Crónicas de lo perdido

avatar

P1380033.JPG

Los norteamericanos continúan llorándole a Tara y la dulce magia del Sur, que el viento se llevó, como se llevó, también, la inefable poesía de Whitman, casi un siglo después de la Guerra de Secesión.
P1180107.JPG

En esa época, aparte de las ansias homicidas que han prevalecido en el hombre desde los tiempos de Abel y Caín, lo más sensato –si es que se puede hablar de sensatez en un mundo abocado a la locura- parecía culpar al viento de todas las desgracias habidas y por haber.
P1180108.JPG

Pero en ésta época en la que vivimos, si bien el viento a demostrarse culpable, por conductor, que no inductor de la desgracia, resulta difícil no tener una visión retrospectiva y mirando atrás, pensar en lo que hemos perdido.
P1180111.JPG

Y dejando a un lado lo que más afecta en lo personal, que siempre serán esas personas inocentes, que como corderos de Dios han visto truncadas sus vidas en aras de quién sabe qué oscuros intereses y guerras silenciosas de exterminio selectivo, se echa de menos esa libertad de movimientos, que permitía que todos pudiéramos dar rienda suelta a nuestros deseos y aficiones, sin obstáculos de ningún tipo.
P1180096.JPG

De manera, que aparte de otras muchas cosas, como viajar, reunirte con los amigos, salir a comer o a cenar, al cine o al teatro o asistir a cualquier evento de tu interés, echo de menos, sobre todo, esas inolvidables Ferias del Libro, que tanto en primavera como en otoño, ponían en un ilusionante pedestal a esa embajadora de la Paz y la Ilusión, que es siempre la Cultura.
P1180114.JPG

AVISO: Tanto el texto, como las fotografías que lo acompañan, son de mi exclusiva propiedad intelectual y por lo tanto, están sujetos a mis Derechos de Autor.
P1180091.JPG

juankar.png

MUNDO.jpg

TXATXY CAMARA--1.png



0
0
0.000
6 comments
avatar

Mi hermano.
Aún persisten un poco los problemas técnicos,
Pero veré si puedo comentar.
Hay una liga de nostalgia y rabia por esas cosas que se han perdido.
Yo trabajé un tiempo de librero, y me tocó trabajar en algunas ferias del libro, la verdad que era algo realmente hermoso.
Además de los libros, había artesanía, fotos, teatro y música.
Pero para mí lo más bonito el encuentro con amigos amantes de la literatura.
Nuestro amigo común rjguerra, estuvo en una feria del libro de España, y me contó de todo lo linda que fue.
Hace 3 años participé en la feria del libro venezolano, filven, donde me toca presentar un libro de Alejo Carpentier.
Me gustó mucho esa fotografía que le tomaste al retrato de Ana María Matute, hermosa mujer, recuerdo un cuento de ella que se llama la niña fea.
No me veo en una feria del libro virtual, porque aunque no soy muy fino, no me gusta tomar vino en un vaso plástico.
saludo amigo de los libros, de las ferias, peregrino de la cámara.

0
0
0.000
avatar
(Edited)

Buenas noches, mi pana. Aunque no lo parezca, yo también tengo ciertos problemas con Internet últimamente, además de los que están generando estas actualizaciones que se vienen realizando en Hive. No sé si lo he dicho en alguna ocasión, pero mi amistad con los libros comenzó siendo apenas un crío. Y ahora que estoy a punto de convertirme en el epifanio del acertijo de la Esfinge, como los encuentros en la tercera fase de Steven Spielberg, mi interés y mi cariño por ellos no ha decaído. Ciertamente, yo también hecho de menos aquellos felices tiempos de reuniones, de charlas, de investigación en comandita, de opiniones encontradas, de salidas, de entradas, de cafés y copas y puros, de ambientes nostálgicos, cargados con esa chispa bendita de cultura que hoy en día parece agua que se escapa entre las manos. Adoro, sobre todo, las ferias del libro antiguo y de ocasión que solían celebrarse en el Paseo de Recoletos, al lado de nuestra querida Diosa Cibeles, en primavera y en otoño. La expectación por dejar que ese o esos libros que ya no se editan te estuvieran esperando (oí una vez que son ellos quienes nos eligen) para vivir una nueva oportunidad; el placer de ojearlos fascinado frente a una copa de vino, Ribera del Duero, sentado en la terraza de ese clásico de la tertulia literaria, que es el Café Gijón. En fin, todo un mundo de sensaciones perdidas, espero que de momento, porque si algo tengo claro, es de que, cueste lo que nos cueste, tendremos que aprender a vivir con la pandemia, porque si no, ¿qué clase de vida o de muerte en vida nos espera?. Abrazos mi pana

0
0
0.000
avatar

hola Juankar
todo volverá a la normalidad o así lo espero y pienso como mi amigo @acostacazorla "no me gusta tomar vino en un vaso plástico" pero haciendo un esfuerzo lo tomaría ahora mismo si me acompañas
feliz lunes

0
0
0.000
avatar

Ja, ja, ja...nuestro querido pana, @acostacazorla es también un pozo de sorpresas y estoy seguro de que si tuviéramos la oportunidad de sentarnos a una mesa con él y no hubiera copas de cristal, como es de Ley, incluso con una copa de plástico haríamos 'buen latín', como diría Rabelais. Ya sabes que hace unos domingos estuvimos a punto de tomarlo, y no pudo ser porque me cerraron Madrid y no pude emprender viaje. Pero está pendiente y en cuanto me levanten el castigo, salgo disparado. Así que, prepárame bien al Angelón, que tenemos esa comida pendiente en Castro Urdiales. Y a fe mía, que la vamos a realizar. Feliz lunes

0
0
0.000
avatar

Cuántas cosas tenemos que vivir estando cuerdos?? Yo también extraño muchas cosas que jamás creí perder. Los libros son una de ellas. Hasta hace poco era costumbre viajar a otras ciudades para cuando comenzaban las ferias de libros. Yo generalmente levaba una mochila con cuatro cosas y una maleta vacía que seguro a la vuelta vendría pesada, cargada de libros, películas, cds. Siempre nos encontrábamos con amigos, poetas locos, artistas, con los que terminábamos leyendo poemas, relatos, hasta que nos sorprendía la madrugada. Ahora no sé ni siquiera cómo abrazar a mis amigos!! Yo, que ponía en cada abrazo mi alma, siento que hasta eso me quitaron. ¿Es legítimo anhelar volver a vivir algunas cosas? Como mujer que ama la vida, pongo formalmente mi queja. Un abrazo fuerte por aquí, @juancar347

0
0
0.000
avatar

Eres de los míos, @nancybriti. Te contaré una anécdota, que seguramente no te creas. Yo estuve residiendo una temporada en Australia, a 30 kilómetros de Sidney, en la casa que mis tíos tenían en una pequeña ciudad satélite llamada Fairfield West. Bien, pues allí, aparte de muchas aventuras que ahora no vienen a cuento, pero que quizá me anime a recordar algún día, recuerdo que compré un montón de libros. Todos en inglés, aunque más o menos, los entendía en lo más esencial. Tuve que dejar unos cuantos cuando me volví a Madrid, pero te juro por lo más sagrado, que la bolsa de viaje que colgaba de mi hombro venía repleta de ellos. Pesaba como un demonio y en el aeropuerto de Narita, en Tokio, una agente de aduanas me la puso patas arriba. Aún conservo algunos de aquéllos libros. Por otra parte, creo que habrá un momento en el que tendremos que volver a retomar nuestras vidas, nuestros derechos y nuestras costumbres. Las reuniones con los amigos, las actividades culturales, las salidas sin restricciones, los viajes. El virus va a seguir ahí, pero la humanidad no puede quedarse eternamente en su casa. De haber sido así, no habríamos salido jamás de las cuevas y no estaríamos ahora en el lugar que estamos. Claro que es legítimo anhelar volver a vivir algunas cosas. No lo dudes nunca. Abrazos

0
0
0.000