La auyama y sus componentes químicos que nutren y promueven la salud.

La auyama (Cucurbita maxima) es una especie vegetal de la familia Cucurbitaceae cuyo fruto es consumido en todo el mundo de diversas formas, destacando que la mayoría de sus partes son comestibles, y esto incluye al epicarpio (cáscara), pulpa y semillas.

En epicarpio y pulpa, la fracción dominante luego del agua (humedad) son los carbohidratos, y en las semillas el orden es el siguiente: grasa > proteína > fibra > carbohidratos; como se aprecia en el siguiente cuadro de composición (g/100 g de material fresco) de nutrientes en fruto de auyama.

Al comparar entre variedades de auyama, usando alguna como referencia, otra puede presentar mayor contenido de humedad y grasa, y menor de carbohidratos y fibra en las semillas; también mayores de proteína y carbohidratos en el epicarpio, y mayores de carbohidratos en la pulpa; de forma significativa.

Las partes comentadas del fruto de auyama en su componente proteico presenta diversos aminoácidos, cuya composición (mg/100 g de material fresco) muestro en el cuadro a continuación. Es notable en semillas su alto contenido.

Al comparar entre semillas de variedades de auyama, usando alguna como referencia, otra puede presentar menor contenido de alanina, y mayor de isoleucina, metionina, serina, treonina y tirosina (de forma significativa).

El componente graso de las semillas presenta diversos ácidos grasos, y entre ellos presento en el siguiente cuadro sus valores expresados como un porcentaje aproximado de la fracción total de ácidos grasos presentes en semillas de auyama.

Los ácidos grasos del cuadro anterior representan aproximadamente un 17,5 % de ácidos grasos saturados, un 15,0 % de ácidos grasos monoinsaturados y un 56,8 % de ácidos grasos poliinsaturados.

Al comparar entre semillas de variedades de auyama, usando alguna como referencia, otra puede presentar, de forma significativa, menor contenido de los ácidos grasos saturados mirístico y esteárico, y mayor de los ácidos grasos no saturados oleico y linoleico.

El contenido mineral (cenizas) en epicarpio, pulpa y semillas de auyama lo resumo en el siguiente cuadro (en mg/100 g de material seco). Es de hacer notar que el sodio, hierro y cinc se encuentran en mayor cantidad en el epicarpio; material que a veces se asume como un desecho. El potasio predomina en la pulpa y también el fósforo y magnesio. En semillas, el calcio, cobre y manganeso se encuentran en mayor cantidad si compara con las otras partes.

Al comparar entre variedades de auyama, usando alguna como referencia, otra puede presentar mayor contenido de sodio y hierro en la pulpa en vez del epicarpio, y en relación con el manganeso y el magnesio es probable observar contenidos similares tanto en la cáscara, pulpa y semillas.

En relación con las vitaminas, la auyama contiene en su pulpa folatos y vitamina B1. También contiene vitamina C y mayores contenidos pueden presentarse en la pulpa, seguido de las semillas y el epicarpio, no obstante entre variedades, otra puede presentar mayores contenidos en las semillas, seguido de la pulpa y el epicarpio; de forma significativa.

También contiene vitamina D (en forma de tocoferoles) y vitamina A (en forma de carotenoides como provitamina A). En el cuadro siguiente se muestran sus contenidos (mg/100 g de material fresco) en diversas partes del fruto. El α-tocoferol y γ-tocoferol son predominantes en semillas de auyama, este último puede no estar presente en pulpa. El β-caroteno y la β-criptoxantina se encuentran en mayor cantidad en el epicarpio, aunque en la pulpa de auyama también puede ser notable su presencia. Algunas variedades de Cucurbita maxima en su pulpa contienen los carotenoides zeaxantina y luteína.

En líneas generales como puede percibirse en la sección anterior, el fruto de la auyama es una buena fuente de diversas sustancias nutritivas, pero además también beneficiosas para la salud ya que la vitamina A es necesaria para un crecimiento adecuado, salud visual y protección contra enfermedades. Se debe tomar en cuenta la actividad antioxidante de algunas de esas sustancias como la vitamina C (fuerte antioxidante soluble en agua) que protege los componentes celulares de los radicales libres mediante la donación de electrones, y la regeneración de otros antioxidantes, como la vitamina E (antioxidante soluble en grasa). También, las semillas, son buena fuente de potasio, fósforo, magnesio, y contiene cantidades moderadamente altas de calcio, sodio, manganeso, hierro, cinc y cobre; elementos que hacen que la semilla de auyama sea valiosa para la suplementación de alimentos. Destaco que el potasio es necesario para el buen funcionamiento del sistema nervioso y los músculos, y también ayuda a mantener la presión arterial normal.

Es importante destacar que además de esos componentes nutritivos con valor funcional promotor de la salud, la auyama presenta otros compuestos bioactivos con actividad promotora de la salud, como el β-sitosterol, el cual puede encontrarse en semillas a una concentración de 23,52 mg/100 g de material fresco. Estudios recientes han informado que la auyama puede beneficiar el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata, debido a su contenido de β-sitosterol, también ha sido indicado para reducir el colesterol en la sangre y disminuir los riesgos de ciertos tipos de cáncer.

Entre los compuestos fenólicos presentes en pulpas de variedades de auyama, han sido determinados los ácidos fenólicos gálico, protocatechuico, p-hidroxibenzoico, vanílico, clorogénico, cafeico, p-cumárico, ferúlico y sinápico, y entre los flavonoides los flavonoles rutina, kaempferol, isoquercetina, astragalina, miricetina y quercetina; uno que otro no presente en alguna variedad.

Todos estos componentes activos han mostrado en diversos estudios clínicos y farmacológicos el ser efectivos y útiles en contra de muchas enfermedades, actuando de manera individual o en sinergia con otros compuestos.

En estudio clínico realizado en pacientes con diabetes severa, se ha demostrado el efecto hipoglucémico de la pulpa de auyama. En un ensayo aleatorizado, controlado con placebo, los resultados mostraron que una dieta rica en semillas de auyama redujo significativamente la glucosa en sangre posprandial de adultos con glucemia normal.

El síndrome de vejiga hiperactiva se caracteriza por la necesidad frecuente de orinar durante el día y la noche, seguido de una pérdida involuntaria de orina. Para este trastorno se ha documentado que el aceite de semillas de auyama reduce la frecuencia de micción diaria.

En particular, los efectos positivos para la salud de las semillas de auyama están bien documentados. Las semillas crudas de auyama se administran por vía oral para el tratamiento de trastornos digestivos, como el estreñimiento, parásitos intestinales y vómitos de sangre, y también se consumen para tratar la prostatitis. Además, las semillas secadas al sol son ingeridas para el tratamiento de la insuficiencia renal.

Finalmente, en estudios in vitro, extractos de auyama han mostrado actividad positiva hacia infecciones bacterianas y fúngicas. Han sido efectivos contra bacterias Gram-positivas y Gram-negativas. La actividad antimicrobiana de las semillas se ha documentado en contra de Entamoeba histolytica, Staphylococcus aureus, Staphylococcus werneri, Bacillus subtilis, Pseudomonas aeruginosa, Pseudomonas putida, Escherichia coli, Candida albicans, Aspergillus niger, Proteus mirabilis y Kleibsella pneumoniae. Asimismo, la actividad antimicrobiana del epicarpio se ha documentado en contra de Pseudomonas sp., Escherichia coli y la bacteria que se transmite por el agua Vibrio cholerae. Sobre el parásito flagelado intestinal Giardia lamblia, que a menudo es aislado de aguas superficiales, también se ha documentado que el fruto de auyama ejerce una actividad antimicrobiana.