Crónicas de lo cotidiano 020: Aprendiendo a LEER... que no es lo mismo que leer.
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Uno de mis temas favoritos al momento de escribir, es la escritura misma. Las implicaciones de su práctica nunca dejan de sorprenderme y disfruto mucho el experimentarla de manera reflexiva, como si me desdoblara y me observará la vez que escribo, siendo protagonista y testigo al mismo tiempo.
Cada día escribo con más frecuencia y me siento más cómodo haciéndolo, fluyo mejor y siento, lo que no necesariamente implica que sea cierto pero se siente muy bien, que mi voz cobra cada vez más tonos propios, y en ese sentido me aventuro a decir que más honestos también.
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Una de las cosas que ha contribuido a ello y que considero uno de mis logros personales de este año ha sido el volver a ser un asiduo lector, y más recientemente, un lector crítico en el buen sentido de la palabra.
Creo que estoy aprendiendo a LEER, y lo pongo en mayúsculas para difererenciarlo de la simple capacidad que todo alfabeta tiene de leer. Entre LEER y leer considero que hay un abismo de distancia, tanta como la que hay entre ver y observar, entre berrear y cantar, entre contorsionarse y bailar.
Leer es la simple capacidad de reconocer lo que significan los signos en el papel, aunque no entendamos lo que dicen o aún entendiéndolo no nos digan nada. LEER es la capacidad para exprimir lo que dicen esos signos, absorber su significado o significados, y aprender y ser incluso uno con ellos.
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LEER es como degustar. Uno tiene que darle su tiempo a los bocados para sentir todos los sabores, y reconocer en él las texturas y los ingredientes, uno no puede simplemente morder y tragar.
Y así como hay comidas que se deshacen en la boca también hay otras que nos exigen más esfuerzo, y no por ello son mejores o peores que las primeras. Y así como no podemos comparar unas costillas con un filete, o unas galletas crujientes con un flan, no podemos comparar cualquier lectura con otra.
Hay algunas que se nos deshacen en la boca, y otras que se nos atragantan. Las hay sencillas y exóticas. Hay las que piden ser acompañadas de una buena pinta de análisis, y otras que piden ser acompañadas de café o cerveza. Las hay para momentos de tranquilidad y las hay para momentos de tormentas. Las hay para quien quiere pensar y para quien quiere no pensar, para quien quiere soñar y para quien quiere poner los pies en la tierra.
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La gastronomía de lecturas es tan amplia como el mundo mismo y uno tiene que ir descubriendo que sabores le gustan, que platillos prefiere y que le hace bien y le hace mal. Y eso implica probar y darle oportunidad a muy distintos libros, implica degustar de todo y no escupir las cosas a la primera mordida porque saben distinto a lo que conocemos.
Implica darle a cada platillo-libro una oportunidad y seguir leyendo, porque puede que la ensalada o sopa de entrada no nos guste, pero nos enamoremos del plato fuerte o el postre.
Si algo he estado aprendiendo en estos tiempos de encierro es a LEER, y poco a poco reconocer sabores, texturas, e incluso la acidez, la dulzura y la amargura que pueden tener las letras.
He aprendido a ser paciente con aquello que no sabe del todo bien pero tampoco me sabe mal, y a veces al final agradezco haber tenido la paciencia porque sino me hubiera perdido de la experiencia de paladear por lo menos algunos ingredientes de un plato literario, que por exótico o ajeno en otro tiempo hubiera dejado pasar.
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LEER no es sencillo pero vale la pena. Es una puerta a veces corrediza, a veces con combinación, a veces hasta con candado, pero que vale la pena tomarse el tiempo de abrir para ver que hay detrás de ella.
Por lo general hay un tesoro, pequeño, mediano o grande, de poco o mucho valor según nuestras preferencias y nuestro equipaje, pero que independientemente de su valor relativo tiene el valor objetivo de hacernos mejores de lo que eramos antes de atravezarla, y eso, al menos para mí, ya es más que suficiente.
©bonzopoe, 2020.
Nota 1: La imagen de portada fue creada a partir de las fuentes señaladas usando Microsoft PowerPoint.
Nota 2: Este post de contenido original es de mi total autoría y fue publicado originalmente en mi blog en Steemit. Solo se le han realizado modificaciones menores al mismo para poder compartirlo en esta plataforma.
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