Hispaliterario 14 / El Mundial De La Paz - The World Peace

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El Mundial De La Paz

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Mi nombre es Albert, nací en la región alemana de Baviera, específicamente en una pequeña ciudad llamada Coburgo, un lugar con mucha historia y de un estilo medieval que se conserva hasta nuestros días, para el año 1942 yo era un joven de apenas 16 años y los tambores de la guerra resonaban con mucha intensidad, el conflicto ya era de escala internacional y los jóvenes de mi edad éramos reclutados a la fuerza para ir a los campos de batalla, poca a poco la esperanza de un futuro feliz se iba diluyendo en la oscuridad de las batallas encarnizadas y los enfrentamientos ideológicos.

Una noche tranquila mi madre apago la radio y un profundo sueño invadió mi ser, de un momento a otro el ruido de miles de personas me hizo abrir los ojos y al darme cuenta estaba en una tribuna abarrotada, el escenario era el mítico estadio olímpico de Berlín, el mismo que años antes fue sede de la cita deportiva interdisciplinaria mas grande del mundo, yo estaba un poco desorientado pero al prestarle atención a los acontecimientos me fije como por el túnel del estadio salía u caballero vestido de traje portando la mítica copa Jules Rimet, se trataba de la inauguración del mundial Alemania 1942, una cita internacional que se celebraba en un país en paz y tolerante, un continente unido y en el más profundo sentimiento de fraternidad.

Entre los comentarios de la gente podía escuchar que era el mundial de la paz, un torneo en donde se enfrentarían naciones políticamente opuestas, pero que serviría para sellar el más profundo espíritu de tolerancia, las naciones de oriente y occidente lucharían con todo dentro de los limites del futbol y los aficionados de todas las razas religiones y preferencias se deban cita por igual en las diferentes sedes mundialistas, en mi mente pasaron los días, las imágenes se veían a veces de forma muy rápida, poco a poco los países se fueron eliminando entre sí, las tensiones iban aumentando y el mundial de la paz parecía que iba a fracasar.

Pero resulta que todo llegaría a su punto culminante cuando en la final chocarían Alemanes y Franceses en un duelo sin precedentes y que traía consigo una carga política y social enorme, el himno alemán se escuchaba con fuerza en las voces de miles de personas, mientras que la Marsellesa iba de forma imparable penetrando los oídos de todos los presentes. Comenzaría el juego, Alemania anotaría primero, luego los franceses y así trascurriría un partido lleno de emoción y optimismo, como dato anecdótico las selecciones de las naciones que participaron aun estaban presentes en el estadio como espectadores alzando sus banderas y portando sus respectivos colores. Pasaron los minutos y el marcador no se movía, llego y se fue el tiempo reglamentario, la prórroga, el gol de oro y nada, pero más increíble aun fue ver como las tandas de penales quedaban siempre empatados.

Algo sobrenatural se había apoderado del juego, los ánimos en las tribunas ya se estaban caldeando y la desesperación iba a acabar con el magno evento, pero de un momento a otro el cansancio ya se había a apoderado de los jugadores quienes ya no podían ni caminar, en eso el capitán francés se cerca al alemán y luego de un cruce de palabras ambos se acercaron al joven español que fungía de arbitro principal después de unos minutos de tención era de suponer que el juego se aplazaría, pero para sorpresa de muchos el árbitro pitaría el final y proclamaría que las selecciones de Francia y Alemania serian consagradas como campeonas del mundo de la edición 1942, lo cual al principio resulto muy sorpresivo, pero al mismo tiempo genero gran euforia entre todos los presentes y mas aún cuando en el palco de honor el canciller alemán y el presidente francés estrecharon sus manos en símbolo de unión y paz.

Esa había sido la ultima batalla librada entre alemanes y franceses, al día siguiente la paz era la ganadora y el mundo tenia un respiro, el mundial de 1942 fue la mas grande proeza de la humanidad y el deporte la gran herramienta de conciliación. Pero no todo podía ser tan maravilloso, de pronto mi un gran agite estremeció mi cuerpo, la imagen de mis ojos se volvió oscuridad y los gritos de mi madre me despertaron, La Wehrmacht había llegado a nuestro vecindario a reclutar, mi mama me lanzo de forma repentina en un sótano improvisado en la habitación y sobre la puerta lanzo una alfombra para evitar que me descubrieran, ella luchaba por mi vida y yo de repente volvía a mi realidad, vivía en una nación en guerra y el mundo se encontraba al borde del abismo.

English

The World Peace

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My name is Albert, I was born in the German region of Bavaria, specifically in a small city called Coburg, a place with a lot of history and a medieval style that has been preserved to this day, by the year 1942 I was a young man of just 16 years and the drums of war resounded with great intensity, the conflict was already on an international scale and young people my age were recruited by force to go to the battlefields, little by little the hope of a happy future was diluting in the darkness of fierce battles and ideological clashes.

One quiet night my mother turned off the radio and a deep sleep invaded my being, from one moment to the next the noise of thousands of people made me open my eyes and when I realized I was in a crowded grandstand, the setting was the mythical Olympic stadium of Berlin, the same one that years before hosted the largest interdisciplinary sports event in the world, I was a bit disoriented but when paying attention to the events I noticed how a gentleman dressed in a suit was coming out of the stadium tunnel carrying the mythical Jules Cup Rimet, it was the inauguration of the 1942 Germany World Cup, an international event that was held in a peaceful and tolerant country, a united continent and in the deepest feeling of brotherhood.

Among the comments of the people, I could hear that it was the World Cup of Peace, a tournament where politically opposed nations would face each other, but that it would serve to seal the deepest spirit of tolerance, the nations of the East and the West would fight with everything within the limits of soccer and fans of all races, religions and preferences must meet equally in the different World Cup venues, in my mind the days passed, the images were sometimes seen very quickly, little by little the countries were eliminated among themselves, tensions were increasing and the peace world seemed like it was going to fail.

But it turns out that everything would reach its culminating point when the Germans and French would collide in the final in an unprecedented duel and that it brought with it an enormous political and social load, the German anthem was heard loudly in the voices of thousands of people, while the Marseillaise was going unstoppably penetrating the ears of all those present. The game would start, Germany would score first, then the French and so a game full of emotion and optimism would go by, as an anecdotal fact the teams of the nations that participated were still present in the stadium as spectators raising their flags and wearing their respective colors. Minutes passed and the score did not move, regulation time came and went, extra time, the golden goal and nothing, but even more incredible was seeing how the penalty shootouts were always tied.

Something supernatural had taken over the game, the spirits in the stands were already heating up and despair was going to put an end to the great event, but from one moment to the next, fatigue had already taken over the players who could no longer even walk In that, the French captain approached the German and after a word exchange both approached the young Spaniard who was acting as the main referee after a few minutes of attention it was to be assumed that the game would be postponed, but to the surprise of many the referee he would whistle the end and proclaim that the French and German teams would be consecrated as world champions of the 1942 edition, which at first was very surprising, but at the same time generated great euphoria among all those present and even more so when in the box of honor the German chancellor and the French president shook hands in symbol of union and peace.

That had been the last battle fought between the Germans and the French, the next day peace was the winner and the world had a breather, the 1942 World Cup was the greatest feat of humanity and sport was the great conciliation tool. But not everything could be so wonderful, suddenly a great shake shook my body, the image in my eyes turned dark and my mother's screams woke me up, the Wehrmacht had come to our neighborhood to recruit, my mother threw me out of suddenly in a makeshift basement in the room and over the door I throw a rug to avoid being discovered, she was fighting for my life and I suddenly returned to my reality, I lived in a nation at war and the world was on the brink of collapse abyss.