Viernes 9 de Agosto de 2019, las palabras habían quedado cortas para describir la rutina. El ambiente sostenía una vibra divagante y muchas formas sin sentido eran tan solo el mero preludio al escenario en donde todo se transformaría.

Era de noche y habían muchas personas caminando o conversando. El clima estaba despejado y una hermosa luna llena iluminaba cada rincón hasta donde la luz de los faroles decorativos no llegaba. La brisa era ligera y yo tan solo caminaba, reconocía con claridad este escenario. Desde donde estaba tenía vista hacia unas escaleras, el final de la calle y el paredón de una escuela. Muchos rostros desconocidos y sonrientes se paseaban frente a mi, yo buscaba a alguien, mas no recuerdo a quien era.

Una niña, su madre y una mujer cabizbaja interrumpen la escena. Creo que las conozco, pensé. Inmediatamente recuerdo un sueño y un suceso, comencémos por el suceso ya que en este la mujer cabizbaja era la protagonista. Ella daba pasos lentos e inseguros frente a mi, sus ojos estaban tristes pero yo no podía olvidar lo sucedido.

Ella continuó avanzando sin levantar su mirada, apreté mis dientes para no decir más nada.

Sentí en seguida como una mano se apoyó en mi hombro, era Emru, la madre de la niña. Respiré, volteé y pensé que era el momento indicado para comentarle acerca del sueño que había tenido la noche anterior, ya que si bien no era nada relevante eran un tanto curioso.

Ella no le dio mayor importancia, sonrío como siempre y continuamos conversando sobre cualquier otra cosa.

Pasaron unos cuantos minutos entre sonrisas estruendosas, transitar de personas y miradas a la luna cuando pude observar desde el final de la calle a un auto rojo acercarse. A medida que se aproximaba era más fácil notar la pequeña dimensión del mismo, iba con los vidrios arriba y se detuvo casi diagonal a mi. Las personas alrededor se dispersaron con una mirada curiosa y nosotras instantáneamente dejamos de conversar. El auto parecía uno de esos de juguete a los que le colocan un motor para que los niños jueguen en los parques. Se abrió la puerta del piloto y alguien se bajó, era un payaso enmascarado de pequeña estatura con un revolver en su mano derecha.

Quienes estaban cerca corrieron despavoridos para ocultarse, no sé porqué motivo yo tan solo me quedé alli. Lo observé y Emru seguía junto a mi, también sin entender lo que sucedía, incluso podíamos ver como movía su cabeza buscando a alguien hasta que su mirada se detuvo en nosotras y en ese momento si decidí correr.

Logramos saltar el paredón para refugiarnos al otro lado y acto seguido se escucharon los primeros disparos. Varios hoyos se hicieron en los ladrillos de la pared y nosotras seguíamos sin saber a quien buscaba. Ahora el silencio interrumpio la noche, intenté mirar por uno de los pequeños huecos y alli estaba viendo fijamente hacia la pared casi como sabiendo que yo le miraba. En esta instancia debo confesar que no me causaba miedo alguno, a pesar de su pistola.

Decidí salir y mostrarme, debía saber si era a mi a quien buscaba y Emru intentó detenerme en vano. Al confirmarlo escapé de allí como pude, mientras el intentaba alcanzarme. Llegué a una casa en donde mi tío y otras personas me esperaban, sabían lo sucedido y estaban dispuestos a protegerme y ayudarme. Mientras caminabámos adentro de la casa pasé frente a un espejo y noté algo extraño, así que sorprendida me devolví a ver que había pasado. Yo había dejado de ser yo en el plano físico, todo lucía diferente, ya mi cabello no era castaño oscuro ni mi piel era la misma, incluso mis manos tenían una estética distinta.

Pero más allá de la sorpresa, me sentía cómoda. Todo lucía distinto pero yo me sentía igual, para mi era la misma. En este sueño yo había aprendido a cambiar de forma, tan fácil como cambiar de ropa. Esta y otras habilidades que había "aprendido" en sueños anteriores eran el motivo por el cual estaba siendo perseguida.

Si, esto fue tan solo un sueño. No los tengo con frecuencia pero si suceden desde pequeña, todos tienen características en común sobre todo con respecto al horario y las circunstancias; sin embargo este es el primero en el que veo caras conocidas. Hasta hace algunos años temas como el doblaje astral y premociones habían sido material de mi completo interés a causa de esta condición que vivo desde niña, hoy me sorprendió la tranquilidad con la que viví la historia y el proceso porque es también la primera vez que no siento nada de miedo durante la experiencia. También es primera vez que siento haber tenido un sueño dentro de otro sueño y estoy "consciente" dentro de lo que cabe en el proceso de la transformación y adquisición de una nueva "habilidad".

Ayer en la mañana recibí la noticia de que mi abuela paterna había muerto, tengo una forma peculiar de manejar el estrés y puede que este acontecimiento haya influido en lo que vi y la estructura de este sueño, no lo sé, solo sé que mi día se transformó por completo y todo sigue cambiando.