The Therapist | El Terapeuta. Primera sesión [Eng/Esp]
(Edited)
Fuente Imagen
When we are no longer able to change a situation, we face the challenge of changing ourselves.
-Victor Frankl-
TEXT IN ENGLISH
When Carlos, a little apprehensive, sat down in front of the therapist to begin their first appointment conversation -which they had agreed would be brief- he blurted out a question, which although it puzzled him, he ended up answering without thinking. The question was:
- If you could sum up your life story in one sentence, what would it be?
The answer was instinctive, he simply said:
- I don't know how to dance.
Then the therapist, who was not a psychologist but what they call coach, also had training in psychoanalysis, commented:
- There are three types of people in life: those who dance to the tune that is played for them, those who dance to their own tune, and those who do not dance at all. If we start from the saying that life is a fandango or whatever rhythm we want to put on it, you can imagine the fate of those who belong to the second and especially the third group.
He stopped talking and looked at Carlos' face, who kept the perplexity of the beginning, and when he saw that he didn't say anything, he continued.
- There is an implicit message in that phrase, it has to do with our ability to adapt to all the circumstances that life throws at us, to be flexible and mold ourselves to our environment. Here another very famous saying comes up: "Where you go, do as you please".
At that moment Carlos interrupted him, probably trying to show that he was not a complete fool, and commented:
- I understand that the problem is not so much the fact of not dancing, the problem is feeling maladjusted or abnormal for not doing it. Feeling bad about yourself or uncomfortable in life because we are different. To give an example: in social gatherings, I have always felt strange, because I like to observe others and I do not enjoy the socially accepted way, that is, drinking and dancing. I am the donkey tied to the doors of the dance... as the song says.
The therapist nodded with a half-smile and said:
Such a fact reveals lack of acceptance and low self-esteem. That is where the seriousness of the matter lies. However, that is understandable, being different is a condition that is usually paid for dearly at any age, from a young age our parents label us when they observe that we are different. Then come the school years, where more than a few suffer the so-called bullying. And finally, the inevitable adulthood, where dissent or being different can be a reason for social exclusion or self-exclusion.
As a final recommendation of his brief talk, he ended by saying:
- I do not intend to give you prescriptions, only to help you realize and overcome a reality that you have suffered for a long time. For many, unfortunately, the world is an orchestra that dictates how they should move in this dance called life. But more and more people do not want to dance to the sound that is played to them, but to dance to their own music. To achieve this goal we have to work internally, since life is work, but we will deal with that in another session.
To be continued...
TEXTO EN ESPAÑOL
Cuando Carlos un poco temeroso, se sentó frente al terapeuta para dar inicio a su conversación en su primera cita –que se había acordado sería breve- esté le soltó una pregunta, que aunque lo desconcertó, terminó contestando sin pensar. La pregunta fue:
- ¿Si pudieras resumir en una sola frase la historia de tu vida cuál sería?
La respuesta fue instintiva, simplemente dijo:
- No sé bailar.
En seguida el terapeuta, que no era psicólogo propiamente, sino lo que llaman actualmente coach, además tenía preparación en psicoanálisis le comentó:
- En la vida hay tres tipos de personas: los que bailan al son que les toquen, los que bailan a su propio son y los que no bailan en absoluto. Si partimos del dicho que dice: que la vida es un fandango o cualquier otro ritmo que le queramos poner, te podrás imaginar la suerte que corren los que pertenecen al segundo y en especial al tercer grupo.
Dejó de hablar y observó la cara de Carlos, que mantenía su rostro con la perplejidad del inicio, al ver que este no dijo nada prosiguió.
- Hay un mensaje implícito en esa frase, el mismo tiene que ver con nuestra capacidad de adaptarnos a todas las circunstancias que nos depare la vida, de ser flexibles y moldearnos a nuestro entorno. Aquí surge otro dicho muy famoso que dice: “Donde fueres haz lo que vieres”.
En ese momento Carlos lo interrumpió, seguramente tratando de hacer ver que no era un completo tonto y comentó:
- Entiendo que el problema no es tanto el hecho de no bailar, el problema es sentirse inadaptado o anormal por no hacerlo. Sentirse mal con uno mismo o incomodo en la vida, porque somos diferentes. Por dar un ejemplo: en las reuniones sociales, siempre me he sentido raro, porque me gusta observar a los demás y no disfruto de la forma socialmente aceptada, o sea bebiendo y bailando. Soy el burro amarrado a las puertas del baile... como dice la canción.
El terapeuta asintiendo con una media sonrisa le dijo:
Tal hecho revela falta de aceptación y baja autoestima. Es allí donde está lo grave del asunto. Sin embargo, eso es comprensible, ser distinto es una condición que por lo general se paga caro a cualquier edad, desde pequeños nuestros padres nos etiquetan cuando observan que somos diferentes. Después vienen los años de escuela, donde no pocos sufren el llamado bullyng. Y por último, la inevitable edad adulta, donde disentir o ser distinto puede ser motivo de exclusión o autoexclusión social.
Como recomendación final de su breve charla terminó diciéndole:
- No pretendo darte recetas, solo ayudarte a constatar y superar una realidad que has padecido durante mucho tiempo. Para muchos lamentablemente el mundo es una orquesta, que dicta como deben moverse en ese baile llamado vida. Pero cada vez son más los que no quieren bailar al son que les tocan, sino hacerlo con su propia música. Para lograr esa meta hay que trabajar interiormente, ya que la vida es trabajo, pero eso lo trataremos en otra sesión.
Continuará…
Translated with www.DeepL.com
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Un debate que divide generación tras generación. Me gustó el marco de la consulta; me pregunto si las calificaciones del terapeuta buscan llamar la atención a las nuevas tendencias cuasi-profesionales que a veces suenan esotéricas.
Pensé que el segundo dicho para ilustrar una a ser "when in Rome do as Romans do" (baila al ritmo que te toque, sigue las normas).
Cuando estudié literatura norteamericana me impresionaron positivamente los ensayos de los transcendentalists, especialmente Henry David Thoreau. Luego cuando me tocó enseñar y analizar con mis estudiantes esos ensayos empecé a dudar sobre la vaguedad de la premisa. Parte del supuesto de que cualquier persona debería seguir los dictámenes de su conciencia, en contraposición a las imposiciones del estado/sociedad. Pero, qué pasa cuando esta persona es un desequilibrado mental, alguien que disfruta del dolor ajeno o un hedonista irresponsable?
Esa posibilidad no está planteada en los ensayos de los trascendentalistas, mucho menos en los tips baratos de los coaches de hoy.
Supongo que eso plantea un dilema complicado si contemplamos la posibilidad de que no todas las voces internas son cuerdas o vale la pena oír, no todos los sones se deben bailar, o que no todo lo que dicta la sociedad es malo.
Interesante tu respuesta y mucho más profunda de lo que esperaba. Hay una gran cantidad de psicólogos que denigran de las tendencias que se han denominado de autoayuda. Pienso en lo personal y puedo estar muy equivocado al respecto, que lo que dicta la sociedad muchas veces se convierte en una inercia irreflexiva, que la gente sigue por miedo a las consecuencias ejemplo: La religión, la ideología -yo creo que es la hora de los idearios- los partidos con su política barata y clientelar que está desfasada de lo que se está exigiendo en estos tiempos. El centralismo que debe extirparse de la política y la economía, funcionó en un momento, pero ya cumplieron su ciclo. Es mi humilde opinión.