Víctor Hugo y lo grotesco

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El 26 de febrero de 1802 nació en Francia uno de los hombres más influyentes en la cultura moderna, particularmente en la literatura: Víctor Marie Hugo, de esos que alguien podría llamar un "gigante" o "monstruo", en el sentido positivo, pues su obra no solo fue muy amplia y diversa, sino que, además, cumplió un papel relevante en la vida cultural y política de su época. Fue poeta, dramaturgo, ensayista y novelista, pero quizás sea por esta última tarea por la que se le conozca más comúnmente.


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Víctor Hugo (1875) Fuente


Víctor Hugo es piedra angular del Romanticismo francés, corriente estético-literaria que inicia la modernidad. Han sido muy difundidas sus novelas Nuestra Señora de París(1831) y Los miserables (1862), no solo publicadas en diferentes ediciones e idiomas, sino versionadas en teatro, cine, series televisivas, cómics, etc.

Como mi intención con estos posts no es reiterar una biografía del autor (existen en internet, como la indicada arriba) sino aprovechar la efeméride para destacar algún aspecto importante de su aporte, aquí me referiré brevemente a uno de los de Víctor Hugo: lo grotesco.


Víctor Hugo apuntaló parte de su visión estética moderna en el prefacio que escribió para su obra teatral Cromwell (1827), en el cual manifestó los principales planteamientos filosóficos, estéticos y literarios de su propuesta, donde resalta lo feo y lo grotesco. Veamos unos fragmentos:

La musa moderna lo verá todo desde un punto de vista más elevado y más vasto; comprenderá que todo en la creación no es humanamente bello, que lo feo existe a su lado, que lo deforme está cerca de lo gracioso, que lo grotesco es el reverso de lo sublime, que el mal se confunde con el bien y la sombra con la luz.

En el pensamiento de los modernos (…) lo grotesco desempeña un papel importantísimo. Se mezcla en todo; por una parte crea lo deforme y lo horrible, y por otra lo cómico y lo jocoso.

La realidad resulta de la combinación de los dos tipos, lo sublime y lo grotesco, que se encuentran en el drama, como se encuentran en la vida y en la creación. La poesía verdadera, la poesía completa consiste en la armonía de los contrarios. (…) todo lo que existe en la naturaleza está dentro del arte.


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Quasimodo, uno de los personajes principales de la novela Nuestra Señora de París (1831), sobre una gárgola de la catedral. Obra de Luc-Oliver Merson (1920) Fuente


Si bien lo grotesco existía mucho antes, en la Edad Media y el Renacimiento, como lo mostró el teórico Mijaíl Bajtín en su investigación (los interesados pueden buscar su libro La cultura popular en la Edad Media y el Renacimiento). De esa práctica anterior es ejemplo patente Gargantúa y Pantagruel de François Rabelais, publicada en 1534, es en el Romanticismo cuando alcanza categoría literaria. También en el siglo XVIII encontraremos una manifestación de particular atracción en pinturas y grabados de Francisco de Goya.

Veamos una definición que da Bajtin:

Una exageración premeditada, una reconstrucción desfigurada de la naturaleza, una unión de objetos imposible en principio tanto en la naturaleza como en nuestra experiencia cotidiana, con una gran insistencia en el aspecto material perceptible, de la forma así creada.

(Un paréntesis: si a Bajtin le hubiese tocado vivir el último tercio del siglo XX y lo que va del XXI seguramente no hubiese escrito lo de "imposible" en nuestra experiencia cotidiana)

De modo muy lúcido, en su formulación, Víctor Hugo sustenta –filosófica y estéticamente– una concepción que avanzada la modernidad alimentará y diversificará el arte hasta nuestros días: la coexistencia o confluencia de lo bello y lo feo, coincidencia de opuestos que siempre ha existido, pero que la visión moral y estética convencional y dominante no había permitido que se introdujera o aceptara. El cometido transgresor de Víctor Hugo abre la brecha. Tendremos luego, más adelante el siglo XIX un poema como "La carroña" de Baudelaire y Los cantos de Maldoror de Lautréamont, y ni hablar lo que aparecerá con las vanguardias artísticas a comienzos del siglo XX, especialmente con el Expresionismo.

(Otro paréntesis: existen dos excelentes libros de referencia obligada para quienes quieren adentrase en este asunto: Historia de la belleza e Historia de la fealdad, de Umberto Eco –sobre este autor hice un post recientemente *), de 2005 y 2007 respectivamente–)

Lo grotesco en arte será una herramienta muy propia de la ironía, sea seria o grave, satírica o burlesca, y, generalmente, tendrá la función de la denuncia, el develamiento del otro rostro de la realidad, bien por ignorado o negado por manipulación ideológica o moral.

Este aporte debemos reconocerlo en Víctor Hugo.

Referencias:
Bajtín, Mijaíl (2005). La cultura popular en la Edad Media y el Renacimiento. El contexto de François Rabelais. España: Alianza Editorial.
Hugo, Víctor. Cromwell. Edición digital: http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/cromwell--0/html/feff3796-82b1-11df-acc7-002185ce6064_2.htm
Marchese, Angelo y Forradellas, Joaquín (1986). Diccionario de retórica, crítica y terminología literaria. España: Edit. Ariel.
Riquer, Martin de y Valverde, José M. (1979). Historia de la Literatura Universal (Tomo III). España: Edit. Planeta.


Gracias por su atención.


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3 comments
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Saludos poeta. Leí su didáctica aproximación de Hugo y lo grotesco. Estoy en consonancia con su apreciación sobre uso que el gran poeta francés hizo de lo Grotesco.Sin embargo creo que Jonathan Swift, Los viajes de Gulliver-1726- suscribe esas característica contrastante e irónica de lo grotesco.

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