💥La verdad es algo simple para mentes simples💥
Las desviaciones de la verdad complican las cosas. ¡También causan enredos de ideas! Nadie puede negar que dentro del mundo religioso de nuestra generación hay desvíos aparentes del camino de la verdad a fábulas inimaginables.
II TIMOTEO 4: 4
Y apartarán sus oídos de la verdad, y se convertirán en fábulas.
Ser llevado de la verdad a las fábulas no es tan simple como parece. Es causado por algunos asuntos ocultos y complicados; ¡algunos de los cuales son el rechazo de la verdad, el trabajo de un enemigo invisible y los placeres de la carne!
2 Tesalonicenses 2: 11-12
11 Y por esta razón, Dios les enviará una falsa ilusión, para que crean una mentira:
12 Para que todos sean condenados los que no creyeron la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.
¡Hay una gran cantidad de enemigos invisibles que convencen a las personas de transgredir la verdad!
EFESIOS 2: 2
En donde en el pasado ustedes caminaron de acuerdo con el curso de este mundo, de acuerdo con el príncipe del poder del aire, el espíritu que ahora obra en los hijos de la desobediencia:
Los placeres de la carne provocados por el pecado convencen fácilmente a las personas de desviarse de la verdad.
HEBREOS 11: 24-25
24 Por fe Moisés, cuando llegó a los años, se negó a ser llamado hijo de la hija de Faraón;
25 Elegir más bien sufrir la aflicción con el pueblo de Dios, que disfrutar los placeres del pecado por un tiempo;
Es por su verdadera fe en Dios que Moisés pudo vencer el llamado del pecado. La verdad es simple!
JUAN 17:17
Santifícalos en tu verdad: tu palabra es verdad.
¡T-R-U-T-H está escrito por la palabra de Dios! ¡La totalidad de la Palabra de Dios!
SALMOS 119: 160 (RSV)
La suma de tu palabra es verdad; y cada una de tus ordenanzas justas perdura para siempre.
Solo la Palabra de Dios. ¡No más!
PROVERBIOS 30: 5-6
5 Toda palabra de Dios es pura: él es un escudo para los que confían en él.
6 No añadas a sus palabras, para que no te reprenda, y seas hallado mentiroso.
¡No menos!
Jeremías 26: 2
Así ha dicho Señor; Párate en el patio de la casa del SEÑOR y habla a todas las ciudades de Judá, que vienen a adorar en la casa del SEÑOR, todas las palabras que te mando que les hables; no disminuir ni una palabra:
La verdad en la palabra escrita de Dios en la Biblia dice:
MATEO 23: 8-9
8 Pero no seáis llamados rabinos, porque uno es vuestro Maestro, incluso Cristo; y todos vosotros sois hermanos.
9 Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, que está en los cielos.
El Señor Jesucristo habla de cosas espirituales en sus enseñanzas.
JUAN 6:63
Es el espíritu que acelera; la carne no aprovecha nada: las palabras que te hablo, son espíritu y son vida.
Cuando dijo: “No llames a tu padre padre sobre la tierra”, estaba hablando de cosas espirituales. No quiso decir que no podemos llamar a "padre" el padre de nuestra carne o de nuestro ser físico.
HEBREOS 12: 9
Además, hemos tenido padres de nuestra carne que nos han corregido, y les hemos reverenciado: ¿no estaremos más bien sujetos al Padre de los espíritus y viviremos?
Los papas y sacerdotes católicos no son nuestros padres en la carne a menos que tengan el coraje de aceptar que han engendrado a algunos de nosotros, ¡y de una manera muy reservada! Si no son padres en la carne, ¿por qué dejan que sus súbditos los llamen padre? Hablando espiritualmente, solo el Padre en el cielo es nuestro padre espiritual a quien podemos dirigir religiosamente como Padre.
MATEO 6: 9
De esta manera, pues, orad: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
Hubo momentos en que el Señor Jesucristo se dirigió a sus discípulos como "niños", ¡pero nunca les permitió llamarlo Padre! No hay ningún caso registrado en la Biblia en el que los cristianos lo llamaran Padre. Fue dirigido como "Señor", "Dios", "Maestro" y "Maestro", ¡pero nunca como "Padre" porque les prohibió llamarlo así!
JUAN 20:28
Y Tomás respondió y le dijo: Señor mío y Dios mío.
MATEO 22: 36-37
36 Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?
37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
JUAN 3: 1-2
1 Había un hombre de los fariseos, llamado Nicodemo, un gobernante de los judíos:
2 Lo mismo vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabino, sabemos que eres un maestro que viene de Dios: porque nadie puede hacer estos milagros que tú haces, excepto que Dios esté con él.
Los apóstoles se dirigieron a algunos cristianos como "hijos en la fe", pero nunca permitieron que estas personas los llamaran "Padre".
I TIMOTEO 1: 2
A Timoteo, mi propio hijo en la fe: Gracia, misericordia y paz, de parte de Dios nuestro Padre y de Jesucristo nuestro Señor.
TITUS 1: 4
Para Tito, mi propio hijo según la fe común: gracia, misericordia y paz, de parte de Dios Padre y del Señor Jesucristo nuestro Salvador.
Los sacerdotes y líderes católicos son llamados por sus miembros en una forma de máximo respeto que les han dictado. Incluyen muchos títulos, incluido "Monseñor", que significa "Mi señor". Esto es descaradamente más excesivo de lo que llaman al Padre en la oración, "Nuestro Padre". ¡Es una absoluta falta de respeto al mandamiento del Señor Jesucristo!
Note la simple verdad, mis amados lectores. En "Nuestro Padre, que estás en el cielo", la palabra Padre es simplemente "¡Padre!" Pero cuando los católicos se dirigen a sus sacerdotes, los llaman:
- Reverendo padre
- Muy reverendo padre
- Reverendísimo padre
- Santísimo padre
¿Por qué los títulos en adjetivos y adverbios en el grado superlativo? Porque estos sacerdotes y líderes católicos habían ordenado a sus miembros que los llamaran así.
ENCICLOPEDIA CATÓLICA
El papa
El Soberano Pontífice se dirige al comienzo de una carta como "Santísimo Padre" (Beatissimo Padre);
Cardenales
Al escribirle a un cardenal italiano, la carta debe comenzar con las palabras, "Reverendísimo Eminencia" (Eminenza Revma.); si él fuera de una familia principesca, "Eminencia Reverenda e Ilustre". En el cuerpo de la carta en sí, siempre debe dirigirse a él en tercera persona y es "Tu Eminencia", o "Su Eminencia", y la carta debe terminar: "Abrazando el púrpura de Su Eminencia Reverendísima, soy la propia Eminencia de Su Eminencia". servidor humilde y obediente ".
Obispos
El título de un obispo es "Señor más ilustre y reverendo". Las palabras, "su grandeza",
Por el contrario, no hubo apóstol o ministro de Cristo al que los cristianos del primer siglo se dirigieran como el Padre Santísimo o el Padre Reverendísimo o simplemente "padre", porque sabían cómo obedecer el simple mandamiento y la simple verdad que dice:
MATEO 23: 8-9
8 Pero no seáis llamados rabinos, porque uno es vuestro Maestro, incluso Cristo; y todos vosotros sois hermanos.
9 Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, que está en los cielos.
¡A Dios sea la gloria y el honor para siempre! ¡Amén!
Sinceramente tuyo,
Hermano Eli
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