Hace unos años atrás me encontraba sumergida en la tristeza, había hecho una gran cantidad de actividades para intentar transmutar este estado gris, en el cual me sentía, en un estado lleno de colores y sonrisas.

Asistí a terapia psicológica, hice régimen de ejercicios al aire libre 3 veces por semana, veía al menos una película de género “comedia” cada fin de semana, escuchaba música cuyos creadores prometían gran liberación de endorfinas y hormonas de la felicidad mientras se reproducía.

Llegué a sentir mejoría, sin embargo, por momentos caía, me quedaba todo el día en cama sin querer abrir los ojos. Intentaba cambiar todo como por parte de magia y entre sollozos repetía: “Yo Soy Feliz, Yo Soy Feliz, Yo Soy Feliz…”

Estaba cansada de esta situación, de verás, y un día que sentía no podía parar de llorar, por un impulso, me levanté de la cama y con lágrimas en los ojos me miré fijamente al espejo mientras seguía repitiendo: Yo Soy Feliz…

Hice esto por largo rato, hasta que sentí que mi imagen se comenzó a distorsionar, solo veía mis pupilas y el espejo se comenzó a difuminar, sentí que me sumergí en él y en un instante me encontré nadando en el mar…

Traté de mover mis brazos, pero no tenía extremidades, era tan solo una gota más.

Arrastrada por una ola llegué hasta la arena y noté que, de ella, era un granito más. El sol me calentó tanto que comencé a brillar y brillar, era el calor en sí mismo, yo era el mismo fulgor, ahora era parte del sol, iluminaba la luna y flotaba en el espacio con las estrellas, quise tocar una y tan solo toque mis ojos, sentí de nuevo mis manos y las coloqué sutilmente en mi rostro, era la oscuridad absoluta, sin sonido… Sentí que fui descendiendo despacio y caí en un hermoso jardín, con los brazos abiertos al cielo, mi cuerpo se fundió con la tierra y toqué la raíz de una flor, crecí en su tallo, fui un pétalo y parte de un delicioso néctar, estuve en el pico de un colibrí y luego fui sus alas, de tanto aletear me incrusté en el espacio del viento, fui brisa fresca matutina, entré por los ventanales de mi casa y también por mi nariz, me inhale, suspiré y nuevamente frente al espejo me contemplé.

Desde ese entonces la tristeza se fue.

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Este ha sido un relato de un pedacito de mi vida, de un pedacito de realidad mezclado con fantasía.

He pretendido dejar un mensaje de esperanza a quienes atraviesan por momentos de tristeza. A veces no es fácil deshacerse de ese sentimiento, pero quizás si nos miramos con más atención, como seres llenos de magia, como de magia está llena la vida, podremos encontrar milagros en lo que antes nos era indiferentes. Sentirnos parte de un todo, un pedacito de cada ser y de cada energía existente nos puede ayudar a conectar con estados de plenitud, paz y sosiego.

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_{Un gusto estar por primera vez en esta comunidad, espero mi participación sea de su agrado.
Gracias por la oportunidad.
Fotografía de mi galería personal, editada en Canva.}

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English

A few years ago I was immersed in sadness, I had done a lot of activities to try to transmute this gray state, in which I felt, into a state full of colors and smiles.

I attended psychological therapy, did an outdoor exercise regimen 3 times a week, watched at least one "comedy" movie every weekend, listened to music whose creators promised great release of endorphins and happiness hormones while it was being played.

I got to feel improvement, however, at times I would fall, I would stay in bed all day without wanting to open my eyes. I tried to change everything as if by magic and between sobs I repeated: "I am happy, I am happy, I am happy...".

I was tired of this situation, really, and one day when I felt I could not stop crying, on impulse, I got out of bed and with tears in my eyes I stared at myself in the mirror while I kept repeating: "I am happy...".

I did this for a long time, until I felt that my image began to distort, I could only see my pupils and the mirror began to blur, I felt that I was submerged in it and in an instant I found myself swimming in the sea...

I tried to move my arms, but I had no limbs, I was just another drop.

Dragged by a wave, I reached the sand and noticed that I was just another grain of sand. The sun warmed me so much that I began to shine and shine, it was the heat itself, I was the same glow, now I was part of the sun, I illuminated the moon and floated in space with the stars, I wanted to touch one and only touched my eyes, I felt my hands again and placed them subtly on my face, it was absolute darkness, without sound ... I felt that I was descending slowly and I fell in a beautiful garden, with my arms open to the sky, my body melted with the earth and I touched the root of a flower, I grew in its stem, I was a petal and part of a delicious nectar, I was in the beak of a hummingbird and then I was its wings, from so much flapping I became embedded in the space of the wind, I was a fresh morning breeze, I entered through the windows of my house and also through my nose, I inhaled, I sighed and again in front of the mirror I contemplated myself.

Since then the sadness was gone.

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This has been a story of a little piece of my life, a little piece of reality mixed with fantasy.

I have tried to leave a message of hope to those who are going through moments of sadness. Sometimes it is not easy to get rid of that feeling, but perhaps if we look at ourselves with more attention, as beings full of magic, as life is full of magic, we can find miracles in what was indifferent to us before. Feeling part of a whole, a little piece of every being and every existing energy can help us to connect with states of fullness, peace and tranquility.

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_{A pleasure to be for the first time in this community, I hope my participation is to your liking.
Gracias por la oportunidad.
Photo from my personal gallery, edited in Canva..}