De vuelta en el escondite, descargó los víveres de la pesada mochila que le maltrató la espalda todo el camino. Las excoriaciones en los brazos mostraban lo encarnizado de la lucha por los preciados alimentos. Aún los sembradíos subterráneos requieren de tiempo bajo la luz artificial para la primera cosecha. No tiene alternativa, es inevitable la confrontación con los otros supervivientes, aunque en ocasiones prevalece la cooperación, pero hoy, no fue así.

Irónicamente, los refugios están inhabitados por lo súbito de la destrucción de las ciudades. Quienes debían ocuparlas, perecieron o están cautivos en manos de la fuerza invasora. En tal sentido, estos son potenciales trampas difíciles de ignorar cuando el estomago está vacío.

Con regularidad imprevista, el enemigo patrulla el área con drones que escanean el terreno. No entiende cómo han persistido tanto tiempo sin ser detectados. Al menos de que evalúen el comportamiento de los humanos sometidos a presión cuando tienen esperanzas de vencer.

El resto de los miembros del equipo arriban a la colonia con breves intervalos de tiempo, con la excepción del binomio epsilon. Perecieron al ser emboscado por la colonia rival. No basta en tener que cuidarse del enemigo, también deben protegerse de los otros en la competencia por los escasos recursos.

Las mujeres organizan los víveres y curan a los heridos, mientras las parejas de los caídos lloran la ausencia definitiva y consuelan a los hijos. Una lucha interminable que puede acabar en cualquier momento.

Con el ocaso, la gente agrupada alrededor de la fogata, charlan sobre lo acontecido y preparan los planes para el nuevo día. Algunos añoran la normalidad de la vida en la ciudad, aunque el atasco vehicular en las avenidas en las horas picos para ir y venir del trabajo los atormentaran. Añora sentarse en el sofá para disfrutar la película de moda en la pantalla plana e inteligente, mientras consumían emparedados y bebidas perjudiciales para la salud. Vivían un historia artificial y ficticia.

Ahora, la realidad los pone aprueba sin cesar. Cualquiera puede ser protagonista, en donde el final feliz no está asegurado. De nuevo los tiempos difíciles forjan a la humanidad. Bueno, al remanente que no se rinde.