Gira la llave de la cerradura de la puerta del conductor, el clic indica la liberación de los seguros eléctricos, la puerta posterior de la camioneta se abre y él coloca la bolsa con los víveres que acaba de comprar, la esposa está ya sentada en el puesto de copiloto y le pregunta con extrañeza, dónde está el Cooler con agua, con sorpresa le contesta que no sabe.

Hace tiempo no usa el control remoto de radio frecuencias, ante el temor de ser víctima de hurto, o en el peor de los casos, robo del vehículo. Una banda con una tecnología que copia estás señales son noticias en las últimas semanas, él no quiere ser objeto de sus fechorías.

La pregunta de su esposa lo hace ser minucioso, temió haber sido objeto de la acción del hampa organizada, pero cómo era posible, el no usó el control remoto, ni activó la alarma, cómo ingresaron al interior del vehículo para llevarse lo poco que dejaron en esta. Observó al lado, y para su sorpresa vio una camioneta idéntica a la suya, bajó del vehículo para detallarla, era la suya, una casualidad del destino y error insólito: habían entrado a una similar.

Alertó a su esposa, apresuradamente ella bajó con la bolsa de víveres, él cerró con la llave y en un santiamén, ambos abordaron la suya, arrancando mientras comentaban e imaginaban lo inverosímil que sería explicarle al dueño si les hubiera encontrado en el interior de su vehículo, no le creería, tal vez los acusaría de ser miembros de la banda con el uso de aquella tecnología que se difundía en los noticieros radiales. Nada más alejado de la verdad, pero las apariencias engañan, probablemente un fallo de producción y la convergencia de acciones ponían al descubierto la vulnerabilidad de las gemelas camionetas.