Al sentir de tu ingratitud

Existe algo muy dentro de mí que con tu ingratitud te alejas sin importar que eres reina, y aunque con tu indiferencia siento que me ahogo en mi canto, hoy decido darte mi vida y decirte que te amo.

Conjugando el destino que me golpea con tu ingratitud, pienso que va hacer difícil robarte un beso, pero sé que la ingratitud se rompe y por eso ese beso va a llegar temprano.

Aunque todo tenga sentido si logro entender tu ingratitud, aun así no entiendo porque te escondes de mí cuando paso por tu casa, y si por casualidad nos encontramos y te saludo entonces no me hables. Si tú te sientes orgullosa por atormentarme la vida, puede que te haga reaccionar cuando te diga: "oye amorcito que te pasa cada vez que paso por tu casa."

Creo que es mentira lo que me han dicho de ti, y es que no creo que te mueras por mí, pero no sé si es tu duda o tu ingratitud que no te permite decirme que en realidad me quieres con el alma.

Tu ingratitud no te hace aceptar que al que quieres es a mí, y aunque muy dentro de tu alma el sentimiento está y a pesar que el corazón te lo pide, no aceptas como gran mujer.

Yo aparto tu ingratitud, porque merezco tus secretos y la oportunidad de demostrar con hechos de que realmente cambie, y que juntos seremos felices dejando atrás tu innecesaria ingratitud.