E S P A Ñ O L

PARTE FINAL

Experimento terminado

Comenzaron a sonar alarmas de sirenas y campanas de hierro. Sonaban en todas partes desde puntos lejanos de donde nos encontrábamos. Automóviles de asalto arribaban con rapidez hacia nuestro encuentro, bajando de ellos hombres uniformados con ropa especial de combate.

—¡Hacia atrás, rápido! Ahora nosotros nos encargaremos de esto—. Vociferó Frank sujetando su rifle con fuerza. Papá y yo hicimos caso y llevamos a nuestra madre a un lugar seguro. Nos aseguramos junto a los autos de asalto y vislumbramos la gran batalla que estaba a punto de librarse.

Frank hacia señas a los soldados mientras el monstruo de calabaza se reincorporaba. Su cabeza se recuperaba rápidamente de la detonación que había recibido, mientras a lo lejos, el anciano loco del Gran Vigía chillaba oraciones corriendo hacia la criatura.

—Mi señor, Hombre Calabaza, ¡acabe con ellos! ¡Perdona a Brasazul de las ignominias de estos extranjeros! —. El anciano se arrodilla frente a los pies de madera podrida del monstruo y se queda inerte. La criatura lo observa por un segundo y, con uno de sus horrendos brazos de liana, toma al anciano y lo eleva.

El Gran Vigía gritaba despavorido mientras era tragado por el Hombre Calabaza. Todos quedamos en suspenso al escuchar los horrendos sonidos que hacía aquella abominación al comer. Al terminar su alimento, el monstruo se irguió llenándose de energía y quiso ir por más.

Caminó hacia los soldados. Frank ya estaba en alerta. Todos apuntaron hacia el monstruo y, con solo un movimiento de las manos de Frank, abrieron fuego sin parar. Balas, misiles, proyectiles de ondas expansivas, todos detonaron sobre el cuerpo pútrido de la criatura. El monstruo retrocedía y rápidamente era reducido al suelo. Mientras estaba sometido, Frank hizo otra seña con sus manos.

—¡Dense prisa! —Ordenó y todos inmediatamente sacaron máscaras de gas y se las colocaron. El monstruo emitió una gran cantidad de vapor verde que se fue expandiendo rápidamente hacia donde nosotros estábamos. Mis padres y yo quedamos sofocados hasta que perdimos la consciencia.

Recobré el conocimiento lentamente, una máscara de oxígeno cubría mi rostro mientras un paramédico estaba a mi lado tomando mi presión. Quise levantarme lentamente, pero los músculos me dolían mucho.

—Tranquilo, muchacho, hazlo despacio—. Advirtió el paramédico que me atendía. Era un hombre amable, joven, alto y de piel morena. Me sujetó del cuello y me ayudó a sentarme en la camilla. Me despojó despacio de la máscara de oxígeno, lo miré a los ojos y le pregunté por mis padres.

—No te preocupes, te llevaré con ellos. Hace rato que despertaron, solo debo asegurarme de que puedes caminar—. Aclaró.

Me sujetó del brazo y comencé a mover los pies uno delante del otro. Sentía las piernas acalambradas al principio, pero rápidamente comencé a recuperar la movilidad.

—Muy bien, amigo, vamos con tus padres—. Salimos de la cabina y los vislumbré a ambos, sanos y salvos.

—¡Esteban! —Gritó mi madre de la emoción y se abalanzó a mí dándome un fuerte abrazo—. Oh, hijo, perdóname por no haberte dicho nada. Esto era lo que quería evitar, sin embargo, todo fue peor, pero me alegro que saliéramos ilesos de esta.

Junto a mi padre se hallaba Frank, el agente del gobierno que nos salvó la vida.

—Bien, creo que ya no tendremos que preocuparnos por este asunto—. Aseveró Frank—. Vamos a tener que reubicarlos, y ya saben, ni una palabra a nadie sobre esto.

—Lo sabemos perfectamente, Frank—. Apuntó mi padre. Después, Frank se retiró hacia el fondo del pasillo.

—¿Qué pasará con Brasazul? ¿Y qué pasó con el monstruo?

—La gente de Brasazul finalmente será desintoxicada y en supervisión—. Explicó mi madre—. El monstruo será reubicado en las instalaciones secretas del gobierno.

—No lo entiendo… ¿El gobierno siempre supo de Brasazul y el monstruo que habitaba allí?

—Esteban, el gobierno creó a ese monstruo—. Aclaró mi padre—. Era un experimento que necesitaban madurar por mucho tiempo, sin embargo, para que esa criatura sobreviviera, requería de un ambiente extenso, natural y fértil en el cual subsistir.

—Con el pasar de los años, —prosiguió mi madre— se fue convirtiendo en la criatura monstruosa que viste. Lamentablemente, la gente de Brasazul pagó las consecuencias, ya que la criatura los manipulaba con una sustancia que segregaba sobre los cultivos. Tu padre y yo no éramos controlados ya que fuimos elegidos por el gobierno para evitar que las cosas se extendieran más allá. Sin embargo, todo se salió de control, pero supongo que esa parte ya la sabes.

—Lo sé… pero, ¿si la gente se estaba volviendo loca por culpa del monstruo, por qué el gobierno no hizo nada para evitarlo?

—Porque les interesaba más terminar el experimento que la vida de esas personas, no obstante, la sustancia ingerida por los lugareños, no solo los dejaba a merced del monstruo, sino que también les proporcionaba una excelente salud. Ese era el objetivo del gobierno, crear un nuevo fármaco que nos hiciera inmunes a enfermedades incontrolables y letales.

Lo que explicaban mis padres era una locura. No conocí a mi padre por diecisiete años porque era un agente del gobierno que supervisaba una zona escondida, donde además yacía un monstruo que era un experimento. ¿Acaso las cosas podrían sonar más enredadas?

—Si el monstruo controlaba a la gente de Brasazul con esa sustancia, ¿no tienen miedo de que usen ese fármaco para hacer lo mismo con las personas que lo ingieran?

—Los efectos no son duraderos, hijo—. Respondió mi madre—. Las personas tendrían que tomar el fármaco diariamente para ser manipuladas. Esto es algo que nadie sabe, y si se llega a descubrir podría ser catastrófico.

Catastrófico…, sería más que eso, significaría el fin del mundo. Todo lo que he descubierto hasta ahora aún me deja boquiabierto, sin embargo, estaba feliz de haberme reunido con mis dos padres.

—Vayamos por algo de comer mientras esperamos para salir de aquí—. Propuso mi papá.

—Sí, estoy muy hambrienta. Ven, Esteban.

Un fármaco con la capacidad de controlar a las personas. Definitivamente, si mucha gente lo descubriera, el mundo se convertiría en un caos.

FIN

Escrito por @universoperdido. 12 de Agosto del 2022