Si hay un lugar donde el clima es absolutamente caprichoso, es Margarita. En la isla puedes pasar en cuestión de minutos de un sol radiante a un cielo completamente nublado y lluvioso. Es más, puede estar lloviendo justo donde estás parado y unos metros más delante de ti estar el sol en todo su esplendor. Así de caprichosa y maravillosa es mi Isla.

Hace poco estuve visitando la población de Boca del Río, un pueblo de pescadores bastante distante de todo, y tuve la oportunidad de tomar estas preciosas fotografías en el malecón frente al Museo Marino, y comprobar una vez más lo caprichoso del clima, y poder ver en primera fila los hermosos matices que produce sobre el mar.

Cualquiera pudiese pensar que estas fotos fueron tomadas en días y momentos diferentes, por la variedad de colores, matices y tonalidades del cielo y por supuesto del mar, que no es más que un reflejo del otro, pero no, todas fueron tomadas el mismo día, en un tiempo no mayor de quince minutos.

Como ven, pasamos de un sol radiante a enormes nubarrones negros que de inmediato cambiaron por completo el tono de todo lo que nos rodea, incluido el mar. Puede verse el cambio a medida que las nubes grises se estacionaron, incluso puede verse lo que les hablo cuando les digo que puede llover donde estás parado y unos pasos más adelante el sol estar brillando completamente desentendido de la lluvia que cae a su lado.

Puedes ver el mar divido en dos tonos reflejando lo que el cielo nos regala. De un lado un sol maravilloso que hace que el mar brille hermosamente y en otra parte las nubes grises que oscurecen a su vez parte del mar. Pequeñas cosas que amo de vivir en este paraíso terrenal.

ENG

If there is a place where the weather is absolutely capricious, it is Margarita. On the island you can go in a matter of minutes from a radiant sun to a completely cloudy and rainy sky. What's more, it can be raining right where you are standing and a few meters away from you the sun can be shining in all its splendor. That's how capricious and wonderful my island is.

Recently I was visiting the town of Boca del Rio, a fishing village quite distant from everything, and I had the opportunity to take these beautiful pictures on the boardwalk in front of the Marine Museum, and to see once again how capricious the weather is and to see firsthand the beautiful shades it produces on the sea.

Anyone would think that these photos were taken on different days and at different times, because of the variety of colors, shades and hues of the sky and of course the sea, which is nothing more than a reflection of another, but no, they were all taken on the same day, in a time no longer than fifteen minutes.

We went from radiant sunshine to huge black clouds that immediately completely changed the tone of everything around us, including the sea. You can see the change as the gray clouds parked, you can even see what I am talking about when I tell you that it can be raining where you are standing and a few steps ahead the sun is shining completely unaware of the rain.

You can see the sea divided in two tones reflecting what the sky gives us. On one side a wonderful sun that makes the sea shine beautifully and on the other side the dark clouds that darken part of the sea. Little things that I love to live in this earthly paradise.