Micro ficción: La aprehensión

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La aprehensión

Suena la alarma que él instaló hace tres meses, así que corre hacia el monitor ubicado en el cuarto de estudio para darse cuenta que hombres fuertemente armados entran en su propiedad.

Margot está nerviosa, las nauseas la hacen ir con las manos en la boca para evitar vomitar antes de llegar al lavamanos del baño de la habitación principal.

Los perros de juguetes ladran con insistencia corriendo de un lado al otro al borde de sus pies, los ve y desea en esos momentos que sean mastines napolitanos.

Hace una ampliación en la pantalla para cerciorarse que la indumentaria es policial. Espera el sonido del timbre que no llega y es sorprendido por el crujir de la rotura del ventanal principal.

Vuelve con celeridad al cuarto principal, teme por la preñez de Margot. A pesar de la juventud, ella cumple con un estricto régimen de cuidados luego de que el obstetra determinó el alto riesgo del embarazo.

El silbido acompaña al gas blanquecino esparciéndose por la planta baja. Los ladridos incrementan los nervios de Margot que lucha por controlar el vómito.

Él cierra la puerta del baño y con cuidado hace que ella se acueste en el suelo, le da una toalla para que se cubra la nariz diciéndole que mantenga la calma y que todo estará bien.

No entiende el porqué de la intromisión violenta en la morada que compró al llegar del extranjero. Pensó que había escapado de la violencia de su país de origen, pero sin duda, se equivocó.

Como inversionista le va bien, cumple con las obligaciones formales de ley. Además, tiene buen ojo y mucho cuidado en los negocios que emprende. Lleva una vida suntuosa que sobresale de la media en el urbanismo de clase alta en donde los autos super deportivos aparcados son la envidia del lugar.

Le cuesta respirar y los ojos le pican hasta lagrimar haciéndole ver borroso. Aunque por instinto quiere restregarse los ojos, resiste al recordar los tiempos de estudiantes. Margot jadea y llora manteniendo los ojos cerrados tal como le dice. Él sabe que pronto los policías llegarán donde están.

Un sentimiento de impotencia mezclado con indignación lo recorre. Qué hizo, se interroga a sí mismo, cuando la voz de alto casi le revienta el tímpano.

Los perros siguen ladrando justo al lado de ellos. Margot sigue vomitando sobre la toalla empapada llevándose las manos al vientre. Él no opone ninguna resistencia, ni se queja al momento, solo dice que su novia está embarazada.

Esposado pregunta el porqué de la aprehensión. El agente sonríe satisfecho detrás del pasamontañas mientras piensa en la traición de Margot.

Fin

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Una micro ficción original de @janaveda

Imagen de tyleroharrow en Pixabay

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Muchas gracias por leerme, espero sea de su agrado.



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10 comments
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¡ Que golpe bajo el de Margot!
Ahora quede picado, quiero saber ¿Es la pareja de Margot un bolichico?
Espero una precuela que aclare la duda.
Aplausos, me sorprendiste.

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Hola mi amigo.

Sí, aveces el golpe viene por donde no lo esperas. ¿Sobre la precuela? Me parece una buena idea. Feliz domingo.

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Qué hizo Margot? De qué me perdí? Dónde está la otra parte? XD :D

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Hola @rejicoronado

No te perdiste de nada. Bueno, creo que hará falta una micro precuela, como me sugirió mi amigo @felixmarranz para articular el rumbo a la imaginación. Un reto que tendré que afrontar.

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Jejeje la espero, y si me etiquetas al menos en un comentario, bienvenido sea :)

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Y a mi, tambíen me etiquetas. Por si te sirve de inspiración en mi pueblo contaban por cierto lo siguiente:

En la calle de Princesa,
vivía una marquesa,
que a su hija Margot,
la mano le corto.
Moraleja esconde la mano que viene la Vieja
Hasta pronto @hanaveda

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