Por dentro vales más - La historia de el Buda de Oro - [ESP-ENG]

There was a statue of Buddha made of clay very popular in the people of Ayutthaya, which was almost three meters high. It was considered sacred for generations by the locals. Due to the growth of the ancient city, they decided to move the clay statue to a more appropriate place to keep it under guard. This delicate mission was entrusted to a renowned monk of the town, who with careful planning undertook the journey to move the statue. But it was his bad fortune that when he moved the statue, it slipped and fell, causing cracks in various parts of the clay Buddha.

The monk, serene, decided to spend the night with his companions, thinking and meditating on the alternatives to repair the sacred statue. Hours passed, dark and rainy nights. Suddenly, the monk looked at the cracked sculpture and approached it, noticed that there was something behind the mud, but was not sure what it was. Consulting with his companions, he took the risk that seemed crazy, but he knew there was something else inside all that mud.

He asked for a hammer and decided to break the mud, discovering that underneath all that layer there was a Buddha of pure and solid gold almost three meters high. For centuries, that treasure was covered with mud. Experts and historians found evidence that at some point in the city it was going to be attacked by dangerous bandits. The inhabitants, in order to protect their sacred treasure, decided to cover the golden Buddha with mud to make it look like an ordinary statue. The town was attacked by bandits, looted and demolished, but the Buddha was ignored. After the attack, the few survivors thought it was better to continue hiding the sacred treasure in the mud.

As time passed, people thought that the golden Buddha was just a myth or an invention of the elders. Until finally everyone forgot the real treasure that was hidden inside this statue, they thought that something so sacred and beautiful could not be true.

Había una estatua de Buda hecha de arcilla muy popular entre la gente del Ayutthaya, que tenía casi tres metros de altura. Fue considerada sagrada durante generaciones por los locales. Debido al crecimiento de la antigua ciudad, decidieron trasladar la estatua de arcilla a un lugar más apropiado para mantenerla vigilada. Esta delicada misión fue confiada a un renombrado monje de la ciudad, quien con una cuidadosa planificación emprendió el viaje para trasladar la estatua. Pero tuvo la mala suerte de que cuando movió la estatua, ésta resbaló y cayó, causando grietas en varias partes del Buda de arcilla.

El monje, sereno, decidió pasar la noche con sus compañeros, pensando y meditando sobre las alternativas para reparar la estatua sagrada. Pasaron las horas, las noches oscuras y lluviosas. De repente, el monje miró la escultura agrietada y se acercó a ella, notó que había algo detrás del barro, pero no estaba seguro de lo que era. Consultando con sus compañeros, tomó el riesgo que parecía una locura, pero sabía que había algo más dentro de todo ese barro.

Pidió un martillo y decidió romper el barro, descubriendo que debajo de toda esa capa había un Buda de oro puro y sólido de casi tres metros de altura. Durante siglos, ese tesoro estuvo cubierto de barro. Expertos e historiadores encontraron pruebas de que en algún momento de la ciudad iba a ser atacado por peligrosos bandidos. Los habitantes, con el fin de proteger su tesoro sagrado, decidieron cubrir el Buda dorado con barro para que pareciera una estatua ordinaria. La ciudad fue atacada por bandidos, saqueada y demolida, pero el Buda fue ignorado. Tras el ataque, los pocos supervivientes pensaron que era mejor seguir escondiendo el tesoro sagrado en el barro.

Con el paso del tiempo, la gente pensó que el Buda dorado era sólo un mito o una invención de los ancianos. Hasta que finalmente todos olvidaron el verdadero tesoro que estaba escondido dentro de esta estatua, pensaron que algo tan sagrado y hermoso no podía ser verdad.