Siempre hay flores para alegrar los días
Siempre hay flores para alegrar los días, incluso esos días en los que sientes que la nostalgia o alguna tristeza se ha instalado muy cerca.
Hay tristezas que no nos corresponden, pero igual nos afectan, nuestra piel se hace permeable y siente, se deprime, la alegría se apaga por un momento. El gris se hace protagonista.
Cuando vemos las flores con sus colores, nos llenamos de esa belleza y retomamos el aliento para seguir adelante, comprendiendo que los grises también son bellos.
Las flores están ahí para recordarnos que la vida es bella y aunque fugaz, vale la alegría de vivirla con sus grises, con los sepias y, mejor, en vivo y a todo color.
Hoy, mi jardín se llenó con estas flores que me regalaron su ternura rosada y que me inspiraron a jugar con diferentes matices y colores porque así es la vida: suave, delicada, áspera, amarga y hermosa, dulce e intensa.