En el año 1987 la empresa Mc Donald lanzo un juego en Estados Unidos donde cualquier cliente podía ganar hasta un millón de dólares. Era el juego del Monopoly Mc Donald. Durante la promoción las ventas del gigante de comida rápida se disparaban. Durante años el Monopoly de la compañía de hamburguesas era muy popular. Todos querían ganar el millón. El entusiasmo era mayor cuando aparecían afortunados ganadores del premio gordo. Eran gente común, como cualquier otro. La suerte les cayó del cielo. Eso era lo que se creía. En realidad no tuvieron suerte y todo era parte de una descabellada y gran estafa que involucro a personas de nexos con una legendaria familia de la mafia italoamericana, miembros de la iglesia mormona, ex convictos y gente común, trabajadores y amas de casa.

Los detalles de este increíble caso nos lo cuentan en la docuserie de seis episodios de HBO McMillions, del cual se emitió el último capítulo hace unos días. Los directores han sacado provecho a lo mas hilarante de esta estafa, con los testimonios de involucrados directos y grabaciones de la época. Creando una docuserie absolutamente divertida y con unos cliffhangers que nos hacen desear ver el siguiente capítulo lo más rápido posible.

Los estafadores

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Personas como tú o yo, trabajadores, dueños de negocios, religiosos, gente que nunca había cometido un delito. Pero la oportunidad de ganar un millón de dólares era única. La ambición puede cegar nuestra mente y hacernos tomar decisiones de las que no medimos las consecuencias. Algunos todavía están pagando en dinero por sus fechorías. Es asombroso ver las viejas grabaciones, cuando mentían sobre haber sacado el ticket ganador, le salía de forma tan natural y convincente. Por eso yo no confió en nadie.

Los Agentes

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El agente Doug Mathews fue quien tomo el trozo de papel donde otro compañero escribió el dato de un informante anónimo que llamo al FBI. Esa milésima de segundos donde el cerebro toma una decisión fue crucial. Decidió investigar y fue por ese agente que se abrió el caso. Este señor es todo un personaje. Su risa puede molestar en un principio, pero es que si este hombre no fuese agente del FBI, se dedicaría a la actuación. Ya estoy deseoso de saber quien lo interpretara cuando hagan la película. Si, ya está en planes la película sobre esta locura de estafa.

El Tío Jerry

El oscuro personaje detrás de todo. En un principio pensaran que es un capo de la mafia ítalo americana, esos apodos son muy comunes dentro de esas organizaciones. Todos le temían y algunos lo acusan de la muerte de uno de las involucrados en captar personas que cobraran el premio. No quiso salir en la docuserie, pero con los testimonios de una de sus ex esposas y su hijo, es suficiente para hacernos una idea del tipo de persona que es Tío Jerry. El verdadero culpable, causante de que muchas personas perdieran su empleo y cerraran para siempre empresas exitosas, como las encargadas de la planificación, puesta en marcha e impresión de los boletos premiados del Monopoly. ¿Cómo lograba este hombre obtener los tickets? Para saberlo debes ver hasta el último episodio.

El Informante

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¿Quién dio el chivatazo al FBI? Es otro de los misterios con que juega el documental y aunque el FBI y la fiscalía aseguraron saber su identidad, se negaron a dar el nombre del informante. No importa, la docuserie nos ofrece una sorprendente respuesta a esa pregunta. ¡Debes verla toda! Solo al final será revelada su posible identidad. Como dice otro de los agentes que investigo la estafa, este es un “caso de carrera” Uno en los que todo agente del FBI quiere participar, porque son casos con todos los ingredientes para ser una película. Especialmente este, con una dosis de comedia brutal. Si no lees las noticias, pensarías que esto jamás ocurrió. Así de loco fue todo lo que ocurrió.

Modus Operandi

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* El Tío Jerry obtenía los tickets

* Los reclutadores eran personas seleccionas por el Tío Jerry y que debían encargarse de escoger entre amigoso familiares, quienes cobrarían el premio.

* Los afortunados ganadores. Eran los que daban la cara y salían reclamando legítimamente el millón de dólares.

* Cada mes debían darle el dinero cobrado a los que le facilitaron el boleto premiado

El Millón

Un dato importante es que los ganadores no cobraran el millón de dólares de una vez. Firmaban un contrato con la empresa y recibirían aproximadamente 50 mil dólares mensuales durante casi veinte años. Se cobraba por partes. Irónicamente, a cada pago tenían que descontar los impuestos, le quedaban entonces 30 mil dólares, los cuales eran directamente para el Tío Jerry durante los primeros meses. ¿Ven que todo lo que brilla no es oro?

El dinero ciega la mente humana. Por ejemplo, en estas plataformas donde escribimos, el engaño y abuso es una constante por cantidades irrisorias. Imagínense como enloquecerían ante la posibilidad de ganar un millón de dólares cometiendo fraude y diciendo mentiras.

¡Recomendada!

Puntuación: 4.5/5