Entrada al Concurso de microrrelato de ciencia ficción de Literatos | Distorsión en el espacio

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Esta publicación fue hecha a partir del concurso de Literatos sobre ciencia ficción.
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Jeremy Thomas | Unsplash


Un viaje cargado de adrenalina y quizás sin retorno. William se había preparado durante toda su vida para atestiguar los misterios del universo. Estaba claro que habría todo tipo de problemas, incluso un desastre.

Creyó en su intelecto, en los conocimientos enfocados en la ciencia y dejó caer al vacío las creencias inculcadas sobre un dios. También dejaría a su familia, allí en la Tierra, lugar perfecto del que se buscaba su similar. Gravísimo error, las consecuencias de sus decisiones cambiarían la realidad en algo totalmente absurdo e incomprensible para la mente humana.

Ya era muy tarde. La tecnología había permitido que se pudiese viajar a años luz y con una tripulación reducida. William tenía otros tres acompañantes a cargo. El puesto de liderazgo en esa nave pesaba tanto como la masa de cualquier planeta. Pero ese no era realmente el problema, había combustible suficiente como para ir y regresar en poco tiempo.

Lo que realmente significaba una decisión drástica era dirigirse hacia un planeta en el que el espacio-tiempo estaban afectados y que para llegar allí existía la remota posibilidad de que, la singularidad, colapsara su nave por efecto de una densidad relativamente infinita.

Pensaron en que si aumentaban la propulsión de su mayor descubrimiento, las partículas de plasma, en conjunción con el combustible, podrían pasar el horizonte de sucesos. Este planeta era similar a un agujero negro, con algunas diferencias que lo hacían más permisivo. Sin embargo, este sería un punto de no retorno y aunque lograsen pasar ese infierno espacial, todo sería en vano.

La nave comenzó a arder tanto por la velocidad en la que viajaban como el continuo uso del combustible. Sentir esa desesperación de que en cualquier momento todo pudiese explotar y arder en llamas se convertía en un destino final.

En medio del trayecto reciben un llamado desde la Tierra con una gran interferencia. Mientras un miembro de la estación espacial pedía los reportes de la expedición, los tripulantes de la nave Nodriza comenzaban a descomponerse por el terrible calor, incluso a desmayarse.

En ese instante es que se escucha una voz de una chica adolescente por sobre la del general. William preguntó de quién se trataba y por qué mencionaba su nombre. A lo que le respondió que se trataba de su hija, Clarissa.

Fue muy impactante la noticia que recibió al punto de sentirse desmoronado por completo. No hacía mucho había dejado atrás a una bebé que había sostenido en brazos con mucho amor y en cuestión de unas horas ya estaba a punto de convertirse en una mujer.

El destino quiso ser así y tal vez algo infirió en su elección. Los tripulantes continuaron a través de ese túnel del tiempo encontrándose con lo que había al final. Un planeta oscuro en el que no se hallaba ningún rastro de luz, es decir, habían sido parcialmente absorbidas.

Desde allí solo lograba verse el agujero por el que ingresaron. Una perfecta vista al futuro de las próximas civilizaciones.


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"En el futuro, la imaginación será el recurso más valioso.
Sólo lograremos sobrevivir quienes más veamos en lo imposible, lo posible"
- @vikvitnik



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3 comments
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Hola muy bueno, lo disfrute bastante, espero que la visión del oscuro futuro de la humanidad no se cumpla, pero al parecer hacia allá vamos con pasos agigantados.
Un placer leerte.
Feliz día

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