presencia inusual / unusual presence [Eng-Esp]

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An evening walk was soothing to Madeline as she was seen in an all black hoodie trailing slowly down the street with headphones on. She was often seen every evening walking till almost 7pm when she'll return home with red eyes and lock herself indoors till the next evening.

She had a particular spot in the woods where she sat to enjoy the evening breeze every time during her walk sessions.

Madeline was always seen in black hoodies, she is a girl in her early twenties but has got no family history trace nor does she socialize with people or neighbors. She enjoyed walking, listening to music and talking to herself.

During this evening walk of hers, the sun must have totally gone down before she stepped out. Her neighbors spied on her each time she stepped out of her house which looked like an assassin's lair. They always had something to whisper within themselves whenever they saw her pass by but Madeline didn't care, she'll ignore their gossip and walk with her headphones on to avoid distractions.

One evening while she sat at her favorite spot in the woods enjoying the cool breeze and the already dark clouds she felt an unusual presence behind her and before she could turn to see who it was, a sack had been thrown over her face and she was carried away.

Madeline didn't scream nor did she struggle at her captive; she stayed calm till she got to his destination, still jamming to whatever song she was listening to.

He dropped her on the floor, taking off the sack giving her a mischievous smile which she totally ignored and kept fiddling with her phone. He got furious at how little she cared about whatever he was doing which caused him to snatch the phone off her hands smashing it to the ground but Madeline still remained calm.

"Just like her father, he was this calm before I murdered him", he says grinning wickedly revealing his colored dentition, "you have no where to run to now you daughter of a vamp living amongst humans" he says triumphantly unsheathing his sword that was fastened to his waist.

Madeline remained unwavered as she only gave him a straight look and suddenly began to laugh contagiously as if she was watching a comic film. This act of hers got her captor even more furious. "Listen Madeline, you're stuck in here and there's no means of escape for you".

Instead of being intimidated, she laughs again, paces around the small dimly lit room and suddenly halted. She straightened up with a wide grin "but I'm stuck in here with you" in a flash of seconds faster than anyone could comprehend, he was found unarmed and pinned against the wall, his own sword being held out against his throat.

"Say your last prayers" she whispered into his ears and before he could utter a word, she cut dip into his throat with the same sword he had earlier held out against her, blood trickled, splashing on the wall and she let his body drop to the floor. She sniffed the blood on the sword and licked it.

With haste she made out of the little tight building. She somehow found her way back home before it was morning. A vampire wasn't to be seen roaming in daylight. She opened her door slowly, entered the house and fastened the door before heaving a sigh of relief.

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ESPANOL

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Un paseo vespertino tranquilizaba a Madeline cuando se la veía con una sudadera negra con capucha arrastrándose lentamente por la calle con los auriculares puestos. Se la solía ver todas las tardes paseando hasta casi las siete, cuando volvía a casa con los ojos enrojecidos y se encerraba en casa hasta la noche siguiente.

Tenía un lugar particular en el bosque donde se sentaba a disfrutar de la brisa nocturna cada vez que daba un paseo.

A Madeline siempre se la veía con sudaderas negras, es una chica de poco más de veinte años pero no tiene ningún rastro de historia familiar ni se relaciona con la gente o los vecinos. Le gustaba pasear, escuchar música y hablar sola.

Durante este paseo vespertino, el sol debió de ponerse por completo antes de que ella saliera. Sus vecinos la espiaban cada vez que salía de su casa, que parecía la guarida de un asesino. Siempre tenían algo que susurrar entre ellos cada vez que la veían pasar, pero a Madeline no le importaba, ignoraba sus cotilleos y caminaba con los auriculares puestos para evitar distracciones.

Una tarde, mientras estaba sentada en su lugar favorito del bosque, disfrutando de la brisa fresca y de las nubes ya oscuras, sintió una presencia inusual detrás de ella y, antes de que pudiera girarse para ver quién era, le arrojaron un saco sobre la cara y se la llevaron.

Madeline no gritó ni forcejeó con su cautivo; permaneció tranquila hasta que llegó a su destino, todavía atascada con cualquier canción que estuviera escuchando.

La dejó caer al suelo, quitándole el saco y dedicándole una sonrisa pícara que ella ignoró por completo y siguió jugueteando con su teléfono. Se puso furioso al ver lo poco que le importaba lo que estaba haciendo lo que hizo que le arrebatara el teléfono de las manos rompiéndolo contra el suelo pero Madeline seguía tranquila.

"Al igual que su padre, él estaba así de tranquilo antes de que lo asesinara", dice sonriendo malvadamente revelando su dentadura de color, "no tienes a donde correr ahora hija de un vampiro que vive entre humanos" dice triunfante desenvainando su espada que estaba sujeta a su cintura.

Madeline permaneció impertérrita ya que sólo le dirigió una mirada directa y de pronto comenzó a reírse contagiosamente como si estuviera viendo una película cómica. Este acto suyo enfureció aún más a su captor. "Escucha Madeline, estás atrapada aquí y no hay forma de escapar para ti".

En lugar de dejarse intimidar, se ríe de nuevo, da una vuelta por la pequeña habitación poco iluminada y se detiene de repente. Se enderezó con una amplia sonrisa "pero yo estoy atrapado aquí contigo" en un instante de segundos más rápido de lo que cualquiera podría comprender, se encontró desarmado e inmovilizado contra la pared, con su propia espada puesta contra su garganta.

"Reza tus últimas oraciones" le susurró al oído y antes de que pudiera pronunciar una palabra, le cortó la garganta con la misma espada que él le había tendido antes, la sangre goteó, salpicando la pared y ella dejó que su cuerpo cayera al suelo. Olió la sangre de la espada y la lamió.

Se apresuró a salir del pequeño y estrecho edificio. De alguna manera encontró el camino de vuelta a casa antes de que amaneciera. Un vampiro no debía ser visto vagando a la luz del día. Abrió la puerta lentamente, entró en la casa y cerró la puerta antes de soltar un suspiro de alivio.