[ESP - ENG] BITÁCORA

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Foto de Austin Neill en Unsplash

Feliz el pueblo cuya historia se lee con aburrimiento.

— Montesquieu


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El aire se hacía más espeso en aquella mañana marítima, mientras escribía mis andanzas en mi bitácora de aventuras, sentí una sensación pesada sobre mi pecho. El viento empezó a cambiar convirtiéndose en vendavales hostiles. Las nubes se ennegrecieron y se rellenaron de ira.

—¡Viene una tormenta! —Gritó uno de los bucaneros, pero dentro de mis entrañas sabía que no era solo eso, sino que algo más retorcido venía acompañado de aquel clima enfurecido.

Tan enojado como las ráfagas que golpeaban las velas, y hacían que las olas tambalearan como en una danza mortal nuestro barco, venía desde lejos un galeón negro proveniente de las mismas profundidades.

Mi corazón se estremeció y por un momento pensé que se detendría. ¡Era él, estaba seguro de ello! Su presencia era inconfundible, incluso los remolinos repentinos del mar emergieron ante su llegada.

Pude escuchar sus gruñidos desde el cabezal, como si la misma tormenta los dirigiera. Llevaba su espada alzada en mano y su traje típico para matar. Su cabellera negra y rizada estaba cubierta de coral y sal, y sus ojos parecían vidriosos como los de un pescado ciego.

Todo pude divisarlo desde el tormento de mi ubicación. «¡Ha vuelto!» evoqué para los sietes mares. Le pedí a los dioses de los abismos que me protegieran ese día, pues no quería ser víctima de la venganza arrasadora del Corsario Negro de Zanzíbar.

Hace una década aproximadamente, se le consideraba un «Cazador de piratas», era temido desde los extremos cálidos de los océanos, hasta los ponientes fríos e inhóspitos. Se dice que ha decapitado a muchos piratas durante sus días de gloria, y sus cabezas las guardaba en una cabina que tenía en su galeón. Bajo el mandato del rey de Zanzíbar, el Corsario Negro se introducía hasta en los mares más bravos, solo para buscar la sangre de sus víctimas.

Un día, los jefes piratas más hostiles se reunieron para capturarlo. Sus planes se basaban en atacarlo hasta que perdiera los recursos. Recuerdo que fueron batallas de varios días, el Corsario Negro se resistió a rendirse; su voluntad era más poderosa que un torbellino. Sin embargo, los constantes ataques doblegaron su alma y fue capturado precisamente por mi señor pirata: «Monsieur LeBlanc».

En aquel entonces yo era un grumete, que presenció la ejecución del Corsario Negro. Todos los señores piratas estaban reunidos en el barco de mi señor. El Corsario Negro se hallaba amarrado en un mástil. Agitaba su cabeza y movía sus dedos; aun luchando a pesar de que todo estaba perdido para él. Todos bebían y alzaban sus jarras con cerveza esperando el momento propicio para la ejecución. Un verdugo se acercó lentamente preparado para terminar con todo.

Recuerdo que ese día las nubes negras se arremolinaron. El Corsario Negro miraba al cielo moviendo sus labios como conjurando algo. El verdugo alzó su enorme espada y con fuerza decapitó al Corsario. La cabeza fue recogida por un grumete, el cual la alzó ante todos en modo de burla.

Todo había terminado por fin, o eso creyeron los señores piratas. El cuerpo del Corsario Negro fue lanzado al mar, esperando a que fuese devorado por tiburones, pero muchos creen que no fue así.

Se dice que antes morir le pidió un deseo a los dioses de las profundidades para cobrar su venganza, otros alegan que sus restos fueron recogidos por una bruja del mar, los cuales regeneró y alimentó con azufre y piel de anguila de los abismos, hasta que obtuvieron la forma adecuada.

Sea como sea, años después, aparecieron rumores de un barco fantasma guiado por una neblina gris. Dejé de ser un grumete para convertirme en el capitán del barco de Monsieur LeBlanc. Mi lealtad y nobleza me permitieron gran escala hasta conseguir mis objetivos, pero también los problemas y las deudas, y una de ellas vino por mí con fatalidad.

Los cañones fueron certeros y comenzaron a destruir las vertientes. La sangre bucanera tiñó el mar; una vez más. Las olas devoraron los restos del cuerpo de mi barco que se desangraba. Los mástiles caían y las velas se desgarraban como mi corazón. Mi historia se resumió en un papel; con letras que no pude terminar. Las hojas fueron pisoteadas por una bota negra con punzante tacón. Lo último que vi esa mañana, fueron los ojos encendidos de aquel que aterrorizó los siete mares.

FIN

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Happy the people whose history is read with boredom.

— Montesquieu


The air was getting thicker on that maritime morning, as I was writing my adventures in my adventure log, I felt a heavy sensation on my chest. The wind began to change into hostile gales. The clouds blackened and filled with anger.

"A storm is coming!'' shouted one of the buccaneers, but in my gut, I knew it wasn't just that, something more twisted was coming along with the angry weather.

As angry as the gusts that struck the sails, and made the waves lurch as in a deadly dance our ship, there came from afar a black galleon from the very depths.

My heart thudded and for a moment I thought it would stop, it was him, I was sure of it! His presence was unmistakable, even the sudden eddies of the sea emerged at his arrival.

I could hear his grunts from the headboard as if the storm itself was directing them. He carried his sword raised in hand and his typical killing attire. His curly black hair was covered with coral and salt, and his eyes looked glassy like those of a blind fish.

All I could make out from the torment of my location. "He's back!" I evoked for the seven seas. I asked the gods of the abysses to protect me that day, for I did not want to fall victim to the ravaging vengeance of the Black Corsair of Zanzibar.

A decade or so ago, he was considered a "Pirate Hunter", he was feared from the warm ends of the oceans to the cold and inhospitable west. He is said to have beheaded many pirates during his glory days, and their heads were kept in a cabin on his galleon. Under the command of the King of Zanzibar, the Black Corsair would enter even the roughest seas, just to seek the blood of his victims.

One day, the most hostile pirate chiefs gathered to capture him. Their plans were based on attacking him until he lost his resources. I remember that they were battles of several days, the Black Corsair resisted surrender; his will was more powerful than a whirlwind. However, the constant attacks bent his soul and he was captured precisely by my pirate lord: "Monsieur LeBlanc".

At that time I was a cabin boy, who witnessed the execution of the Black Corsair. All the pirate lords were gathered on my master's ship. The Black Corsair was tied to a mast. He was shaking his head and wagging his fingers; still fighting even though all was lost for him. Everyone was drinking and raising their mugs of ale, waiting for the right moment for the execution. An executioner slowly approached ready to end it all.

I remember that day the black clouds swirled. The Black Corsair was looking at the sky moving his lips as if conjuring something. The executioner raised his huge sword and forcefully decapitated the Corsair. The head was picked up by a cabin boy, who held it up to everyone in mockery.

It was all over at last, or so the pirate lords thought. The body of the Black Corsair was thrown into the sea, waiting to be devoured by sharks, but many believe it was not.

It is said that before dying he made a wish to the gods of the depths to collect his revenge, others allege that his remains were collected by a sea witch, which regenerated and fed with sulfur and eel skin from the abyss until they obtained the proper form.

Be that as it may, years later, rumors of a ghost ship guided by a gray mist appeared. I ceased to be a cabin boy to become the captain of Monsieur LeBlanc's ship. My loyalty and nobility allowed me great scale until I achieved my goals, but also troubles and debts, and one of them came for me with fatality.

The cannons were accurate and began to destroy the slopes. Buccaneer blood stained the sea; once again. The waves devoured the remains of the body of my bleeding ship. The masts were falling and the sails were tearing like my heart. My story was summarized on a piece of paper; with letters I could not finish. The leaves were trampled by a black boot with a sharp heel. The last thing I saw that morning, were the burning eyes of the one who terrorized the seven seas.

THE END

Texto traducido con Deepl | Text translated with Deepl



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Una tremenda historia de piratas. La magia y el mito mezclados para darle más exquisitez a la narración. Estás historias sin de mis favoritas ya que no tienen límite en lo que se puede imaginar. Siempre un gusto leer tus historias tan ingeniosas.
Gracias por compartir.
Buen día.

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Gracias, amigo. Las historias del mar son fascinantes y tenía antojo de idear una. Me alegra que te haya gustado la mía. Que tengas una feliz tarde.

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Las historias de piratas siempre son fascinantes de leer. Este relato no es la excepción. Buen trabajo, hermano. Saludos.

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I am impressed to read your article. The way how you started to say seemed very attractive to me and I enjoyed each line. No more words. I think I expressed already how I felt😅.
!PIZZA

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Ha ha ha. I'm glad you liked it. It's nice to provoke those feelings.

Thanks for reading and for that piece of pizza.

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