Always at dawn, I wake up and am grateful for many things. One of them is the joy of opening my eyes and being able to see everything around me, looking and admiring and at the same time being grateful.

As usual, I go out to the terrace and admire the sunrise with its fabulous skies. The intense blues are my favorite, and if they are accompanied by clouds like cotton flakes, my joy is even greater.

While I boil the water I put in the kitchen to make coffee, my walk on the terrace is not long in coming. Doses of wonderful nature that brighten my days and fill my heart with happiness. I consider myself privileged to live in a house with a patio where many kinds of birds converge by the fruit trees, and I can also admire those skies that are beautiful and fill my mornings with lots of colors.

Sunrises are a beautiful part of the day. It is the moment that fills you with energy and good vibes, for everything you propose to do in that day that is just beginning.

Today I had the joy of coming across a beautiful and special blue sky full of clouds like cotton flakes, undoubtedly one of my favorite morning skies. Blue means immensity, peace, and joy, that which we must have to achieve a life full of wellbeing and tranquility.

The white cotton flakes (clouds), give it that touch of life that makes it look beautiful, more than it normally is.

I am an inveterate lover of the sky. Admiring them awakens in me a fabulous feeling that I can't explain with simple words. It is something like an injection of peace and tranquility that makes me very happy.

As I have always said, I have lost count of how many skies I have photographed and have stored in the form of photographs in the cloud where I keep them, as well as in my memory. Each portrayed sky has the word happiness printed on it because, photographing them, I have been privileged as well as happy.

Clouds that take different shapes that make the imagination fly when you see them in the sky, which motivates me to show them here below.

Siempre al amanecer, despierto y agradezco muchas cosas. Una de ellas es la alegría de abrir los ojos y poder ver todo lo que me rodea, mirando y admirando y a la vez agradecer.

Cómo es costumbre, salgo a la terraza y admiro el amanecer con sus cielos fabulosos. Los azules intensos son mis favoritos, y si vienen acompañados de nubes como copos de algodón, mayor es mi alegría.

Mientras hierve el agua que pongo en la cocina para hacer el café, mi paseo por la terraza no se hace esperar. Dosis de naturaleza maravillosa que alegran mis días y llenan de felicidad a mi corazón. Me considero privilegiada por vivir en una casa con un patio donde convergen muchas clases de pájaros por los árboles frutales, y también puedo admirar esos cielos que son hermosos y llenan mis mañanas de mucho colorido.

Los amaneceres son una parte muy hermosa del día. Es el momento que te llena de energía y buena vibra, para todo lo que te propongas realizar en ese día que apenas comienza.

Hoy tuve la dicha de toparme con un hermoso y especial cielo azul lleno de nubes como copos de algodón, sin duda alguna, uno de mis cielos matutinos favoritos. Azul tiene significado de inmensidad, de paz y alegría, esa que debemos tener para lograr una vida llena de bienestar y sosiego.

Los copos blancos de algodón (nubes), le dan ese toque de vida que lo hace ver hermoso, más de lo que normalmente son.

Soy una enamorada empedernida del cielo. Admirarlos despiertan en mí una sensación fabulosa que no sabría explicar con las simples palabras. Es algo así como una inyección de paz y tranquilidad que me hace muy feliz.

Cómo siempre he dicho, ya perdí la cuenta de cuántos cielos he retratado y tengo almacenados en forma de fotografía en la nube dónde las guardo, además de en mi memoria. Cada cielo retratado tiene impresa la palabra felicidad pues, fotografiándolos he sido privilegiada además de feliz.

Nubes que adoptan diferentes formas que hacen volar la imaginación al verlas en el firmamento, lo cual me motiva a mostrarlas aquí a continuación.