrolable; pasaron los años y Emily se hizo una preciosa adolescente, amante de la lectura, su padre le enseñó el maravilloso arte de leer. Tenía una biblioteca gigante, habían miles de libros; él, al ver que su niña crecía y era muy hermosa, sintió miedo de perderla, decidió encerrarla en la biblioteca, Emily inocente y fascinada por lectura, no cuestionaba aquel encierro.

Cierto día le preguntaba a su padre por qué no la dejaba salir a la calle, quería conocer la aristocracia de su ciudad, tener amigos y compartir con ellos, necesitaba interactuar con otras personas. Allí Antoine comprendió que ya no podía retenerla más, así que realizó una gran fiesta en su honor para presentarla en sociedad.

Todos estaban sorprendidos con la belleza de Emily, pero sobre todo por su soltura al hablar y expresarse, la creían muy conocedora del mundo, porque su padre, pudiente como era, la había dejado viajar por el mundo en esos años en que no se le veía, pero ciertamente ella tenía una buena nave en la cual realizaba sus periplos: los libros, y así ella se los explicaba a los asistentes, como si en verdad hubiese viajado y conocido los países y lugares de los que hablaba con tanta soltura y sapiencia.