MOVIE REVIEW: "The Sound" (2017)

Synopsis: Kelly is a writer who uses her knowledge in acoustics to unmask supernatural events on her blog and convince her readers that the existence of a ghost is a lie. But a new case involving a mysterious suicide at a subway station will test her beliefs.

One of the elements that serves as an excellent motivator for all people who are skeptical about a certain type of subject (especially when they have some kind of visibility on the part of an audience that follows their work) is the desire to unmask everything that they judge as untrue or, in other words, sensationalist lies in order to get the lights out of the media spotlight. Throughout history, this practice always happens (and it still extends nowadays... however, in much lower frequencies) and the idea of ​​this film is to focus on this theme in a way that brings some aspect that stands out in the through so many clichés.

After resolving yet another supernatural farce on a farm (in this case, something unintentional... just a mistake by a grandfather concerned about his grandson's mental health amid the presence of strange noises in the middle of the night), the protagonist - who is a writer specializing in the paranormal - she is preparing another post on her blog to celebrate another victory when she receives an invitation to solve a new mysterious situation, this time at a subway station (which, according to the local population, is a place haunted by a young woman who committed suicide by throwing herself on the tracks).

Suddenly, the scene of the film changes completely and this is very uncomfortable because this transition of scenes is brutally fast (resulting in a lack of credibility), showing a negligence in the work that is carried out by the team responsible for editing the scenes. In addition, the dynamics of the narrative ignores the protagonist's personal life with the fiance (who is snubbed while she travels to face yet another adventure) and makes everything sound very mechanical, as if there were no feeling whatsoever between them.

This kind of treatment takes place in practically the entire movie, and destroys the emotional part of the protagonism in a way that is difficult to understand... After all, the film revolves around it (because the entire supporting cast is expendable) and the lack empathy with which the script builds it is visibly terrible. Played by Rose McGowan quite precariously, the one who was supposed to be the heroine of the film becomes a boastful, boring and mentally confused figure. At times it even helps to explain the motivations that help materialize some events, but the impact on the narrative is almost nil, because everything becomes a big mess.

Initially (more specifically from the moment the focus begins to be the abandoned station and subway), the film has an ambience that can be considered interesting because it is able to show a heavy and tense atmosphere, but this is the only positive throughout the projection (in fact, it doesn’t even last long), which becomes a disaster as it tries to build based on increasingly disastrous elements and which only increase the level of frustration because it is it almost comes close to the level of stupidity within a cinematographic genre that is usually so creative even in the simplest ideas.

Jenna Mattison not only directs but also writes the entire script and the incompetence of her work is with her fingerprints marked on all sides. The way of telling the story is horrible, the framing of the scenes seems like a beginner's work, the direction of the cast does not exist (it seems that each character had their own will and acted as they wanted and in the case of this film, this is very bad) and the main revelation that should support the whole plot just doesn't make any sense and it still manages to be worse because it is shown in a ridiculous way.

It had been a long time since I had the displeasure of watching such a bad movie (but it seemed to be at least interesting in the synopsis) and that it is gigantically uncompromised with any level of quality. The whole technical part is problematic and poorly worked: the special effects are worthy of a comedy film, the soundtrack has no reason to exist, photography is a mess and the editing of scenes in addition to perforating the whole story and transforming everything into somewhat boring, it manages to prioritize the worst moments of the narrative (highlighting totally unnecessary scenes).

The Sound is the type of cinematic entertainment responsible for raising the flag reinforces the idea that some films really deserve to be part of the group "not recommended" and not just with a simple reminder, but with uppercase letters painted in neon and with some luminous highlight (like blinking lights) to alert all viewers (even the most inattentive).

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MOVIE URL: The Sound

MY RATING: A (1,5/10)

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• Critic: (Choose between A, AA, AAA and input the Data)

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CRÍTICA DE PELÍCULA: "The Sound" (2017)

The Horror Syndicate

Sinopsis: Kelly es una escritora que utiliza su conocimiento en acústica para desenmascarar eventos sobrenaturales en su blog y convencer a sus lectores de que la existencia de un fantasma es una mentira. Pero un nuevo caso de suicidio misterioso en una estación de metro pondrá a prueba tus creencias.

Uno de los elementos que sirve como un excelente motivador para todas las personas que son escépticas sobre un determinado tipo de tema (especialmente cuando tienen algún tipo de visibilidad por parte de una audiencia que sigue su trabajo) es el deseo de desenmascarar todo lo que juzgan como falso o, en otras palabras, mentiras sensacionalistas para sacar las luces de los medios de comunicación. A lo largo de la historia, esta práctica siempre ocurre (y todavía se extiende hoy en día... sin embargo, en frecuencias mucho más bajas) y la idea de esta película es centrarse en este tema de una manera que traiga algún aspecto que se destaque en el a través de tantos clichés.

Después de resolver otra farsa sobrenatural en una granja (en este caso, algo involuntario... solo un error de un abuelo preocupado por la salud mental de su nieto en medio de la presencia de ruidos extraños en medio de la noche), el protagonista - quien es una escritora especializada en lo paranormal - está preparando otra publicación en su blog para celebrar otra victoria cuando recibe una invitación para resolver una nueva situación misteriosa, esta vez en una estación de metro (que, según la población local, es un lugar perseguido por una joven que se suicidó arrojándose a las pistas).

De repente, la escena de la película cambia por completo y esto es muy incómodo porque esta transición de escenas es brutalmente rápida (lo que resulta en una falta de credibilidad), lo que muestra una negligencia en el trabajo que lleva a cabo el equipo responsable de editar las escenas. Además, la dinámica de la narración ignora la vida personal de la protagonista con el prometido (que es rechazado mientras viaja para enfrentar otra aventura más) y hace que todo suene muy mecánico, como si no hubiera ningún sentimiento entre ellos.

Este tipo de tratamiento tiene lugar en prácticamente toda la película, y destruye la parte emocional del protagonismo de una manera que es difícil de entender... Después de todo, la película gira en torno a ella (porque todo el elenco de apoyo es prescindible) y la falta La empatía con la que el guión lo construye es visiblemente terrible. Interpretada por Rose McGowan de forma bastante precaria, la persona que se suponía que era la heroína de la película se convierte en una figura jactanciosa, aburrida y mentalmente confundida. A veces, incluso ayuda a explicar las motivaciones que ayudan a materializar algunos eventos, pero el impacto en la narrativa es casi nulo, porque todo se convierte en un gran desastre.

Inicialmente (más específicamente desde el momento en que el foco comienza a ser la estación y el metro abandonados), la película tiene un ambiente que puede considerarse interesante porque puede mostrar una atmósfera pesada y tensa, pero este es el único aspecto positivo a lo largo de la proyección (de hecho, ni siquiera dura mucho), que se convierte en un desastre ya que trata de construir sobre la base de elementos cada vez más desastrosos y que solo logran aumentar el nivel de frustración por ser algo que casi se acerca al nivel de estupidez dentro de un género cinematográfico que generalmente es tan creativo incluso en las ideas más simples.

Jenna Mattison no solo dirige sino que también escribe todo el guión y la incompetencia de su trabajo es con sus huellas dactilares marcadas en todos los lados. La forma de contar la historia es horrible, el encuadre de las escenas parece un trabajo de principiante, la dirección del elenco no existe (parece que cada personaje tenía su propia voluntad y actuó como quería y en el caso de esta película, esto es muy malo) y el La revelación principal que debería apoyar toda la trama simplemente no tiene ningún sentido y aún empeora porque se muestra de una manera ridícula.

Había pasado mucho tiempo desde que tuve el disgusto de ver una película tan mala (pero parecía ser al menos interesante en la sinopsis) y que está inmensamente comprometida con cualquier nivel de calidad. Toda la parte técnica es problemática y está mal trabajada: los efectos especiales son dignos de una película de comedia, la banda sonora no tiene ninguna razón para existir, la fotografía es un desastre y la edición de escenas además de perforar toda la historia y transformar todo en algo aburrido, logra priorizar los peores momentos de la narración (destacando escenas totalmente innecesarias).

The Sound es el tipo de entretenimiento cinematográfico responsable de izar la bandera que refuerza la idea de que algunas películas realmente merecen ser parte del grupo "no recomendado" y no solo con un simple recordatorio, sino con letras mayúsculas pintadas en neón y con algunos resaltado luminoso (como luces parpadeantes) para alertar a todos los espectadores (incluso los más desatentos).

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CRÍTICA DE FILME: "O Som" (2017)

Eye for Film

Sinopse: Kelly é uma escritora que utiliza seu conhecimento em acústica para desmascarar eventos sobrenaturais em seu blog e convencer os seus leitores de que a existência de fantasma é uma mentira. Mas um novo caso que envolve um suicídio misterioso em uma estação de metrô irá testar suas crenças.

Um dos elementos que serve como um excelente motivador para todas as pessoas que são céticas sobre um determinado tipo de assunto (principalmente quando elas tem algum tipo de visibilidade por parte de um público que segue o seu trabalho) é a vontade de desmascarar tudo aquilo que julgam como inverdades ou, em outras palavras, mentiras sensacionalistas com o objetivo conseguir as luzes dos holofotes da mídia. Ao longo da história, essa prática sempre acontece (e isso ainda se estende nos dias atuais... porém, em frequências muito menores) e a ideia desse filme é se debruçar sobre esse tema de uma maneira que traga algum aspecto que se destaque no meio de tantos clichês.

Após resolver mais uma farsa sobrenatural em uma fazenda (neste caso, algo não intencional... sendo apenas um equívoco de um avô preocupado com a saúde mental do neto em meio a presença de barulhos estranhos no meio da noite), a protagonista - que é uma escritora especialista em paranormalidade - está preparando mais uma postagem no seu blog para comemorar mais uma vitória quando recebe um convite para resolver uma nova situação misteriosa, desta vez, em uma estação de metrô (que segundo a população local, trata-se de um lugar assombrado por uma jovem que cometeu suicídio jogando-se nos trilhos).

De repente, o cenário do filme muda completamente e isso incomoda muito porque essa transição de cenas é brutalmente rápida (resultando em falta de credibilidade), evidenciando um desleixo no trabalho que é realizado pela equipe responsável pela edição das cenas. Além disso, a dinâmica da narrativa ignora à vida pessoal da protagonista com o noivo (que é esnobado enquanto ela segue viagem para enfrentar mais uma aventura) e faz com o que tudo soe de forma muito mecânica, como se não houvesse nenhum tipo de sentimento entre eles.

Esse tipo de tratamento acontece em praticamente todo o filme, e destrói a parte emotiva da protagonista de uma forma que é difícil de entender... Afinal, o filme gira em torno dela (porque todo o elenco de apoio é dispensável) e a falta de empatia com a qual o roteiro a constrói é visivelmente péssima. Interpretada por Rose McGowan com bastante precariedade, aquela que deveria ser a heroína do filme se torna em uma figura prepotente, chata e mentalmente confusa. Em alguns momentos isso até ajuda a explicar as motivações que ajudam na materialização de alguns eventos, mas o impacto na narrativa é quase nulo, porque tudo se torna uma grande confusão.

Inicialmente (mais especificamente à partir do momento em que o foco começa a ser a estação e metrô abandonada), o filme tem uma ambientação que pode ser considerada como interessante porque é hábil em transparecer um clima pesado e tenso, mas esse é o único positivo ao longo de toda à projeção (aliás, isso nem dura muito tempo), que se torna um desastre à medida em que vai tentando se construir com base em elementos cada vez mais desastrosos e que apenas conseguem aumentar o nível de frustração por ser algo que por pouco não beira o nível da estupidez dentro de um gênero cinematográfico que costuma ser tão criativo até nas ideias mais simples.

Jenna Mattison não apenas dirige como também escreve todo o roteiro e a incompetência do trabalho dela está com as suas impressões digitais marcadas por todos os lados. O modo de contar a história é horrível, os enquadramentos das cenas parecem um trabalho de iniciante, o direcionamento do elenco não existe (parece que cada personagem tinha vontade própria e atuava como queria e no caso deste filme, isso é muito ruim) e a revelação principal que deveria sustentar toda à trama simplesmente não faz o menor sentido e ainda consegue ser pior porque é mostrada de uma maneira ridícula.

Já fazia muito tempo que eu não tinha o desprazer de assistir a um filme tão ruim (mas que pela sinopse parecia ser no mínimo interessante) e que é gigantescamente descompromissado com qualquer nível de qualidade. Toda a parte técnica é problemática e pobremente trabalhada: os efeitos especiais são dignos de um filme de comédia, a trilha sonora não tem razão de existir, a fotografia é uma bagunça e a edição de cenas além de picotar toda a história e transformar tudo em algo entediante, consegue priorizar os piores momentos da narrativa (destacando cenas totalmente desnecessárias).

O Som é o tipo de entretenimento cinematográfico responsável por levantar a bandeira reforça a ideia de que alguns filmes realmente merecem fazer parte do grupo "não recomendáveis" e não apenas com um simples lembrete, mas com letras em caixa alta pintadas de neon e com algum destaque luminoso (como luzes que piscam) para alerta a todos os telespectadores (até mesmo aqueles mais desatentos).