Vivimos y nos desenvolvemos en una realidad donde predomina la dualidad, el bien y el mal, blanco y negro, femenino y masculino. Por la unión y armonía de dos factores duales opuestos es que es posible la vida de infinidad de seres vivos, incluso la dualidad creadora es algo que podemos encontrar más allá de la reproducción entre especies; siempre se necesitarán factores complementarios para dar paso a algo nuevo, así es hasta en la química.

Como estamos en este momento presente, en esta vida, en la cual tenemos que inevitablemente relacionarnos con otros y nacer físicamente de dos seres: Padre y madre. La vida da paso a una nueva experiencia humana gracias a la naturaleza de las dualidades complementarias, y si queremos honrar y auspiciar muchos aspectos de nuestro día a día, tenemos que aprender a reconocer el valor que tiene limpiar la relación con nuestros progenitores.

Creo que es algo muy normal que los seres humanos tengamos conflictos con nuestros padres en distintos niveles, aún no he conocido a alguien que no haya tenido un reproche o un reclamo hacia alguno de sus padres, por algún problema en la infancia o en algún punto de nuestro pasado, siempre habrá errores que papá y mamá hayan cometido con nosotros, no porque sean malos, sino porque son personas con imperfecciones, luchas, traumas y sufrimientos al igual que todos. Nuestros padres hacen mucho por nuestro bienestar, con todas y sus limitaciones, ellos fueron mejores con nosotros en comparación de cómo fueron con ellos; poco a poco vamos evolucionando y aprendiendo del otro.

Hablando ahora en relación con esta hermosa iniciativa propuesta por @tibaire, puedo decir que la relación con mi padre tuvo altos y bajos, más que todo por cosas circunstanciales tuvimos que separarnos, no me crie con él, lo veía una o dos veces al año cuando él iba a visitarme a oriente. Mi padre se separó de mi madre cuando yo tenía tres años, una de las cosas que le reconozco a mi padre es que siempre estuvo pendiente de mí, siempre me llamaba y me daba algo de dinero a pesar de la distancia.

Hubo un tiempo de mi vida en el cual no vi a mi padre por unos años, creo que fueron más o menos dos años sin ver a mi padre, igual nos comunicábamos de vez en cuando. Recuerdo que cuándo me reencontré con mi padre después de esos años tuve un momento de catarsis con el, básicamente le descargue todo lo que pensaba y sentía de él, y bueno, tuvimos nuestros malos momentos en varias situaciones, pero a pesar de todo, el amor y la afinidad nos mantenían unidos. Mi padre fue quien inculcó en mí la música, despertó esa parte que tuve dormida desde niño hasta la adolescencia, compartimos muchos momentos bellos tocando y cantando, visitando playas y viendo vídeos de alienígenas.

Recuerdo que cuándo mi padre y yo nos veíamos en el oriente del país, época en la cual era aún un niño, paseábamos por la ciudad, comíamos pizza, yo paseaba en unos carros eléctricos por la plaza, carritos que alquilaban a los niños. Esos momentos eran bastante divertidos, mi papá aprovechaba para consentirme bastante con esas cosas que les encantan a los niños, y aún sigo agradeciéndole por esos bellos momentos que compartimos y que me dio con el esfuerzo de su dinero.

Sé que en el pasado critiqué bastante a mi padre, por nuestras discusiones y diferencias, por ciertos errores que cometió, pero trato de agradecerle y perdonarlo cada día, de eso se trata el amor. Sé que mi padre dio su esfuerzo para hacer las cosas lo mejor posible, conozco su historia, y sé que no fue fácil lidiar con muchas cosas en su vida, por eso hoy recuerdo y amo a mi padre, le agradezco todo lo bueno y lo malo y lo abrazo como la persona que es en esta vida donde nos conocimos. Actualmente, mi padre está en Brasil, siempre hablo con él y me sigue ayudando dentro de sus posibilidades, la distancia no nos ha separado en realidad, tampoco lo ha hecho el tiempo en el pasado.