IMPERIVM HISPALENSIS VII [ESP/ENG]

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No sé si me lo creo, pero hemos recibido el trofeo, nos han dado la medalla, parece que hemos ganado. Cuando estemos de vacaciones empezaré a pensar lo que hemos hecho. Hemos empezado mal, sin buscar espacios, sin sacar centros. Ellos han jugado cómodos. En el segundo tiempo hemos sido más agresivos. Hemos generado más, más centros, más área. Ha llegado el empate y ha sido duro.La prórroga no se ha jugado casi nada y hemos tenido el acierto de los penaltis. Teníamos claro quiénes tiraban y todo ha salido de maravilla.” - José Luis Mendilibar tras la conquista de su primer título de élite como entrenador.

I don't know if I can believe it, but we got the trophy, we got the medal, it looks like we won. When we're on holiday I'll start to think about what we've done. We started badly, we didn't look for space, we didn't get crosses in. They played comfortably. In the second half we were more aggressive. We generated more, more crosses, more area. The equaliser came and it was tough, and in extra time we didn't play much at all and we were successful with the penalties. We knew who was going to take them and it all worked out wonderfully". - José Luis Mendilibar after winning his first top-flight title as coach.

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¡El Sevilla lo ha vuelto a hacer! Los hispalenses tienen ese alma gitana que muy pocos equipos en el Mundo ostentan y sí, tras haber pasado siete meses de este curso coqueteando peligrosamente con el descenso en LaLiga, han vuelto a llevarse su competición fetiche a las vitrinas. La UEFA Europa League parece exigir un cambio de nombre y apellido, pero quizá, no sería del todo ético el renombrar la competición con el nombre del Sevilla Fútbol Club. Los de Nervión han pasado de lo que pudo haber sido su temporada en años a conquistar su título predilecto con un aura de inmortalidad.

Mourinho jamás había probado el amargo sabor de caer en una final Europea; a “The Special One” lo ha derrotado un tipo simple, un estratega que no negocia la intensidad de sus pupilos pero que, a manera de contrapeso, viste del modo más relajado posible con un pantalón deportivo y el polo con el escudo de su club al pecho. Don José Luis Mendilibar Etxebarria tomó a un Sevilla sumergido en el caos absoluto, hecho añicos; subsanó ese caos y reparó aquella pieza rota de orfebrería futbolística para forjar una pieza nueva con una belleza única, una especie de jarrón Kintsugi japonés.

Sevilla have done it again! Sevilla have that gypsy soul that very few teams in the world have, and yes, after spending seven months of this season flirting dangerously with relegation in LaLiga, they have once again taken their fetish competition to their trophy cabinets. The UEFA Europa League seems to demand a change of name and surname, but perhaps it would not be entirely ethical to rename the competition after Sevilla Fútbol Club. The Nervión outfit have gone from what could have been their best season in years to winning their favourite title with an aura of immortality.

Mourinho had never tasted the bitter taste of losing in a European final; "The Special One" has been defeated by a simple guy, a tactician who does not negotiate the intensity of his players but who, as a counterbalance, dresses as relaxed as possible in sports shorts and a polo shirt with his club's crest on his chest. Don José Luis Mendilibar Etxebarria took over a Sevilla team in absolute chaos, shattered to pieces; he put that chaos right and repaired that broken piece of footballing goldsmithery to forge a new piece of unique beauty, a kind of Japanese Kintsugi vase.


¡𝗙𝗜𝗡𝗔𝗟! ⏹️

🏆 𝗨𝗡𝗔

🏆 𝗗𝗢𝗦

🏆 𝗧𝗥𝗘𝗦

🏆 𝗖𝗨𝗔𝗧𝗥𝗢

🏆 𝗖𝗜𝗡𝗖𝗢

🏆 𝗦𝗘𝗜𝗦

Y ahora...

🏆 ¡¡¡𝗦𝗜𝗘𝗧𝗘!!! 7️⃣

¡𝗦𝗢𝗠𝗢𝗦 𝗖𝗔𝗠𝗣𝗘𝗢𝗡𝗘𝗦 𝗢𝗧𝗥𝗔 𝗩𝗘𝗭! ⚪🔴#WeareSevilla #NuncaTeRindas #UELfinal pic.twitter.com/kxTBDK46tb

— Sevilla Fútbol Club (@SevillaFC) May 31, 2023

El Sevilla y su lema de batalla en la Europa League: “Nadie la quiere como nosotros”, se han vuelto a confirmar como una profunda realidad; nadie la quiere como los de Nervión, nadie disfruta tanto de conquistarla y mucho más aún tras la convulsa campaña en la que Sampaoli no pudo levantar el barco pero Mendilibar les mostró el camino. El tablero de ajedrez del Puskas Arena lo dominó Mou y su Roma -con la SPQR ( Senatus Populus Que Romanus) al pecho en detrimento del patrocinador con quien han roto relación comercial- pero en la segunda parte, Mendilibar, su plan y su libreta habrían de sorprender a “The Special One”.

Como se mencionó con antelación, Mourinho no había perdido jamás una final europea, pero enfrente estaba el Sevilla que había jugado seis finales de UEFA Europa League y las ganó todas; la séptima final no fue la excepción… El Sevilla de Mendilibar ha conquistado su séptimo entorchado europeo a su más puro estilo, una final agónica que duró 147 minutos -si contamos todos los descuentos- y tuvo que resolverse desde el punto fatídico ante la Roma que ha revivido uno de los capítulos más amargos de su historia como cuando, en 1984, cayeron en la final de la Copa de Europa ante el Liverpool; noche amarga desde Budapest hasta la capital del Imperio que alguna vez dominó Hispalis.

Sevilla and their Europa League battle slogan: "Nobody wants it like us", have once again been confirmed as a profound reality; nobody wants it like those from Nervión, nobody enjoys conquering it as much, and even more so after the convulsive campaign in which Sampaoli was unable to lift the ship but Mendilibar showed them the way. The chessboard at the Puskas Arena was dominated by Mou and his Roma - with the SPQR (Senatus Populus Que Romanus) on his chest to the detriment of the sponsor with whom they have broken commercial relations - but in the second half, Mendilibar, his plan and his notebook were to surprise "The Special One".

As mentioned before, Mourinho had never lost a European final before, but Sevilla, who had played in six UEFA Europa League finals and won them all, were in front of him; the seventh final was no exception? Mendilibar's Sevilla have won their seventh European crown in their purest style, an agonising final that lasted 147 minutes - if you count all the stoppages - and had to be settled from the spot against Roma, who have relived one of the bitterest chapters in their history as when, in 1984, they lost in the European Cup final to Liverpool; a bitter night from Budapest to the capital of the Empire that once dominated Hispalis.


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“Imperium Nostrum” era el mensaje que la grada Sevillista quiso enviar al Mundo previo al silbatazo inicial, un guiño a su pasado como parte del Imperio Romano y la firme aclaración de que el Imperio de la Europa League les pertenece tal y como ellos pertenecieron a Roma siglos atrás. A estas alturas de la vida es complejo definir si la Europa League es la competición fetiche del Sevilla o si, a la inversa, es el Club Hispalense el hijo predilecto, el equipo fetiche de la división de plata europea. El drama no faltó, como en Glasgow 2007 y en Turín 2014 se hizo presente para aderezar de manera singular la consecución de un nuevo título para las vitrinas enclavadas en el corazón de Nervión.

Mou, un clásico en sí mismo, buscó jugar al despiste, al descartar a Dybala para más de 20 o 30 minutos de juego; pero lo puso de inicio en la batalla de Budapest y al minuto 35’ -ya rebasada la barrera temporal imaginaria que el portugués había impuesto al argentino- un excelso pase entre líneas de Mancini, tras la presión y robo de Cristante a Rakitic, encontró a Dybala con tiempo y espacio para definir por bajo ante el intento de achique de Bono. 1-0 la Roma pero Mendilibar no iba a dejar de creer en su plan y sus muchachos tampocos.

La valentía ofensiva del conjunto romano en la primera parte descolocó a los muchachos de Mendilibar, es inusual que los giallorossi ataquen con el fervor con el que lo estaban haciendo en Budapest. Pero el Sevilla no se rinde, nunca lo hace, ni siquiera ante esta versión tan colmilluda y canchera de “la Loba” que terminó por sorprenderles. Mourinho domina el entorno, es un viejo lobo de mar, pero Mendilibar no se achanta y encontró en su libreta la fórmula para cambiar las tornas en la segunda parte y, con ello, emparejar fuerzas y lograr la paridad en el marcador.

"Imperium Nostrum" was the message that the Sevillista fans wanted to send to the world before the opening whistle, a nod to their past as part of the Roman Empire and a firm clarification that the Europa League Empire belongs to them just as they belonged to Rome centuries ago. At this stage of life it is difficult to define whether the Europa League is Sevilla's fetish competition or whether, conversely, it is the Club Hispalense that is the favourite son, the fetish team of the European silver division. There was no shortage of drama, as in Glasgow 2007 and Turin 2014, to spice up in a unique way the achievement of a new title for the trophy cabinets nestled in the heart of Nervión.

Mou, a classic in his own right, sought to play a game of misdirection, ruling Dybala out for more than 20 or 30 minutes of the game; but he started the battle in Budapest and in the 35th minute - already beyond the imaginary time barrier that the Portuguese had imposed on the Argentine - a superb through ball from Mancini, after Cristante's pressure and robbery of Rakitic, found Dybala with time and space to score low past Bono's attempted save. Roma were 1-0 up, but Mendilibar was not going to stop believing in his plan and neither were his players.

The Roman side's attacking bravery in the first half unsettled Mendilibar's boys, it is unusual for the Giallorossi to attack with the fervour with which they were doing so in Budapest. But Sevilla don't give up, they never do, not even against this fang-tastic version of "la Loba" which ended up surprising them. Mourinho dominates the environment, he's an old sea dog, but Mendilibar doesn't shy away and found the formula in his notebook to turn the tables in the second half and, in doing so, level the scores and achieve parity on the scoreboard.


🔥 ¡𝗛𝗘𝗣𝗧𝗔𝗖𝗔𝗠𝗣7️⃣𝗢𝗡𝗘𝗦 de EUROPA! ⚪🔴

🏆 🏆 🏆 🏆 🏆 🏆 🏆#NadieLaQuiereComoNosotros pic.twitter.com/tWakSNILTY

— Sevilla Fútbol Club (@SevillaFC) May 31, 2023

Fortuna, Diosa romana de la suerte decidió favorecer al Sevilla con su sonrisa en la segunda parte, ya que en el añadido de la primera parte, un gran remate de Rakitic terminó estrellándose en la base del poste para ahogar el grito de gol de la feligresía andaluza; dicho alarido tan jocoso como furibundo llegaría al minuto 55’ mediante un centro tenso de Jesús Navas que Lucas Ocampos no consiguió rematar para que a la postre fuese Mancini quien enviase la pelota al fondo de su propio arco.

La Roma tiró de valentía y con más empuje que fútbol buscó recobrar la ventaja que se habían agenciado en el marcador en la primera parte, pero Bono -el meta que llevó a Marruecos a la semifinal de la Copa del Mundo- impondría su inconmensurable figura bajo palos para ser determinante para la causa de su equipo. El tiempo regular terminó sin más daños en ninguno de los frentes y así transcurrieron también los 30 minutos -y más- de la prórroga hasta llegar a una tanda de penaltis con el drama en los pies de Gonzalo Montiel -tal y como pasó en Qatar- para el cobro que podría definir el título, Rui Patricio le detuvo el lanzamientos pero la acción hubo de repetirse por el adelantamiento del meta lusitano y Montiel acertó para desatar el apasionado idilio del Sevillismo con la Europa League una vez más. Un amor adolescente que no entiende de separaciones ni individualidades.

Fortuna, the Roman Goddess of luck, decided to favour Sevilla with her smile in the second half, as in the added time of the first half, a great shot by Rakitic ended up crashing against the base of the post to drown out the Andalusian faithful's scream for a goal; the scream, as jocular as it was furious, would arrive in the 55th minute through a tense cross by Jesús Navas that Lucas Ocampos failed to finish so that in the end it was Mancini who sent the ball into the back of his own net.

Roma were brave and with more drive than football sought to regain the lead they had gained in the first half, but Bono - the goalkeeper who took Morocco to the World Cup semi-final - would impose his immeasurable presence between the sticks to be decisive to his team's cause. Regular time ended without further damage on either side and so did the 30 minutes - and more - of extra time until a penalty shoot-out with the drama at the feet of Gonzalo Montiel - just as it happened in Qatar - for the spot-kick that could define the title. Rui Patricio saved his spot-kick but the action had to be repeated due to the overtaking of the Portuguese goalkeeper and Montiel was on target to unleash Sevillismo's passionate love affair with the Europa League once again. An adolescent love that understands neither separation nor individuality.


✍🏼: Paco Andújar ⚽



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2 comments
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Saludos mi buen amigo, vi el partido, y la Roma tuvo para un 2 a 0 en la primera mitad, el Sevilla no es que gano con jugadas en desarrollo, lo termino ganando en la tanda de los penales, forma parte del juego pero no gano con estrategias.

Por otra parte no comparto el comportamiento de Mou, pero tenia razón, hubo jugadas que no convencieron, y esa mano dentro del área pudo haber marcado la diferencia, para mi la Roma jugo mas, a lo mejor los del Sevilla dirán otra cosa pero pienso que la Roma mereció mas, pero como esto no es de merecimientos pues terminaron ganando en tanda de penales, que como lo dije, es parte del juego y pues así también se vale.

Buena publicación amigo, en esta ocasión me han gustado las imágenes seleccionadas, fueron muy buenas, saludos y abrazo!

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Buen día, querido @epirela22. ¡Gracias por la visita, hermano!

Sí, yo creo que la Roma pudo haber castigado más al Sevilla en la primera mitad y terminó pagando el no haberlo hecho. Creo que disiento un poco contigo en la parte de "no haber ganado con estrategia"; considero que Mendilibar corrigió de cara a la segunda parte y ahí encontró la suerte del autogol que los llevó a la tanda de penaltis -y creo que, justamente, esa era la estrategia-.

Mourinho es un tremendo estratega, pero sí, sus actitudes, en muchas ocasiones me dejan demasiado que desear. La mano dentro del área era un penalti escandaloso que ni siquiera se fue a revisar. Al final las reglas son las que son y el Sevilla ha vuelto a ser campeón, hermano.

Gracias por los comentarios positivos con respecto a mi contenido, hermano. ¡Me alegra que haya sido de tu agrado!

Un abrazo.

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