Entrada al concurso de microrrelato de ciencia ficción de Literatos || Una aventura en el tiempo

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Año 2200

– El reloj tiene tu tiempo en el viaje. Y la capacidad para regresarte o ubicarte en otro tiempo. Debe estar conectado directamente a la máquina, de lo contrario deberás esperar que el primer bloque termine. Por eso solo tendrás quince minutos.


— Conteo regresivo para comenzar el viaje. Dijo Megan frente del monitor. Tres... Dos... Uno.

Destellos brotaban de aquella máquina, y la figura de Jacob Johnson se desvaneció.

Por otro lado particulas comenzaron a dibujarse y Jacob apreció en un mundo diferente.


— Creó que no estoy donde debería. Dijo mientras veía que un Pterodactyl lo sobrevolaba.

Había un error en los cálculos, un número falta restaba la ecuación del tiempo. No había de otra, solo rehacer la ecuación numérica.

— Bien si mis cálculos no me fallan, este debe ser el número que falta. Dijo viendo hacia la arena. Debo irme.

Tomo su reloj y solicitud reubicación a Megan, con las coordenadas ya en mano, presionó un par de botones y nuevamente desapareció.

— Bien ahora sí. Fue acercándose hacía el borde de un ventanal. El futuro...


— ¡Oye!, baja de ahí nos verán.

— ¿Hola? Dijo tratando de descubrir quién le hablaba.

Tal vez no tenía ni idea de a dónde iba, pero era la manera de averiguar qué pasa en el futuro.


— Un momento, ¿Quien eres?

— Jacob Johnson... Titubeó un poco

— No pareces uno de ellos. Lo examina detalladamente. Pasa.

Adentrando un poco en lo que parecía un refugio, Jacob se dió cuenta que tal vez la humanidad no estaba bien.


— ¿Puedo saber que sucede?

— Correcto Jacob, mi nombre es Marcelo. ¿No eres de estos años verdad?

Tal vez algo andaba mal, pero ese sujeto no era tonto.


— Soy del 2200, ¿Que año es este?

— 3000.

Jacob quedó perplejo, el experimento lo llevo más allá de lo planeado.


— ¿Y que ha pasado todo este tiempo?

— La humanidad dejo de existir hace 500 años fuimos invadidos y una guerra que no pudimos ganar, se desató. Ahora estamos bajo la esclavitud de una especie de extraterrestres, los que estamos aquí, somos quienes nos hemos mantenido fuera de la manipulación de esas horribles cosas.

Antes que él pudiera decir algo, una manada de alienígenas comenzaron a invadir aquel refugio.


— Tu escapa de aquí, si se dan cuenta que no eres del tiempo te mataran.

Jacob intento pulsar el botón de retorno a casa, pero no había respuesta. Entonces recordó a Megan decirle que el reloj debía estar conectado a la máquina siempre.

— Bien solo ocho minutos. Dijo mientras miraba su reloj. Suficiente para sobrevivir.


Todas las personas que estaban en el refugio le fueron insertando chips, Marcelo miraba fijamente hacia donde había dejado a Jacob. Ya no le importa su presente, le importaba el pasado que estaba con ellos.

De pronto vio que un alien tumbó el escondite de Jacob y lo tomo por un brazo, Marcelo se preocupó y comenzó a gritar para distraer a los aliens.


Uno de ellos lo mando a callar lo que le da chance a Jacob mirar su reloj.

— 1 minuto.

Los aliens volvieron hacia Jacob y antes de que alguno pudiera tocarlo, el tiempo se detuvo y nuevamente la figura de Jacob se desvaneció.



Historia original de @zpnohad para este concurso de Literatos / Imagen de Pixabay editada en la aplicación de Canva.



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Un episodio interesante de una visita en el tiempo. Éxitos en el concurso.

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