Dejar una vida atrás - Pensamientos de un inmigrante

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Hay momentos en que siento un silencio muy profundo en el corazón, y extraño mi vida tal y como era antes, extraño estar en mi país de origen, extraño la "comodidad", extraño a mis amigos, extraño a mi madre y a mi novia, extraño esos viejos lugares, de un país desolado y muerto, que parece una postal de un lugar arrasado por un huracán de polvo grisáceo, recuerdos valiosos rodeados de una atmósfera nostálgica, donde había que buscar la forma de ser feliz con lo poco, menos de lo necesario, y eso sí que lo aprendí.

No puedo evitar, encontrar en cada esquina, en cada destello de luz atravesando un par de rejas en el camino de un calle a otra; un motivo para acordarme de aquél lugar que dejé atrás.

No puedo evitar, encontrar en cada nota, en cada acorde, un recordatorio de aquello que dejé atras por aventurarme en la búsqueda de una nueva identidad y una felicidad más trascendental.

Es difícil dejar atrás, es difícil encontrarte un día contigo mismo y aceptar que ya no eres el mismo... y que ya ni sabes quién eres. Pero es un proceso necesario para crecer y seguir adelante, es parte de vivir la vida.

Si algo he logrado aprender después de inmigrar y otros procesos que viví gracias a eso, es que hay que aceptar la impermanencia de las cosas y hay que caerse más de un par de veces para saber de que estamos hechos, que el dolor es parte de la vida, y es necesario experimentarlo para valorarla y vivirla profundamente.

Despierto a las 5 o 6 am, así siento que soy un adoptador temprano de la vida, en un invierno como este, en el silencio, frío y oscuridad de sus mañanas, me gusta pensar en el mundo y sus personas, pienso en cuantas de ellas están dormidas aún, pienso en cuantos sueños tienen y han decidido dejarlos atrás por miedo.

Me pregunto, cuantas personas estarán cercanas a la muerte o a situaciones graves que les haga repensar su propósito en la vida, y reflexiono, cuanto arrepentimiento habita en el alma de la mayoría de los ancianos.

Y la verdad es que, para mi, no hay algo como dejar una vida atrás, o al menos no del todo, somos quienes decidimos ser en el momento, la identidad es solo una ilusión.

He aprendido que la vida es un regalo, y que las circunstancias son igual de buenas o malas que la mentalidad con las cuales las afrontamos, he aprendido, a agradecer, en cada respiro, en cada paso, por estar vivo.



Posted from my blog with SteemPress : http://www.joeduque.ml/2019/07/14/dejar-una-vida-atras-pensamientos-de-un-inmigrante/



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