Anecdotario en el Tiempo de Andrés López Marín

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Anecdotario en el Tiempo Andrés López Marín

Hola amigos quisiera compartir con ustedes un anecdotario escrito por mi padre en el año 1.995. Espero que les guste.

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I
Dando vueltas a la mente
desde muy lejanos tiempos
se agolpan en chascarrillos
abundancia de recuerdos
de mis años infantiles
de cuando era muy pequeño
y jugaba la inocencia
por las calles de mi pueblo

II
Al ture junto a la puerta
se sentaban los más viejos
a contarle las historias
a los hijos y a los nietos.
Que si nuestra fundación
la hicieron los misioneros,
que Silvestre Zaragoza
fue quien bendijo al terreno
y la virgen del Rosario
la advocación de este pueblo.

III

Fuente

Hablaban de independencia,
de héroes y de guerreros,
de mitos y leyendas
que exaltaban por el miedo.
Que si el tirano Aguirre
de su caballo y su freno,
de sus miles de crueldades
y sus crímenes horrendos,
que aún solo con recordarlo
casi se me eriza el pelo.

IV
Hablaban con entusiasmo
del auge cacaotero
de la producción del ocumo
aguacate y cocotero
del café, el ñame, el chino
de los trapiches cañeros
de la bondad productiva
de nuestros fértiles suelos
que permitían el consumo
de alimentos siempre frescos
que le daban a la gente
agilidad y buen aspecto
y aunque el tiempo fuera malo
joven se mantenía el viejo.

Fuente

V

Cómo añoro aquello años
manojos de aquellos tiempos
en que todo era tan sano
y el poblado era tan bueno!
El dolor de los demás
también eran el dolor nuestro.
Los viejos a su trabajo
sin aprovechar lo ajeno.
Los niños pura obediencia
embelesados en el juego,
en el gárgaro, en el trompo,
Tío Tigre, Tío Conejo.
Que si en el "vení vena'o"
o en las pichas de mi pueblo,
el volador, cigarrón
elevándose hasta el cielo.
Todos juegos zanahorias,
nada igual a estos tiempos
en que los chamos de ahorita
en vez de esos sanos juegos
se dedican a las drogas,
al robo y al pandilleo.

Fuente

VI
Mientras esto transcurría
con sus calles en silencio
calle larga y calle nueva
con su aspecto polvoriento
las casas techos de palma
y un ánimo solariego
ven pasar de arriba-abajo
unos diablos bullangueros.
Son tiempos de carnavales
de dramas y aspaviento,
disfraces y diversiones
venidos de los ancestros,
igual a las tradiciones
de navidad y año nuevo.


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VII
¿Cuánta gente no recuerda
la bondad de aquellos tiempos?
cuando los padres nos daban
la locha pal caramelo,
un centavo pal capullo
y hasta con centavo y medio
comprábamos brillantinas
una plasta y varios besos.
Si usted a un muchacho de ahorita
no le da unos mil quinientos
dos mil o mil cuatrocientos
no compran nada en la escuela,
no le alcanza por supuesto
para comprarse un helado
de los que llaman corneto;
solo se toma una malta
un sándwich o un refresco
y regresa pa' la casa
sin estudiar y molesto
diciendo lo que mediste
no me alcanzó ni pal fresco,
tan solo pude comprar
una arepita con queso.

Fuente

VIII
Cómo recuerdo yo ahora
cuando andaban en mi pueblo
personajes anecdóticos
de un sentido quijotesco!
Piango recogía botellas
de cervezas o de refrescos,
de ron o de lo que fuera
pero su trabajo honesto
no le molestaba a nadie
y siempre estaba dispuesto.
Había otro por la playa
que llamaba Timoteo,
para muchos medio loco
y hasta medio hechicero.

IX
En el seno familiar
todos lo llamaban Ñero
y aunque loco o lo que fuera
fue útil y curandero.

X
Dígame si se recuerda
de Ponciano aquel barbero
que usaba mangas tres cuartas
en la camisa de atuendo
y como enamorador
sabemos que era tremendo
cerca de él, cualquier muchacha
debía alejarse ligero
porque hay mismo le decía:
"Adiós mi amor mi lucero
si me pides las estrellas
por Dios que te doy el cielo".
Uno que buscaba agua
y siempre estaba dispuesto
con dos marmas desde el río
o de cualquier recoveco
traía él líquido a las casas
cuando el río estaba seco
o el agua del acueducto
no llegaba a estos medios.
Ese era Armando Joy,
hombre ido y circunspecto,
siempre callado y tranquilo
en la vida como escéptico
pero cargando su agua
fue útil siempre honesto
y estoy seguro que nunca
a nadie le quitó un medio.

XI
Al loco Poje también
en mi mente lo recuerdo
hombre alto y de buen porte
a pesar de ser enfermo,
bien vestido andaba siempre
con cierto recogimiento
sus alpargatas con medias
fue su don y su trofeo.

XII
El último de está gente
y casi al que más recuerdo,
porque lo traté bastante
por vivir en nuestros tiempos,
por sus dotes de poeta
de cantor y de coplero,
saben todos los presentes
que en está vez me refiero:
a Play bol, a Sota e' Basto
o mejor dicho a Guerrero.
Muy díscolo y trotamundos
pero ingenioso en el verso,
pendiente de cualquier cosa
que pasara en esta pueblo
para hacerse patirismo
como lo del Dr. Suero
o aquello del hospital
con un sr. enfermero
se enfrentó con un problema
con su muchacho playero
grande siempre en los velorios
fue el comandante Guerrero
con su apodo de artista
el Pitirre Mariero.

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XIII

Ahora cambiando el tema
recojo otro planteamiento.
Dicen los agricultores
que hay diferencias
en sus predios.
Antes tumbaban cacao
y si era en el invierno
si además de la lluvia
le faltaba secaderos
para darle la curtiembre
pasaban sin contratiempo
bien tapado con casupo
tres días en el deshuyadero
y después ellos hallaban
todo en orden y perfecto;
pero hoy en día, señores
no sé si es el desempleo
o es el valor del cacao
a pesar del bajo precio
pero si a alguien se le ocurre
dejar como en otros tiempos
el cacao que haya tumbado
solo en el deshuyadero,
no importa que sea de maracas
o de despalago o con huesos,
al regresar a buscar
el producto de su esfuerzo
es seguro que el cacao
se lo llevó el medianero
pero en vez de la mitad
se lo ha llevado completo;
y entonces el agricultor
pierde el saco y los cangrejos.

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XIV
Hoy a dos siglos y pico
reflexionamos en serio
si se observa en el poblado
las señales del regreso,
Si el nombre de Cajigal
bien en alto lo tenemos;
Si los daños capitalinos
lo estamos combatiendo,
las drogas, la corrupción
convertidos en flagelos
Y si la seguridad
controlada la tenemos;
Si la gente humilde y pobre
las estamos atendiendo;
Si los niños en la escuela
de verdad están aprendiendo
a ser buenos ciudadanos
y a conocer sus derechos,
al igual que sus deberes
y si hacemos todo esto
esta valiendo la pena
casi dos siglos y medio
y daría mayor valor
para defender lo nuestro,
de lo contrario señores
estamos perdiendo el tiempo.

¡Gracias por leer!

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