Poema: Olas del mar -|- Contenido propio by Franklin -|-

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Estos son escritos de mi autoria basados en mi experiencia y mi vivencia como ser humano, agradezco su aceptación y que pasen una feliz vida.

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Fotografía original (playa los cocos - La guaira, Venezuela) @Franklinelpoeta.

Poema


Olas del mar

En la vida siempre se presentarán dificultades semejantes a el oleaje del mar, olas inmensas que repentinamente se levantarán en medio de una playa en calma.

Estas, golpean y aturden hundiéndote en las aguas, provocando que surja el temor y en el desespero, intentas salir a la superficie, mas, una nueva ola vuelve a golpear con más fuerza y te sumerges casi hasta el fondo; luchas por no ahogarte, nadas con el miedo como compañero y una vez más logras llegar a la superficie y por pocos segundos respiras ese aire que necesitas, ya casi sin aliento, para ser arrasado con ímpetu por aquella ola inmensa, ola que te hace perder el sentido de orientación y te arrastra con la inercia a lo más profundo.

Hundido, logras sentir que tu cuerpo toca con el lecho marino, levantando una estela de arena que oscurece aún más tu precaria situación.

Ya sin esperanza, con el peso de las aguas que aprisionan tu pecho, dejando salir las ultimas burbujas de aire de los pulmones, un recuerdo llega a la mente, refrescando las ideas, al saber que a veces es necesario tocar fondo para poder impulsarnos nuevamente.

Allí, enfocado en vivir, tocas con pie firme el suelo marino y como un resorte, te impulsas a la superficie, respiras y observas que las olas siguen allí, esperando devorarte, pero esta vez, estás alerta, y antes de que te golpee, te sumerges y dejas que ésta pase sobre ti, volviendo a salir a enfrentar la otra ola, esta vez subiendo sobre ella y te dejas llevar por ella a la orilla, no sin antes hacerte chocar contra la playa.

Intentas ponerte de pie y es allí, en el momento menos esperado, una ola golpea tu espalda, dándote ese empuje que te hace salir del agua, dejándote en la arena, fatigado, confundido, pero a salvo.

Miras nuevamente al mar y te da esa sensación de agradecer a aquellas olas por esa lección de vida, por ser esas maestras que nos enseñan que por más fuerte que sean las olas, no te destruirán y siempre habrá una que te golpeara, pero para sacarte de la tempestad.

Author:

Franklin Alexander



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