Las sombras de la noche pueden ocultar muchas cosas, entre ellas el misterio de lo ocurrido a una pequeña niña y sus causas

  As every night, Abigail, the protective nanny, takes little Elisa to her room to tuck her in and tell her a fairy tale, while the touch of Morpheus reaches her forehead to caress her and plunge her into a deep restful sleep. The blonde-haired girl is as pale as the white woolen sheets that shelter her, her sky-colored eyes glowing in the gloom with the glow of the faint flame in the wax candle that illuminates from a corner.

  She is the heiress of a great family fortune from her mother, who unfortunately lost her own birth to a hemorrhage that the midwife could not control, which has caused her trauma throughout her short life, since her father, a man of coarse manners, dedicated to hunting, has always seen her as the one responsible for her mother's death, has always seen her as the one responsible for the death of his great love, so he treats her with such bitter contempt that, it could be said, they were bad energies from his eyes throwing curses against his own daughter, something that in principle might sound crazy, but that make her a perfect target for any malevolent entity that wants to put his hand on her.

  Abigail is a middle-aged woman from New Orleans, the trust that Elisa's mother had in the young brunette, who grew up with her was infinite, a very special feeling united them, far beyond a simple friendship, it could be said that they were sisters intertwined by fate in the same direction, so on her deathbed, she named her as Elisa's protector until she came of age, being the only person responsible for her upbringing, education, protection and maintenance, having full disposition of a large family dowry that is released from the great fortune every month to cover her expenses, something that annoyed even more the detestable husband, who gradually fell into alcoholism along with life with women in brothels and who now, at all costs, seeks to take possession of the money, caring very little about his daughter.

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  The shadow of night deepens, in the middle of the pressing solitude of the large room in the mansion where the girl sleeps peacefully, suddenly the air becomes cold, a frost of ice begins to manifest itself on the walls, creaking and expanding like a stain until it clouds the immense windows, something moves in the outskirts jumping between the willow trees that adorn the gardens of the property, a window sash opens slowly producing the creaking in the iron hinges numbed by the icy atmosphere, In the half-light a dark silhouette floats inside the room, barely revealing an ancient tunic-like garment that covers her head, slowly a sharp black claw extends towards Elisa's face, who continues sleeping innocently, until she wakes up violently when the specter stands over her, holding between its powerful hands the little face of the infant, who feels how her vital essence escapes without being able to scream or move, just staring at the disturbing red eyes.

  The next morning, the girl's lifeless body was found in the room by the cleaning lady. But something was definitely not right, it was not a natural death despite it seemed so, the room is full of a yellowish dust with a detestable smell, the glasses looked wet and the expression of the corpse was certainly frightening, in her face was captured the deep terror that she surely felt before dying.

  After a couple of hours of the macabre discovery, finally Abigaíl arrived at the site, to the surprise of many, the devoted nanny had a rather disturbing expression of sobriety, for those who believed her to be a kind and caring woman who took extreme care of the little girl, but this time her harpy look revealed her macabre intentions, when standing in front of the remains she produced a gesture of satisfaction, realizing that a clause in the will would make her full administrator of the assets and would finally be fulfilled without further limitations in the definitive absence of Elisa. With a calm attitude, she sat down on the bed to caress the face of the deceased, while she slyly removed a small bag of witchcraft that she had placed under the pillow the night before.

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This story is fictional and does not represent anyone in particular.

This is an Original Story written by @susurrodelmisterio for Hive

Bajo la Almohada

  Como cada noche, Abigaíl, la nana protectora lleva a su cuarto a la pequeña Elisa para arroparla y contarle un cuento de hadas, mientras llega a su frente el toque de Morfeo para acariciarla y sumirla en un profundo sueño reparador. La niña de cabellos rubios es tan pálida como las sábanas de blanca lana que la abrigan, sus ojos color cielo resplandecen en medio de la penumbra con el brillo de la débil llama en la vela de cera que ilumina desde una esquina.

  Ella es la heredera de una gran fortuna familiar proveniente de su madre, a quien lamentablemente perdió producto de su propio nacimiento ante una hemorragia que la partera no pudo controlar, lo cual le ha provocado un trauma durante toda su corta vida, ya que su padre, un hombre de toscos modales, dedicado a la cacería, siempre la ha visto como la responsable de la muerte de su gran amor, por eso, la trata con un desprecio tan amargo que, podría decirse, eran malas energías desde su mirada lanzando maldiciones contra su propia hija, algo que en principio pudiera sonar disparatado, pero que la hacen un blanco perfecto de cualquier ente malévolo que quiera ponerle la mano encima.

  Abigaíl, es una mujer de mediana edad proveniente de New Orleans, la confianza que la madre de Elisa tenía en la joven trigueña, que se crió junto con ella era infinita, un sentimiento muy especial las unía, mucho más allá de una simple amistad, podría decirse que eran hermanas entrelazadas por el destino en un mismo rumbo, por eso en su lecho de muerte, ella la nombró como protectora de Elisa hasta que cumpliera la mayoría de edad, siendo la única persona responsable de su crianza, educación protección y manutención, teniendo plena disposición de una dote familiar cuantiosa que se libera de la gran fortuna cada mes para costear sus gastos, algo que le molesto todavía más al detestable esposo, quien cayó paulatinamente en el alcoholismo junto a la vida con mujeres de prostíbulos y que ahora, a toda costa busca adueñarse del dinero importándole muy poco su hija.

  La sombra de la noche se hace más profunda, en medio de la soledad apremiante del gran cuarto en la mansión donde la niña duerme plácidamente, de repente el aire se torna frío, una escarcha de hielo comienza a manifestarse en las paredes, crujiendo y expandiéndose como una mancha hasta nublar los inmensos ventanales, algo se mueve en las afueras brincando entre los árboles de sauce que adornan los jardines de la propiedad, una hoja de la ventana se abre lentamente produciendo el rechinar en las bisagras de hierro entumecido por el helado ambiente, en la penumbra una silueta oscura flota dentro del cuarto, dejando apenas ver un ropaje con forma de túnica antigua que le cubre la cabeza, con lentitud una filosa garra negra se extiende hacia el rostro de Elisa que continúa inocente durmiendo, hasta despertar violentamente cuando el espectro se sitúa sobre ella, sosteniendo entre sus poderosas manos el pequeño rostro de la infanta, que siente como escapa su esencia vital sin poder gritar o moverse, solo mirando unos perturbadores ojos rojos fijamente.

  A la mañana siguiente, el cuerpo sin vida de la niña fue encontrado en la habitación por la encargada de limpieza. Pero algo definitivamente no estaba bien, no fue una muerte natural a pesar de parecerlo, la habitación está llena de un polvo amarillento con un olor detestable, los vidrios se veían húmedos y la expresión del cadáver sin duda era espantosa, en su rostro quedó plasmado el profundo terror que de seguro sintió antes de morir.

  Luego de un par de horas del macabro hallazgo, finalmente Abigaíl llegó al sitio, para la sorpresa de muchos, la abnegada nana tenía una expresión de sobriedad bastante perturbadora, para quienes la creían como una mujer amable y bondadosa que cuidaba al extremo de la pequeña, pero esta vez su mirada arpía develó sus macabras intenciones, cuando al pararse frente a los restos produjo un gesto de satisfacción, comprendiendo que una cláusula en el testamento la haría plena administradora de los bienes y finalmente se cumpliría sin más limitaciones ante la ausencia definitiva de Elisa. Con una actitud tranquila se sentó en la cama para acariciar el rostro de la difunta, mientras retiraba disimuladamente, una pequeña bolsa de brujería que había depositado bajo la almohada la noche anterior.

Esta historia es ficticia y no representa a nadie en particular.

La Investigación, Redacción e Historia es contenido original de calidad creado por @susurrodelmisterio para HIVE.

Esta historia esta dedicada a mi amigo @yonnathang quien me inspiro para escribirla. Un Abrazo.

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