Reportaje #63 HELLOWEEN: I WANT OUT: ALBUM: Keeper Of The Seven Keys, Pt.2 (1988)(Mi Revista Heavy Rock) + Video
“I Want Out”, es punto de inflexión del heavy metal europeo. Mientras en América se llevaban las bandas de hard rock potente y marcara de la vieja escuela y los grupos de “pop-metal”, todo ellos con sus consiguientes peinados de altura, los alemanes Helloween decidieron tomar a Judas Priest, Iron Maiden y toda la NWOBHM como punto de partida, y aderezándolo con la influencia de los patriarcas metalicos teutones, Scorpions y Accept, llevar el heavy metal a un nuevo nivel.
No cabe duda de que fueron una de las bandas de metal europeo mas influyentes de la década de los 80, dando un gran paso hacia el speed en sus primeros tiempos y solidificando los cimientos de lo que hoy en día conocemos como power metal, estilo del que son absolutos progenitores. Con los dos volúmenes de “Keeper Of The Seven Keys” gozaron de una excelente respuesta de publico, y cuando su acogida comenzaba incluso a notarse en USA, el castillo de naipes se vino abajo.
La segunda parte de su gran obra maestra ya evidenciaba cierto sentimiento de ruptura interna y distanciamiento entre sus miembros, pues Kai Hansen, que hasta entonces había sido el líder absoluto del grupo, primeramente también vocalista y quien solia echarse a la espalda el peso de la composición, firmo muchas canciones de las acostumbradas a favor del otro guitarrista de la banda, Michael Weikath, a cuyo difícil e intratable carácter los fans señalan como instigador y culpable de las distintas rupturas y remo delaciones de la banda con los años.
Poco después ya estaba en la calle “Heading For Tomorrow”, el debut de la otra banda de Hansen, Gamma Ray, que le ha mantenido ocupado hasta nuestros días. Pero aunque Kai no tuviera el predominio firmante en aquel álbum, una de las piezas que ideara se convertiría en la mas emblemática del quinteto alemán. “I Want Out” tenia madera de clásico absoluto, repartiendo caña desde el primer segundo con la armonía de guitarra de Hansen y el característico sonido melódico de su riff en duelo con el hacha de Weikath, la imparable batería de nuestro querido Ingo y su impronunciable apellido y, como no, la maravillosa voz de Michael Kiske, el vocalista con el que Helloween dieran el espaldarazo definitivo y quizá la ausencia mas añorada por los fans, con esa garganta prodigiosa que tenia todo el poso del carácter y la fuerza de Bruce Dickinson y el abanico de agudos de Rob Halford.
“I Want Out” guardaba el espíritu alegre de sus temas mas festivos sin llegar a ser una patochada cachonda de esas que llevaron a definirles como “happy metal”, una etiqueta que decía muy poco a su favor, al mismo tiempo gozaba de la monumentalidad de las piezas mas grandiosas y legendarias del grupo. Todo seria muy diferente a partir de entonces para la famosa calabaza que perdió su gran oportunidad de expansión mundial aunque no su bastión de publico en el mercado europeo.
